Por Esteban Jesen
BUENOS AIRES, 5 jul (Xinhua) -- La renuncia del ahora ex entrenador de la selección argentina de fútbol, Gerardo Martino, es un capítulo más de la crisis por la que atraviesa este deporte en Argentina, que tiene ribetes inéditos, y que aún no se sabe con certeza si ha tocado fondo.
El "portazo" que decidió dar Martino, ex director técnico del Barcelona, es consecuencia de la situación estructural por la falta de una conducción real de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y una grave crisis económica en la mayoría de los clubes.
Si algo venía sorteando la cuestión institucional era lo deportivo, pero la derrota en la final de la Copa América Centenario ante Chile detonó al seleccionado: la renuncia del astro Lionel Messi, sumada a la salida de Martino, augura un futuro oscuro, al menos en lo inmediato.
Sin dudas que la muerte de Julio Humberto Grondona en julio de 2014, tras presidir la AFA durante 35 años ininterrumpidamente, evidenció una crisis que ya se gestaba en el interior del organismo desde hacía varios años.
"Don Julio" había construido un sistema de poder en el cual el único que tomaba las decisiones verdaderamente importantes era él, que tenía además la fuerza para determinar los sí y los no en la organización del deporte más popular del país sudamericano.
La asunción de Luis Segura como presidente de la entidad, hasta entonces mano derecha de Grondona, no impidió que comenzara una puja interna por la dirección, que se siguió profundizando hasta estos días y dejó a la entidad en una acefalía virtual.
El cambio de gobierno en Argentina, ocurrido el 10 de diciembre de 2015, puso en jaque al sistema de transmisión por televisión del torneo de primera división, que desde 2009 estaba en manos del Estado.
La promesa del nuevo presidente de Argentina, Mauricio Macri, de recortar los fondos paulatinamente aceleró la disputa entre los distintos sectores dirigentes.
Además, una denuncia sobre malversación de fondos terminó en una causa judicial en la que fueron procesados el propio Segura, aún hoy presidente de la AFA, junto a otros dirigentes y a los tres jefes de gabinete del último gobierno de Cristina Fernández.
La crisis institucional fue deteriorando la situación deportiva de los distintos representativos argentinos, con excepción del seleccionado mayor, donde la calidad individual de sus integrantes, encabezados por Messi, suplantó cualquier déficit.
Así, los seleccionados juveniles fueron mermando con el correr de los años, hasta llegar a la actualidad donde ni siquiera hay entrenadores designados, y solo un grupo de futbolistas trabaja algunos días a la semana bajo la dirección de Julio Jorge Olarticoechea, ex campeón de mundo en México '86.
El subcampeonato en Brasil 2014 bajo la dirección técnica de Alejandro Sabella fue el último "hito" de Julio Grondona antes de su muerte, y representó solo un espejismo de lo que vivía el fútbol argentino.
La Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA) envió dos observadores a la AFA y tras el informe, ordenó suspender las nuevas elecciones, previstas para el 30 de junio, y constituyó una comisión normalizadora para poner fin a la crisis de dirigencia.
Más allá del fracaso que significaron las derrotas ante Chile en tandas de penales en las finales de las dos últimas ediciones de la Copa América, la salida de Martino es resultado de las dificultades para armar el equipo para los Juegos Olímpicos.
A un mes exacto del inicio de la cita deportiva de Río de Janeiro, Martino debió posponer una semana el inicio de las prácticas, ya que solo contaba con 8 futbolistas debido a la negativa de los clubes.
Este martes, el presidente del Comité Olímpico Argentino, Gerardo Werthein, advirtió que existían "50 por ciento de posibilidades" de que Argentina no lleve representativo de fútbol.
Así, el país ganador de dos Mundiales, 14 Copas América, dos medallas de oro y una de plata en Juegos Olímpicos, que dio al mundo a Diego Maradona y a Lionel Messi, se encuentra hoy en la peor crisis de su historia.
Sin embargo, lo más alarmante no es el presente, sino el futuro. Sin dirigentes, sin entrenador en el seleccionado mayor, sin Messi y en una profunda crisis económica, el futuro parece demasiado negro.
(Editor:Felipe Chen,Rocío Huang)