Compartir bicicleta en China, ¿un negocio rentable?
Beijing,27/10/2016 (El Pueblo en Línea) - China fue una vez conocida como el reino de las bicicletas. Sin embargo, con la mejora en la calidad de vida de la población, cada vez más personas están reemplazando sus bicicletas por coches. Una razón principal es que ser dueño de un coche en China es un símbolo de estatus social. Además, las bicicletas han caído en desgracia debido a los largos viajes diarios que deben realizar muchas personas en las grandes urbes.
Cuando se supo la noticia de que Didi invirtió 100 millones de dólares en una pequeña empresa llamada Ofo para compartir bicicletas, la atención de la gente volvió de nuevo a las bicicletas como medio de transporte urbano. A nivel mundial, la economía compartida se ha convertido en una manera de proporcionar soluciones urbanas innovadoras a muchas personas, y dos nuevas empresas en China, Ofo y Mobike, están atrayendo mucha atención y mucha financiación.
En China, algunas ciudades han establecido su propio sistema de intercambio de bicicleta para ofrecer a las personas una forma alternativa de transporte público. La pintoresca ciudad de Hangzhou, por ejemplo, tiene 78.000 bicicletas públicas y más de 2.000 estaciones de aparcamiento, y la ciudad tiene planes para aumentar el número de bicicletas hasta las 175.000 unidades en 2020. Este esfuerzo por ampliar el servicio de alquiler de bicicletas públicas se produce en un momento de creciente competencia en la economía compartida. Tanto Ofo como Mobike están expandiendo sus modelos de negocio bien financiados, de ciudad en ciudad.
Muchos jóvenes chinos ven la economía compartida como algo moderno y bueno, y algunos consideran que compartir es una alternativa a poseer. Lo que es más, las empresas de economía compartida, como Ofo y Mobike, están creadas bajo valores “verdes”. Los usuarios saben que montar y compartir bicicletas promueve un estilo de vida saludable y ayuda a la protección del medio ambiente.
Los avances en la tecnología móvil acompañados por una mayor conciencia ambiental están ayudando a revitalizar la cultura de la bicicleta en China. En una ciudad adaptada a las bicicletas como Beijing, las bicis Ofo son formas de transporte muy usadas en los campus universitarios, y Mobike en las calles de la capital. A diferencia de Ofo, que comenzó como un servicio para universidades, pero que ahora se está expandiendo, Mobike permite a las personas localizar y reserva bicicletas en su área mediante la tecnología GPS. Las bicicletas se desbloquean mediante un código QR, y pueden devolverse en casi cualquier lugar en el área de servicio de la ciudad.
Nuevas empresas innovadoras están cambiando la manera en la que pensamos sobre el transporte urbano, pero el modelo público de alquiler también tiene ventajas. Las estaciones de bicicletas se encuentran cerca o en estaciones de metro y se devuelven en estaciones de bicicletas. Las bicicletas también se pueden mueven si es necesario, lo que hace que el alquiler de bicicletas públicas sea una forma confiable de transporte. Chen es director de comunicación en una gran empresa tecnológica con sede en un parque de alta tecnología ubicado en Shangdì, al noroeste de Beijing. Como muchos otros en Beijig, él depende del transporte público. Después de salir de la estación de metro, Chen alquila una bicicleta pública para llegar a su oficina en el centro, que está situado a 1 milla de distancia. Chen puede llegar al trabajo sin retrasos y ahorrar tiempo al evitar el tráfico de la ciudad.
El sistema de compartir las bicicleta está ganando popularidad en China, pero al igual que el resto de la economía compartida, hay retos y consecuencias que deben superarse si Ofo y Mobike quieren ser modelos de negocio exitosos. La confianza y la seguridad son temas importantes para la economía compartida. El tiempo es otro problema para los usuarios de bicicletas en Beijing, sobre todo en invierno, cuando hace frío y las calles están heladas. Las bicicletas a veces se pierden o se dañan, lo que es costoso para un servicio como Mobike. Muchos jóvenes chinos todavía prefieren el lujo de poseer un coche, y las empresas deben garantizar que los precios son bajos para atraer a un grupo demográfico más joven y asegurar que los clientes repiten. La economía compartida es sin duda prometedora, pero el futuro de este modelo de negocio sigue siendo un tanto incierto.
(Web editor: Elena G., Rocío Huang)