Con el fin de proteger su reputación, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) negó todo vínculo entre su programa de protección del Patrimonio de la Humanidad y la actual campaña mediática llamada "las siete nuevas maravillas del mundo".
Dicha campaña fue emprendida en 2000 por Bernard Weber de manera privada y su idea es seleccionar las siete nuevas maravillas del mundo a través de un proceso de votación de los ciudadanos de todo el mundo.
"Aunque se solicitó a la UNESCO en varias ocasiones apoyar esta iniciativa al momento de su lanzamiento, la organización declinó colaborar con la campaña de Weber", se indicó en una declaración emitida el día 21 por la UNESCO.
"El objetivo y mandato declarados de la UNESCO es ayudar a los países a identificar, proteger y conservar el patrimonio de la humanidad. Carece de sentido reconocer el valor sentimental o simbólico de ciertos sitios y clasificarlos en una nueva lista" se indicó en la declaración.
La organización indicó, entre otras cosas, que no existe absolutamente ninguna comparación entre la campaña mediática de Weber y la labor científica y educativa de la UNESCO que conduce al registro de sitios en la lista del Patrimonio de la Humanidad.
"La lista de las siete nuevas maravillas del mundo será considerada como una iniciativa privada que sólo reflejará la opinión de un público con acceso a Internet y no la del mundo en su conjunto", indicó la UNESCO. (XINHUA-CRI)
22/06/2007