El 45,8 por ciento de la población brasileña es contraria a las protestas contra el Mundial de fútbol que se está disputando actualmente en el país, muy superior al 25,7 por ciento que desaprobaba las manifestaciones ocurridas durante la pasada Copa de las Confederaciones, hace un año, divulgó hoy el Gobierno.
Los datos, presentados por el ministro de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de Brasil, Marcelo Neri, en una rueda de prensa, quien explicó que el 51 por ciento de los brasileños que salieron a las calles del país hace un año para protestar contra la Copa Confederaciones tenían entre 15 y 29 años, mientras que el 93 por ciento se declaraba usuario habitual de las redes sociales.
Pese a que se temía que durante la disputa del Mundial, que empezó el día 12 de junio y se prolongará hasta el 13 de julio, hubiera numerosas protestas en las calles como sucedió en la Copa de las Confederaciones, todas las protestas que ha habido en las doce ciudades sede apenas congregaron a pocos centenares de personas, y no han afectado para nada el Mundial.
Para Neri, las protestas que hubo son un reflejo de los "tropiezos en el mercado de trabajo", los problemas de movilidad urbana y sobre todo de "las altas expectativas de felicidad de los brasileños que derivan con facilidad en frustración".
No obstante, el ministro de la Secretaría de Asuntos Estratégicos de Brasil resaltó que los programas sociales del Gobierno han conseguido reducir significativamente la pobreza y han creado una nueva clase media con nuevas expectativas y reivindicaciones, que se expresan en las manifestaciones.
Neri se mostró optimista acerca del impacto del Mundial en el país. "No tengo dudas de que el gran beneficio del Mundial es subjetivo y que deja un enorme legado de infraestructura", declaró Neri. La encuesta se hizo a 3.200 personas de todo el país.