BUENOS AIRES, 30 nov (Xinhua) -- Argentina debe mantener los grados de cooperación con China más allá del cambio de signo político que tendrá lugar el 10 de diciembre próximo.
Así lo enfatizó este lunes, en entrevista exclusiva con Xinhua, el politólogo argentino Juan Manuel Karg, quien abordó el vínculo entre Buenos Aires y Beijing, como así también la importancia de China para el país sudamericano.
"En los últimos diez años, la vinculación China-Argentina ha crecido a tal punto de ser denominada estratégica para ambos Estados", remarcó el analista.
Para Karg, "este punto tiene una relevancia fundamental. China no ha sido blanco de las críticas de Mauricio Macri, como sí ha sucedido con otros países como Venezuela e Irán", recordó.
El vínculo entre Argentina y China reviste el grado de Asociación Estratégica Integral.
"Los intercambios entre parlamentos, partidos políticos, fuerzas armadas, instituciones culturales y educativas, y gobiernos locales, se vuelven más intensos. El comercio bilateral se multiplica a pesar de la desaceleración del crecimiento del comercio mundial", ponderó días atrás el embajador de China ante Argentina, Yang Wanming.
A modo de ejemplo, el diplomático ha dicho que "China ha pasado a ser el mayor importador de la carne vacuna argentina. Hay progresos sustanciales en proyectos emblemáticos en los sectores hidroeléctrico, ferroviario y núcleo-eléctrico".
"China mantiene relaciones amistosas con todos los países de América Latina y el Caribe, encuadrados en la CELAC", subrayó Karg.
Consultado sobre la importancia para Argentina de mantener la asociación con Beijing, el experto consideró: "Un dato estadístico muestra esto. China crece al 7 por ciento anual y Estados Unidos al 2 por ciento".
"Las economías BRICS, y especialmente la de China, serán las que 'muevan' al mundo en las próximas cinco décadas", auguró.
Por ello, postuló que "independientemente del cambio político de la Argentina, Buenos Aires deberá hacer un intento para mantener los níveles de intercambio logrados en los últimos años".
China y Argentina, ambos importantes mercados emergentes, deben impulsar los intercambios y la cooperación, compartir las oportunidades de desarrollo y trabajar juntos para enfrentar sus desafíos comunes.
Argentina, un productor tradicional de productos agrarios primarios y país exportador, mantiene relaciones diplomáticas desde 1972 con China, su segundo mayor socio comercial, al que aspira a exportar más productos de alta tecnología y con valor agregado, dado que busca optimizar su estructura económica.
Beijing ayuda a Buenos Aires en industrias estratégicas como el ferrocarril, la ingeniería hidráulica y la energía nuclear, mientras que el país latinoamericano, que cuenta con una avanzada tecnología en los sectores relacionados con la agricultura, ayuda a China a mejorar su seguridad alimentaria.