BRASILIA, 16 sep (Xinhua) -- Gobernadores de seis estados brasileños manifestaron hoy miércoles a legisladores oficialistas su apoyo a la vuelta del impuesto al cheque, eliminado hace ocho años, tras una propuesta lanzada por el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Los gobernadores de los estados de Bahía, Río de Janeiro, Tocantins, Piauí, Alagoas y Ceará, así como representantes legislativos de Sergipe y Rio Grande do Sul, expresaron su apoyo a la iniciativa en una reunión realizada en Brasilia.
Los ministros de Hacienda, Joaquim Levy, y de Planeamiento, Nelson Barbosa, anunciaron el lunes que el gobierno enviará la propuesta al Congreso como parte fundamental del paquete fiscal que busca reequilibrar las cuentas públicas.
Para apoyar la vuelta del Impuesto a las Transacciones Financieras (CPMF), los gobernadores exigen la garantías de que lo recaudado sea repartido en los estados y que la alícuota exceda al 0,2 por ciento, como está sugerido.
"Estamos unidos en defensa de la CPMF y pidiendo su elevación a 0,38 por ciento", señaló el gobernador de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezao.
Explicó que la propuesta de los estados es el porcentaje que reciban de la contribución que se invierta en las áreas de seguridad social y la salud.
El gobernador recordó que el impuesto se eliminó hace ocho años por el Congreso, debido a que los recursos era destinados exclusivamente a la Unión.
Pezao no descartó que exista el apoyo a la iniciativa d ley entre los gobernadores de la oposición.
El gobernador de Piauí, Wellington Dias, indicó por su parte que sin el apoyo de los estados será difícil aprobar el regrso de este impuesto impuesto.
Por su parte el gobernador de Bahía, Rui Costa, dijo que los estados quieren participar en discusiones en torno a una alternativa a la situación económica.
"Necesitamos medidas a corto plazo para ayudar a atravesar una crisis fiscal severa, sin importar como se estableció. No es un problema partidista, sino de encontrar un marco estructural para el país ", agregó.
En tanto, legisladores de la oposición lanzaron un movimiento en contra la recreación del impuesto al cheque.
La propuesta de tasar las transacciones financieras fue lanzada por el gobierno en medio de una delicada situación fiscal, con déficit fiscal nominal (saldo primario menos pagos de intereses de deuda) y una economía en recesión.
El ministro Levy admitió el lunes que el nuevo paquete de medidas, que incluye nuevos cortes en los gastos públicos y aumento de tributos, responde a la rebaja de calificación crediticia de Brasil, que perdió la semana pasada el "grado de inversión" de la agencia Standard & Poor's.
El gobierno teme que la calificación del país puede sufrir una nueva rebaja en caso de que no mejore su desempeño fiscal.
Para equilibrar las cuentas públicas, Brasil necesita reorganizar su base de apoyo en el Congreso, puesto que gran parte de las medidas anunciadas exigen el respaldo legislativo.