Una jovencita china es educada desde los 9 años por su padre en el hogar
Li Tiejun, residente en Luzhou, provincia de Sichuan, enseña a su hija Li Jingci, de 20 años, las técnicas de la pintura. 17 agosto del 2016. [Foto: IC]
Sichuan,26/08/2016 (El Pueblo en Línea) - En 2005, Li Tiejun, un padre de familia de la ciudad de Luzhou, fue noticia en China cuando desafió al sistema de educación pública. Su hija Li Jingci, con 9 años dejó de ir a la escuela. De acuerdo al criterio de su padre: " no aprendía nada allí,", informó el Chengdu Business News.
Más tarde y ese mismo año, la madre de la niña acusó al padre por privarla de su derecho a recibir nueve años de educación obligatoria, según lo exigido por la ley china. El tribunal falló a favor de la madre de Li Jingci y le dióa Li Tiejun un plazo de cinco días para que su hija regresara a la escuela.
"Prefiero ser enviado a la cárcel que enviar de nuevo a mi hija a esa escuela", afirmó Li Tiejun después qde conocer el fallo judicial. El obstinado padre no obedeció la orden del tribunal y continúo enseñando a su hija en el hogar. En 2007, Li afirmó que para el 2014, con sólo 18 años de edad su hija sería un experta en biomagnetismo.
El 17 de agosto, un reportero del Chengdu Business News visitó el hogar-escuela.
Li Tiejun tiene ahora 74 años y nunca se casó con la madre de la niña. Después de retirarse de su trabajo en la industria de la construcción, Li se quedó viviendo sólo junto a su hija en Luzhou.
De acuerdo con Li, en los últimos 11 años, ha sido el profesor a tiempo completo de Li Jingci, enseñándole desde arte hasta astronomía y medicina. Para demostrar la eficacia de su método educativo, Li le pidió a su hija dibujar a lápiz un retrato de Alejandro Magno. Con Li indicándole detalles y fallas, la chica pintaba y continuamente borraba y corregía líneas. Una hora más tarde, todavía no había terminado ni siquiera el contorno de la figura.
Más tarde, ambos tocaron una pieza tradicional china: "Luna de primavera reflejada en Er-quan" (Er Quan Ying Yue), con Li Tiejun tocando el erhu, instrumento chino de cuerda, y Li Jingci tocando el teclado electrónico. Nada extraordinario, aunque Li afirmó que han ensayado decenas de melodías tradicionales chinas.
Ansiosos de mostrar los conocimientos de su hija sobre literatura clásica china, Li Tiejun exigió a Jingci que explicara los nombres de las "cuatro mujeres más feas" en la historia china. Mientras ella recitaba la respuesta, la cara del padre registró una gran satisfacción.
Li Jingci, admitió que, a pesar de que nunca lo ha intentado, le gustaría examinar una serie de pruebas de secundaria básica. Ella confiesa que es terrible para las matemáticas, la física, la química y el inglés, cursos esenciales en la escuela pública.
"La escuela china no enseña nada, salvo adulación", fustigó Li Tiejun.
De hecho, su hija le tiene un poco de fe a su doctrina.
"Muchos universitarios después de graduados no encuentran trabajo", sugiere Jingci.
Los vecinos recuerdan que a medida que los compañeros de la joven fueron entrando a la universidad y comenzaron a matrimoniarse, ella se quedó sola con su padre. Su madre regresó una vez, hace ya varios años, e intentó llevársela, pero la niña se negó.
"Mi padre me enseño el principio más importante de este mundo", admitió Jinci. Y el anciano le interrumpe: "Es decir, no tener principios en absoluto”.
Los dos viven ahora de la pensión de 3.000 yuanes al mes que recibe Li Tiejun. Al anciano no le preocupa el futuro de su hija después que él muera.
"Es fácil ganarse la vida. Se puede hacer cualquier cosa... hasta lustrar zapatos", señala el padre. Y añade que continuará en el hogar la enseñanza de su hija.
"Yo quería casarme antes de cumplir los 25 años", admitió Jinci.
"Bueno, los científicos suelen permanecer solos durante mucho tiempo", insistió Li.
(Editor: Elena G.,Rocío Huang)