El espíritu de Muscatine lidera el camino |
Por Robert Lawrence Kuhn
Pekín, 21/09/2015(El Pueblo en Línea) - El próximo viaje del presidente Xi Jinping a Estados Unidos tendrá una alto perfil e intensidad. Participación en Seattle de eventos de grandes empresas, visita oficial de Estado y cumbre en Washington y presencia en Nueva York por el 70 aniversario de las Naciones Unidas. Pero hay algo que acaba de suceder, lejos de las grandes ciudades y las luces de neón, que podría representar una forma diferente de pensar el fortalecimiento de las relaciones China-EE.UU.
En Muscatine, Iowa, se celebró una ceremonia para consagrar la "casa de la amistad entre China y Estados Unidos". Este lugar simboliza la aspiración de los ciudadanos norteamericanos de estrechar lazos con China. En 1985, el ahora presidente Xi Jinping, en ese momento un joven funcionario, residió en esa casa como parte de una delegación que visitó Iowa para instruirse sobre las últimas técnicas agrícolas. La hospitalidad y amistad de los norteamericanos, el "heartland", caló hondo en Xi, pues aunque su visita fue breve y hace años, él continúa valorándola hasta la fecha. Ningún otro líder chino, siendo joven, durmió en una casa de pueblo en los Estados Unidos.
Durante varias semanas, como parte de la preparación de la visita del presidente Xia Estados Unidos, se ha estado debatiendo las relaciones China-EE.UU con la participación de expertos de China en Washington y expertos de Estados Unidos en Pekín. Cuando me invitaron a hablar en la ceremonia de Muscatine, no estaba seguro que quería hacerlo. Tuve que llegar a Muscatine para captar el trascednente significado del hecho anunciado.
Ahora soy testigo de cómo los empresarios chinos y los residentes de Muscatine superaron las incertidumbres iniciales, incluso los malentendidos, y lograron forjar una amistad y un respeto muy provechosos para el éxito de su cooperación. Más allá de hermanar la ciudad, de hacer intercambios culturales y desarrollar proyectos de inversión, es una realidad que los continuos intercambios entreMuscatine y China han ampliado horizontes y enriquecidos la vida de todos. Más importante, quizás, es la genuina simpatía lograda entre estadounidenses y chinos.
Si uno hace una lista de los eventos memorables en las relaciones China-Estados Unidos, y aceptamos lo "memorable" en el sentido positivo, productivo y constructivo, no hay dudas que la visita de Xi Jinping a Muscatine, Iowa, en el 2012, ya como vicepresidente de China, debe figurar en esa lista.
¿Por qué una simple visita a un pequeño pueblo en los campos agrícolas de Midwest de los Estados Unidos reviste tal relevancia? Creo que hay dos razones.
La primera es que la visita del presidente Xi a Muscatine personifica uno de los valores centrales de su política exterior: el contacto pueblo a pueblo. Si el presidente Xi habla sobre las relaciones China-Estados Unidos, o dialoga con otras naciones participantes en las iniciativas chinas "Un cinturón, una ruta", siempre el contacto pueblo a pueblo desempeña un papel central en los objetivos de Xi.
La segunda razón sobre la relevancia de la visita del 2012 de Xi a Muscatine es lo extraordinariamente bien que fue recibida por los norteamericanos. Para la mayoría de los estadounidenses, la visita de Xi a Muscatine fue la parte más memorable de su viaje como vicepresidente. También para mí. A pesar de que Xi asistió a almuerzos en Los Ángeles con líderes de gobierno y empresarios, fue la visita a Muscatine la que más aprecio y recuerdo.
¿Por qué? ¿Cómo podría competir Muscatine en importancia con sendos encuentros en Los Ángeles y Washington? ¿Por qué ahora hablamos sobre el "espíritu de Muscatine"? Sugiero cuatro razones.
Primero, al Xi reunirse con los norteamericanos, no aquellos ciudadanos de las grandes urbes, mostró un sentido de humanidad común, incluso de humildad, algo que nos gusta mucho que tengan y practiquen nuestros líderes.
En segundo lugar, al visitar Muscatine él fue consecuente con su propia identidad, su devenir personal, su trayectoria desde joven.
En tercer lugar, honra las primeras etapas de la reforma y apertura, cuando los chinos llegaron a Estados Unidos para recibir asesoramiento y orientación y Estados Unidos cooperó decisivamente con esta etapa del desarrollo de China.
Cuarto, las visitas de Xi a Muscatine (en 1985 y en 2012) aunque bajo circunstancias muy diferentes, cada una de ellas ejemplifican el contacto persona a persona, que es el tipo de diplomacia pública que ahora desempeña un papel central en la estrategia de la política exterior de Xi.
Hay algo simple, puro y honesto en promover el intercambio pueblo a pueblo, tan vívidamente ejemplificado en Muscatine.
¿Qué cualidades tienen los intercambios pueblo a pueblo para ser eficaces realidades de "diplomacia pública"?
En primer lugar, el intercambio pueblo a pueblo se hacen por un motivo "per se", no como un "trampolín" para llegar a otra cosa, es decir, se hace sin segundas intenciones.
En segundo lugar su cáracter horizonal, pues este tipo de intercambio brota naturalmente de muchas pequeñas fuentes, no emana artificialmente desde un espacio centralizado y vertical.
En tercer lugar, brotan de disímiles vinculaciones y conexiones, donde se relacionan personas de los oficios más comunes con personas que se desempeñan en los campos más sofisticados de la ciencia y la cultura, así como asociaciones benéficas y otros grupos con intereses comunes.
En cuarto lugar, ocurre en diversos momentos, como puede ser un evento puntual, un proyecto laboral e incluso una relación fraterna para toda la vida.
Las estrategias de contención entre China y Estados Unidos no son ningún secreto, pero las dos economías más grandes del mundo deben trabajar juntas en beneficio mutuo. Lo más importante ahora es el crecimiento y la estabilidad económica. Con nuestras economías fuertemente entrelazadas, es imposible que un país alcance el éxito sin, consecuentemente, beneficiar al otro. Otras luchas comunes son impedir y detener las guerras regionales, erradicar el terrorismo, eliminar el crimen organizado, prevenir las pandemias y solucionar el cambio climático, así como incorporar el uso de energías alternativas y tecnologías verdes.
La mejor manera de convertir las necesidades comunes y oportunidades mutuas en fuertes s relaciones de activa cooperación es, sin dudas a través de la "diplomacia pública" que emana del contacto pueblo a pueblo.
El espíritu de Muscatine lidera el camino.
El autor es un experto en estrategias corporativas internacionales y comentarista de economía y política. Es anfitrión y co-productor del programa "Más cerca de China", de CCTV.