Por Shen Mengzhe y Liu Shaohua
¨En comparación con otros países en via de desarrollo, China puede ser el único que se desarrolla desde una economía de "imitación" a una con capacidad de investigación e inovación independiente", declaró recientemente Bertram Shefuerde, destacado economista alemán y profesor titular de historia y teoría económicas en la Universidad de Frankfurt.
"Imitación - absorción - Innovación", ha sido considerado el modo más conveniente para los países en desarrollo de aprender y sobrepasar a los países desarrollados. Entonces, en la era "Industria 4.0", ¿cómo China aprovechará su oportunidad histórica para llevar a cabo la transformación verdadera de "nación industrial" a "potencia industrial"y convertirse, a nivel global, en un país más competitivo?
Del copismo a la investigación independiente
A mediados de marzo, en la ciudad Kupang de la provincia más oriental de Indonesia, Nusa Tenggara Timur, los viajeros que acaban de bajar el avión y subir al autobús son atraídos por una cartel publicitario gigante de la empresa OPPO. En esta ciudad costera y tranquila, se puede ver las tiendas de los teléfonos inteligentes chinos en todas partes. En Filipinas también pasa lo mismo. En "SM Mall of Asia",el centro comercial más grande de Manila, la capital del país, los clientes vienen constantemente a los mostradores de Huawei, Lenovo, OPPO y otras marcas chinas. Una vendedora nos comentó que el teléfono móvil de China se "vende bien." En comparación con Apple, Samsung y otras marcas internacionales, los teléfonos inteligentes se destacan por su bajo precio unido a sus buenas prestaciones y calidad. Son muy bien recibidos entre los clientes locales por su alta rentabilidad.
Smartphone es sólo un microcosmos de "Hecho en China con inteligencia". Hace menos de 10 años, la industria manufacturera de China, que se caracterizó por producir copias e imitaciones de teléfonos, estaba etiquetada como "Shanzhai" (productos que se aprovechan de los logros de otras marcas). Sin embargo, en un informe del 19 de marzo publicado por la OMPI (Organización Mundial de Propiedad Intelectual), se demuestra que en 2014, Huawei es la compañía con más solicitudes de patentes y ZTE ocupa el tercer lugar. Mientras tanto, gracias al incremento de las solicitudes de patentes nacionales, China también ocupó el primer lugar en el mundo.
Conocidos como "la nueva tarjeta de presentación de China", el tren de alta velocidad y la industria aeroespacial de China se caracterizan por tener un precio atractivo, rendimientos excelentes y estables y brillante papel en la industria internacional. En estas áreas, China tomó e imitó las tecnologías de Alemania, Japón, Rusia, Estados Unidos y otros países, y las absorbieron, a fin de lograr los frutos de su propia propiedad intelectual.
Por eso "The Economist" sostiene una actitud optimista hacia China. En su artículo de portada de la revista del 14 de marzo, afirma que a muchas personas les pareció lógico que, en un momento determinado, China entregaría "el timón de la industria manufacturera a otros países, debido al cansancio del sistema industrial que opera, sin embargo China apretó el acelerador con más fuerza".
En el informe de trabajo del gobierno chino, el concepto de "Hecho en China 2025" ha provocado muchos debates en la sociedad. El 25 de marzo, en la reunión ejecutiva del Consejo de Estado se señaló que la aplicación de esta estrategia es significativa para la promoción del desarrollo de "Hecho en China", la inclusión de más factores chinos en las manufacturas, apoyándose más en los productos y las marcas chinas, y fomentar la continuidad del rápido crecimiento económico al más alto nivel.
China debe desarrollarse dependiendo de sí misma
"Si China quiere convertirse en una nación económicamente dinámica, hay que fomentar la innovación. Lo que China debe abandonar es la copia y la imitación, y no depender de nadie sino de sí misma. Se trata de un proceso inevitable y lógico, que transformará a China en una economía basada en la innovación. Su economía dependerá más de las industrias innovadoras locales y de la creatividad de los individuos y la empresas privada. " predice Edmund Phelps, Premio Nobel de Economía.
Desde la mentalidad de"copismo" hasta "sí mismo", el avance no sólo tiene una importancia estratégica nacional para la tecnología independiente, sino también el sentido práctico de mejorar el contenido de la tecnología en la industria manufacturera nacional y aumentar su valor añadido, reforzando la competitividad internacional. De hecho, en ámbitos como la industria automotriz, chip inteligente, tecnología de energía limpia, entre otros, China aún tiene una obvia brecha con el mundo. Para llevar a cabo el "Hecho en China con inteligencia", aún queda un camino largo por recorrer.
Por lo tanto, en la reunión ejecutiva Consejo de Estado del día 25 se mencionó que para cumplir con la tendencia de desarrollo de internet hay que tomar como línea principal la fusión de la informatización y la industrialización, centrándose en el desarrollo de la nueva generación de tecnología de la información, la maquinaria y los robots de alta gama, el equipamiento aeroespacial, el equipamiento de ingeniería marina y los barcos de alta tecnología, el equipamiento avanzado de trayectoria del transporte, los vehículos de bajo consumo o de nuevas energías, etc.
"Todo sabemos que muchas cosas que tenemos las copiamos de otros países. Ahora viene la nueva oportunidad, tanto para el modelo de negocio, técnico y de organización. Una nuevo ciclo de la revolución industrial. Estamos ante un nuevo punto de partida, en que hace falta las fuerzas de la innovación. China siempre ha insistido en la acción innovadora porque sólo gracias a ésta se logra el desarrollo económico a saltos agigantados. "expresó en una entrevista con la prensa Xion Qunli, presidente de la Corporación China de Tecnología y Electrónica.
(Editor:Rosa Liu,Rocío Huang)