Barrio chino más antiguo de México preserva cultura y tradiciones

Actualizado a las 14/02/2017 - 16:13

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Por Edna Alcántara y Ni Ruijie

MEXICALI, México, 13 feb (Xinhua) -- "Chinesca", el barrio chino más antiguo de México y ubicado en la fronteriza ciudad de Mexicali, ha tenido una importante contribución al desarrollo económico y social de la localidad, además de mantener las tradiciones y cultura del país asiático.

Mexicali, capital del estado de Baja California (noroeste), se fue formando a finales del siglo XIX y principios del siglo XX con la llegada de unos 30.000 trabajadores chinos procedentes de Cantón (sur de China) y de Estados Unidos.

Según explicó a Xinhua Lenng Sin On, presidente de la Asociación China en Mexicali, la llegada de los chinos se inició a mediados del siglo XIX con la construcción del ferrocarril en California y luego con la empresa ferroviaria "Colorado Rail Road Company", que contrató a chinos para las obras hídricas en el Valle Imperial, también en California.

La empresa rentó entre 300 y 400 hectáreas de cultivo en el valle de Mexicali para arrendarlas a los inmigrantes asiáticos, quienes a su vez contrataban a jornaleros chinos de menores recursos para trabajar en los campos de algodón, relató.

Con el paso del tiempo Mexicali fue tomando forma. A partir de los años 30 del siglo pasado, muchos de los habitantes de origen asiático iniciaron todo tipo de negocios, como lavanderías y tiendas, después de que en México se decidiera que ya no se dedicaran a la siembra.

La principal actividad se centró en la comida y, por este motivo, en esta ciudad se encuentran los restaurantes más antiguos, con platos tradicionales para satisfacer a los paladares más exigentes. Algunos guisos con ingredientes mexicanos amplían la oferta para complacer también a los locales.

En pleno corazón de Mexicali se encuentra el edificio de la Asociación de China, inaugurado en 1919 y que desde 1925 funciona además como escuela.

La infraestructura, de dos pisos, cuenta con seis salones de clase, un auditorio, una biblioteca, una cocina, un altar y hasta un pequeño museo con objetos chinos como cuchillos, instrumentos musicales, radios antiguas, fichas de ajedrez y documentos de los primeros migrantes.

"La intención es que los migrantes que llegan se vayan adaptando y que los que nacen en México de origen chino tengan presentes las tradiciones, cultura e idioma", explicó Lenng Sin On, nacido ya en Ensenada y cuyo nombre en español es Esteban León.

La escuela abre los fines de semana y, en sus aulas, unos 200 niños de entre primero y sexto grado, además de algún adolescente e incluso un adulto, perfeccionan el idioma chino. También se les enseña a mejorar su español, además de música y aritmética.

"Les enseñamos mandarín con maestras tituladas en China. Las clases son los fines de semana para evitar conflictos de horario con las escuelas normales", aclaró.

Lucky es un niño de 10 años que habla inglés, español y cantonés. Ahora espera aprender el mandarín, pues según contó a Xinhua, quiere ser maestro y "chef".

Uno de sus compañeros, Angel, cuya familia procede también de China y lleva ya cuatro generaciones en México, está aquí por deseo de su abuela, que quiere que conozca todo lo posible de su país de origen.

De acuerdo con Lenng Sin On, el objetivo es que todos los alumnos "tengan al terminar el curso una base para empezar, pues salen con entre 500 y 700 caracteres".

Este lugar lleva a cabo otras actividades culturales y celebra fechas como el Año Nuevo solar y el lunar, en los que participan los habitantes de la localidad, los cuales, puntualizó, "cada día muestran su interés en las tradiciones, el mandarín y la historia de China".