A invitación del presidente chino, Xi Jinping, sus homólogos de Argentina, Brasil y México participarán en la cumbre del G20, que tendrá lugar en la ciudad china de Hangzhou entre el 4 y 5 de septiembre. El encuentro será una buena oportunidad para profundizar el entendimiento mutuo y hacer frente a los desafíos comunes de China y estos países latinoamericanos, de acuerdo con los expertos.
El Senado de Brasil aprobó el 31 de agosto la pérdida del mandato de la presidenta Dilma Rousseff. Michel Temer asumió el cargo y cumplirá el mandato de Rousseff. La cumbre del G20 será la primera reunión multilateral en la que participará Temer como mandatario de Brasil.
"La ocasión ofrecerá una oportunidad a los altos líderes de China y Brasil para profundizar el entendimiento mutuo, con las dos partes estableciendo el tono del desarrollo de los lazos bilaterales en la próxima etapa", apuntó el director asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos del Instituto de Relaciones Internacionales Contemporáneas de China, Sun Yanfeng.
El gobierno de Temer se enfrenta a una enorme demanda de crecimiento económico y de desarrollo social, lo supone una nueva oportunidad para las relaciones sino-brasileñas, especialmente en el campo comercial, señaló Sun a Xinhua.
China tiene que continuar el ajuste económico estructural, mientras que Brasil necesita poner en marcha la reforma económica y social a gran escala, que incluye el recorte del gasto público, la mejora del bienestar social y la reforma laboral, enumeró el experto.
Según los datos aduaneros de China, el volumen de comercio bilateral entre China y Brasil ascendió a 71.597 millones de dólares en 2015, un 17,3 por ciento menos que el año anterior.
Ambos países deben combinar la cooperación de capacidad de producción de China con el proyecto de inversión en infraestructuras y reindustrialización de Brasil, así como animar la producción y exportación de productos de alto valor agregado del país sudamericano, con el fin de retomar el ímpetu de crecimiento, aconsejó Sun.
La cumbre de Hangzhou también será el primer encuentro de líderes del G20 a la que Mauricio Macri asiste tras ser nombrado presidente argentino en diciembre del año pasado. La cumbre ayudará a Argentina y China a profundizar la cooperación y consolidar las relaciones bilaterales, indicó el director ejecutivo del Centro de Estudios Argentinos del Instituto de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China, Guo Cunhai.
"China y Argentina se enfrentan a similares tareas y desafíos, que son cómo optimizar la estructura económica, cambiar el modelo de crecimiento económico y lograr el desarrollo sostenible", apuntó Guo, quien agregó que ambos países han iniciado una serie de reformas, optando por impulsar el crecimiento económico mediante la innovación tecnológica y el desarrollo ecológico, un tema de interés común de los dos países.
La necesitad de Argentina de infraestructuras, junto con la tecnología madura, la abundante experiencia y el apoyo financiero de China, seguirán impulsando la cooperación entre los dos países en este campo, explicó Guo. Además, ambas naciones pueden discutir asuntos como la cooperación financiera, el déficit comercial, las exportaciones de productos de alto valor agregado y los intercambios turísticos, añadió.
Para mantener el ímpetu de crecimiento del comercio sino-argentino y el desarrollo sano y sostenible de los lazos bilaterales, los dos países deben pasar de la cooperación en los campos tradicionales, como el petróleo y gas natural, a una basada en productos de alto valor agregado, como agricultura ecológica, energía limpia, biotecnología, fabricación de automóviles, señaló Guo. "En el futuro, la cooperación entre China y Argentina será más razonable, sana y estable, y marchará hacia el camino sostenible" , vaticinó.
En medio de la ralentizada recuperación de la economía mundial, las economías emergentes afrontan varios desafíos y mantienen diferentes opiniones sobre cómo impulsar el crecimiento y lanzar la reforma estructural, que son los temas de discusión en la cumbre del G20, comentó Wang Ping, directora del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nankai.
Wang resaltó que China y México fortalecerán el conocimiento y entendimiento mutuo de la situación nacional de cada uno y la reforma estructural que están realizando. "Es una cuestión muy importante para que los dos países desarrollen la cooperación de capacidad de producción en el futuro", destacó.
"Hay que poner a pleno funcionamiento el mecanismo de la Comisión Permanente Intergubernamental China-México e implementar con máximos esfuerzos los consensos alcanzados por los líderes de los dos países para mantener el crecimiento de la cooperación económica y comercial" , añadió Wang.
Al mismo tiempo, China y México deben promover la cooperación pragmática, poniendo la inversión y el comercio en el centro, y colocando la cooperación en finanzas, construcción de infraestructuras, energía y alta tecnología como prioridades, para abrir una nueva fase de cooperación de capacidad de producción China-México, indicó Wang.
La experta agregó que los dos países pueden discutir sobre cómo ampliar el área de comercio, solucionar las infracciones, fomentar la inversión y lograr un beneficio mutuo durante la cumbre del G20.
(Editor: Rosa Liu,Rocío Huang)