La mejor selección española de todos los tiempos, que dio al país el primer título mundial en Sudáfrica 2010, abdicó hoy ante el vértigo de Chile y se convirtió en el cuarto campeón defensor en abandonar una Copa del Mundo de fútbol en primera ronda.
El partido presentado por la prensa mundial como una verdadera final, tras la estrepitosa caída de los ibéricos 1-5 ante Holanda en el debut y el complicado triunfo de Chile ante Australia, resultó un duelo menos vistoso de lo previsto pero de gran intensidad, con un equipo sudamericano que anuló al europeo desde el primer minuto, al punto que pareció que el partido quedaba sentenciado tras el segundo gol al final de la primera mitad.
El técnico Jorge Sampaoli diseñó el partido de su vida de modo perfecto, prescindió del volante creativo Jorge Valdivia, uno de los pilares del triunfo ante Australia, y puso al contención Francisco Silva, una renuncia al ataque en el papel, pero en la práctica una apuesta al juego abierto contra una España necesitada.
Mientras en España, Vicente del Bosque apostó por un medio campo de tránsito rápido con Alonso y Busquets en el quite e Iniesta y Silva en la creación, dejando en la banca a Piqué y Xavi Hernández, con Pedro y Costa para definir. Esa idea pretendía revivir a la generación dorada, pero terminó como contra Holanda, en derrota.
La roja sudamericana comenzó a ejercer presión desde el primer minuto, con una jugada entre Alexis y Vargas que se fue por poco fuera.
Chile ponía el vértigo y la velocidad ante un cuadro español que tenía la intención de hilvanar su juego, pero a un ritmo tal que siempre sucumbía.
El equipo sudamericano mostró presión y un muy buen juego, con la solidez de Bravo en portería y una línea defensiva de cinco, con Isla, Medel, Jara, Mena y Silva, quienes mostraron gran acierto en la marca y en la entrega.
Más arriba, Aránguiz y Díaz formaban la primera línea de contención con el juego compenetrado que ambos mostraron en el club Universidad de Chile campeón de la Copa Sudamericana de 2011, conducido también por Sampaoli.
En el centro Vidal distribuía buen juego y comandaba el ataque, que escenificaban Sánchez y Vargas, este último elegido por la FIFA como el jugador del partido, una decisión que pareció injusta, dado el peso del colectivo en el equipo de Sampaoli, que tiene a medio periodismo mundial afirmando que quizás no es la mejor selección del mundo, pero sí un equipo que le puede ganar a cualquiera, como demostró hoy contra el vigente campeón.