Victoria de Macron genera alivio en algunos aliados europeos

Actualizado a las 09/05/2017 - 09:25

Palabras clave：

BRUSELAS, 8 may (Xinhua) -- El triunfo del domingo de Emmanuel Macron para convertirse en presidente de Francia generó alivio entre algunos aliados europeos.

Con la derrota de la candidata Marine Le Pen del Frente Nacional de extrema derecha que había amenazado con sacar a Francia de la Unión Europea (UE), la enfática victoria del centro tranquilizó a quienes temían que se produjera una nueva conmoción populista tras el voto británico a favor de deja la UE.

El triunfo de Macron ciertamente es buena noticia para los simpatizantes políticos del proyecto europeo pues su programa se centra en una integración más profunda y una mejor cooperación entre los diferentes países de la UE.

Macron ha refirmado de manera constante la idea europea y ha planteado la posibilidad de que Francia y Alemania revivan el idealismo europeo.

A través de su vocero, la canciller alemana Angela Merkel describió de inmediato la victoria de Macron como "una victoria en favor de una Europa fuerte y unida".

El primer ministro de Bélgica, Charles Michel, dijo que la victoria de Macron es también un "claro rechazo" a un "peligroso plan de retirada de Europa".

Luego de la victoria del primer ministro Mark Rutte sobre el candidato de la extrema derecha Geert Wilders en la elección holandesa y del reciente colapso del euroescéptico Partido de la Independencia de Reino Unido en las elecciones locales británicas, Francia está optando "por un proyecto encaminado hacia una Europa mejor", dijo Michel.

Macron ofrece una visión optimista favorable a las empresas y a Europa con una mirada hacia el exterior.

Macron ha estado entre quienes defienden la creación de un presupuesto de la eurozona controlado por un ministro de finanzas de la eurozona y la flotación de eurobonos para impulsar la convergencia económica y reducir la brecha norte-sur de la UE.

Las convicciones de Macron favorables a la UE constituyen un problema potencial para la primera ministra británica Theresa May y sus negociadores del Brexit. Macron no está a favor de un Brexit duro, pero será un negociador difícil en las conversaciones británicas para la salida de la UE, dijo el principal asesor económico del presidente electo, Jean Pisani-Ferry.

Pisani-Ferry dijo que Reino Unido y Europa tienen un "interés compartido" de mantener la prosperidad económica.

El año pasado, Macron reaccionó con consternación ante la perspectiva de la salida británica de la UE y describió el resultado del referendo como un "crimen" por el cual Reino Unido debe ser castigado con una "salida total".

Aunque apoya a la UE, Macron amenazó también con considerar la salida de Francia del bloque si la UE no se reforma.

Denis MacShane, ex ministro para Europa del ex primer ministro británico Tony Blair, dijo que "Macron ha ubicado la necesidad de reformar y de revitalizar Europa en el primer lugar de todos sus discursos y en su reunión electoral".

"Ha sido muy duro con el Brexit, lo ha descrito como un 'crimen' y ha señalado que no puede haber concesiones para Reino Unido, el cual no debe beneficiarse con el Brexit".

Giles Merritt, muy respetado comentarista de la UE con sede en Bruselas, dijo que "obtener una victoria electoral dramática sin el apoyo de un partido convencional y sin miembros del Parlamento, apunta hacia cambios significativos en el panorama político de Francia".

Las elecciones legislativas del mes próximo para la Asamblea Nacional serán una guía más clara. Si los candidatos que hagan campaña con el estandarte del nuevo movimiento En Marche (En Marcha) de Macron se convierten en un bloque parlamentario sustancial, entonces el nuevo presidente de Francia será en efecto alguien que establece tendencias, dijo Merritt.

Pero el revés sufrido por el populismo no necesariamente significa que esté derrotado. La postura favorable a Europa de Macron como candidato presidencial ahora tiene que ser apoyada por los votantes franceses en la próxima ronda de elecciones parlamentarias y después convertirse en políticas sólidas en relación con la UE.