ESPECIAL: Cuba celebra Día Internacional por la Capa de Ozono

  2014:09:17.09:28

LA HABANA, 16 sep (Xinhua) -- Cuba celebra hoy el Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono con un amplio plan de actividades dirigidas en especial a la población, así como con un recorte sustancial en la producción de los compuestos nocivos al escudo protector del planeta.

Entre las actividades por la efeméride figuran la lectura del informe sobre los avances de la nación caribeña en la implementación del Plan de Eliminación de las Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono, y los avances del país en el Protocolo de Montreal.

También se desarrolla un debate sobre la situación actual de la capa de ozono en la Antártida, además de aspectos de la última Evaluación Científica acerca de esa barrera atmosférica natural.

Bajo el lema "La Protección de la Capa de Ozono: la misión sigue en pie", el programa previsto hasta el próximo 30 de septiembre incluye seminarios, talleres científicos y conferencias dirigidas a promover en la población el interés y los conocimientos sobre la necesidad de proteger el llamado gas azul.

La Oficina Técnica de Ozono (Otoz), radicada en La Habana, y el ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) impulsan esta jornada en Cuba, por constituir uno de los eventos ambientales más importantes de las Naciones Unidas.

En la isla, el tema ambiental en general, y en particular el vinculado con el cuidado de la capa de ozono, recibe un esmerado seguimiento por parte de las autoridades y especialistas del Citma.

El Día Internacional para la Protección de la Capa de Ozono fue instituido en 1995 por la ONU, con el objetivo de sensibilizar a la opinión pública sobre este grave problema y eliminar las sustancias destructoras del ozono en la atmósfera.

Esta jornada conmemora la firma, el 16 de septiembre en 1987, del Protocolo de Montreal que controla y regula la producción y comercio de Sustancias Agotadoras de la Capa de Ozono (SAO).

La capa de ozono es un frágil estrato gaseoso que filtra la luz solar e impide que los efectos nocivos de la radiación ultravioleta se manifiesten en la superficie de la Tierra, con lo que contribuye a preservar la vida en el planeta.

El debilitamiento de este manto que protege a los seres vivos de los rayos ultravioletas incrementa la ocurrencia de problemas visuales, de piel (desde melanomas hasta cáncer) y una disminución de las cantidades de especies marinas.

Desde 1985, año en que se adoptó el Convenio de Viena, seguido de varios acuerdos internacionales con fines protectores del medio ambiente, Cuba trabaja por eliminar o disminuir la producción de los nocivos compuestos clorofluorocarbonados.

La Otoz implementa un programa nacional para reducir el uso paulatino de las sustancias agotadoras de la capa de ozono en diferentes sectores productivos y de servicios, en cumplimiento de los compromisos internacionales asumidos como signataria del Protocolo de Montreal.

Entre los resultados más significativos de la isla en la materia se destaca haber suprimido los clorofluorocarbonos (CFC) en la refrigeración doméstica, algo --según las autoridades locales-- no logrado con esa masividad por ninguna nación del orbe.

Este logro tuvo lugar durante la Revo­lución Energética emprendida en la primera década de la presente centuria con la sustitución de los equipos que empleaban los CFC, lo cual propició además un notable ahorro de combustible debido al menor gasto de electricidad de los refrigeradores distribuidos a la población.

En la actualidad, la mayor de las Antillas prioriza la eliminación de los hidroclorofluorocarbonos (HCFC) R-22 y 141-B.

El director de la Otoz, Nelson Espinosa, informó la pasada semana que se prevé, a largo plazo, eliminar los HCFC --compuestos muy extendidos en la climatización y refrigeración doméstica-- del sector industrial cubano, y adelantó que ya varias industrias del país se encuentran en proyecto para reconvertir sus plantas de producción.

Evaluaciones científicas presentadas en fecha reciente a la ONU aseveran que la capa de ozono comenzó a recuperarse después de años de reducción, como resultado de las acciones internacionales adoptadas para reducir las concentraciones de las sustancias que la dañan.

El informe del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la Organización Meteorológica Mundial, confeccionado por más de 280 científicos de 36 países, señala que para el año 2030 lo logrado habría evitado la aparición de dos millones de casos anuales de cáncer de piel, además de reducir lesiones oculares y daños al sistema inmunológico, ga­ran­ti­zando proteger la flora, la fauna y la agricultura.

Los autores del documento subrayan que el mismo nivel de urgencia y unión de la acción internacional en este éxito medioambiental debería dirigirse ahora a abordar el cambio climático en el planeta, que provoca la indiscriminada emisión a la atmósfera de gases contaminantes de efecto invernadero.