BEIJING, 14 ene (Xinhua) -- Señales mixtas parecen oscurecer el panorama económico de China.
El comercio exterior, un motor tradicional del crecimiento, terminó 2015 con la primera contracción anual en seis años. La inversión, otro motor, también se debilitó tras ser arrastrada por la desaceleración del mercado inmobiliario y el exceso de capacidad industrial.
Están apareciendo indicios de estrés económico: el capital está saliendo del país, la deuda mala está aumentando y la volatilidad del mercado financiero está disminuyendo la confianza.
Pero esta no es toda la historia. La economía de China tiene impresionantes fortalezas subyacentes y los responsables de la elaboración de políticas están decididos a arreglar los problemas estructurales y a contener los riesgos.
Los economistas pronostican que el crecimiento económico seguirá bajando. "Será una trayectoria en forma de L durante algún tiempo", dijo Liu Shijin, ex subdirector del Centro de Investigación para el Desarrollo del Consejo de Estado de China. "Pero será un proceso de transformación y equilibrio".
MOTIVO DE PREOCUPACION
Además de ayudar a sacar la economía china del atolladero de la crisis financiera mundial, un paquete de estímulo también fomentó un exceso de inversión y de construcción en todo el país, lo que condujo a un exceso de capacidad industrial y a un superávit en la oferta de propiedades que hizo que los sectores manufacturero e inmobiliario pasaran de ser motores a convertirse en lastres para el crecimiento, dijeron economistas.
Muchos economistas, incluyendo al economista Zhu Baoliang del Centro de Información Estatal; al economista en jefe del Banco de Comunicaciones, Lian Ping; y al economista Zhong Zhengsheng del Caixin Insight Group, describieron el sector inmobiliario como la mayor amenaza para la economía.
El crecimiento de la inversión en propiedades, que solía representar una quinta parte de la inversión total de China y que influye sobre más de 40 industrias desde el acero y el cemento hasta la de mobiliario, sigue decayendo. Esta inversión cayó a sólo 1,3 por ciento para el período enero-noviembre desde las alzas de doble dígito reportadas hasta 2014.
Zhu espera que la inversión en propiedades registre su primera reducción anual este año, la primera vez en una década, debido a que el desarrollo de propiedades sigue restringido por el exceso de inventarios inmobiliarios de los desarrolladores de bienes raíces, el cual se estima en 150 millones de unidades.
A pesar del estancamiento del crecimiento económico, el desempeño deficiente y sostenido del sector inmobiliario podría crear riesgos financieros, advirtió Zhong Zhengsheng.
Otra gran preocupación radica en el sector industrial, que registra un exceso de capacidad que está disminuyendo las ganancias y que amenaza con desestabilizar aún más el crecimiento ya más lento.
El exceso de capacidad industrial no es un problema nuevo, pero fue exacerbado por el paquete de estímulo de 2009 y siguió empeorando a pesar de los esfuerzos del gobierno para frenarlo en los últimos años.
El crecimiento de la producción industrial de China disminuyó a 6,2 por ciento en noviembre, lo que representó una ligera recuperación respecto de octubre, desde las tasas de doble dígito registradas regularmente con anterioridad.
FUERZA DE APOYO
Con la pérdida de impulso de los motores tradicionales del crecimiento, China ha estado esforzándose por fomentar un nuevo impulso de crecimiento y hay brillos de esperanza.
En primer lugar, un muy necesario cambio hacia el crecimiento encabezado por el consumo nacional se está poniendo en marcha.
El consumo, el cual ya es responsable del 58,4 por ciento del crecimiento, se sigue fortaleciendo a pesar de la desaceleración económica. Tomando como ejemplo el turismo, en 2015, los ciudadanos chinos realizaron más de 4.000 millones de viajes dentro del país y 120 millones de viaje al extranjero, con lo que ocupan el primer lugar a nivel mundial.
Además de incrementar el poder adquisitivo, los esfuerzos del gobierno para mejorar la red de seguridad social del país también constituyen un impulso. El seguro de salud, la pensión y la escuela gratuita parecen haber ayudado a mantener bajo control la tendencia de los chinos a ahorrar.
Sin embargo, China todavía tiene muchas oportunidades en comparación con Estados Unidos, en donde el consumo aporta el 70 por ciento del crecimiento económico, dijo Wang Xinjie, analista del Standard Chartered Bank.
Aún más importante es un cambio en la estructura económica. Los servicios reemplazaron a la industria como la mayor parte de la economía nacional y la brecha se ha ampliado. En 2014, los servicios representaron el 48,2 por ciento del producto interno bruto (PIB) y el porcentaje de la industria disminuyó a 42,6 por ciento.
El auge del sector servicios permitió a China generar más empleos con menores niveles de crecimiento debido a su naturaleza intensiva en términos de trabajo. Aunque el crecimiento cayó el año pasado a su nivel más bajo en 25 años, China creó alrededor de 13 millones de nuevos empleos urbanos.
MODIFICAR EL RUMBO
Sería poco realista esperar que la recuperación del equilibrio por sí sola librara a la economía china de problemas. Las reformas, que fueron menos imperativas cuando el crecimiento galopaba, ahora son más apremiantes.
La reforma de la oferta, un término de moda empleado por los líderes y economistas chinos, será el remedio de los problemas económicos de China y la clave para el futuro crecimiento de este año y más allá.
"La reforma estructural de la oferta es una tarea apremiante que no puede seguirse demorando, de otra manera la 'enfermedad' se agravará", dijo la semana pasada una fuente autorizada durante una entrevista con el Diario del Pueblo.
El Diario del Pueblo, el diario insignia del gobernante Partido Comunista de China, no indicó el nombre de la fuente, pero el término "fuente autorizada" normalmente se utiliza para funcionarios de alto nivel.
En lugar de una flexibilización cuantitativa, China ha recurrido a medidas diseñadas para incrementar la oferta de bienes y servicios de alta calidad, reducir los costos de las empresas e impulsar el consumo. Esto incluye estimular a las compañías mediante recortes fiscales, la iniciativa empresarial y la innovación además de eliminar de manera gradual el exceso de capacidad.
En el mediano y largo plazos, la reforma de la oferta puede mejorar las expectativas de crecimiento en los sectores familiar y corporativo e impulsar el consumo y la inversión, indicó en un boletín Liu Liu, analista de China International Capital Corp.
Liu descartó las preocupaciones en el sentido de que la reforma de la oferta tendrá un efecto negativo significativo en el crecimiento de corto plazo y dijo que "las recientes políticas muestran que el gobierno no desea ver una drástica reducción del crecimiento en el corto plazo y que la política macroeconómica se ajustará de forma flexible conforme a los cambios en la economía".