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Vivas, un personaje fuera de lo común en el fútbol

BUENOS AIRES, 3 ene (Xinhua) -- Nelson Vivas era un personaje muy especial en el fútbol argentino. ¿Por qué el tiempo pasado? Porque el ex jugador y entrenador decidió alejarse de la actividad por una razón muy peculiar.

Su hija menor fue quien lo animó a tomar la drástica medida: tenía una oferta para dirigir en la Universidad Católica de Chile, un grande de la nación trasandina, pero ella le pidió que no se fuera del país.

Vivas, de 48 años y mundialista en Francia 1998 con la selección nacional, se cansó de las exigencias del ambiente del fútbol y de las miserias que rodean al deporte más popular de la Argentina.

"No merezco un insulto o un escupitajo de parte de un hincha (NdR: aficionado)", argumentó en las últimas horas.

Su último trabajo como entrenador fue en Defensa y Justicia, un modesto equipo del sur del conurbano bonaerense, adonde dirigió apenas seis partidos.

Tras una derrota en la Superliga, 1-3 ante Colón de Santa Fe a fines de septiembre pasado, discutió con el hijo del presidente del club y pegó el portazo.

"Hay cosas que yo no puedo soportar", justificó y apuntó contra el dirigente: "Diego Lemme se acercó luego del partido al ómnibus y me hizo algunos comentarios que son inapropiados para el rol que ejerce cada uno".

Al respecto, enfatizó: "Invadió mil rol y traspasó una línea que tiene que ver con el respeto".

Vivas contaba como antecedente más de un año y medio de trabajo en Estudiantes de La Plata (2016-2017), adonde tuvo a un emblema (Juan Sebastián Verón, tres veces mundialista) como presidente.

En este conjunto (campeón de la Copa Libertadores de América en cuatro ocasiones: 1968, 1969, 1970 y 2009), protagonizó un episodio recordado.

Disgustado con un fallo arbitral, se desprendió la camisa violentamente en medio del partido e hizo volar los botones, al estilo "El Increíble Hulk", la célebre serie estadounidense del los '80, tras ser expulsado.

Su final en la institución albirroja fue poco feliz: se fue tras la humillante eliminación en la Copa Argentina ante el humilde Pacífico de Mendoza, del Federal B, una categoría menor de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Vivas había asumido en Estudiantes a fines de diciembre de 2015, en reemplazo del ex defensa del Barcelona de España Gabriel Milito.

No obstante, su debut en la dirección técnica había sido en Quilmes, otro elenco del sur del Gran Buenos Aires, en el que también atravesó contratiempos.

Un incidente marcó su escasa paciencia: harto de que un aficionado de su equipo lo insultara, lo fue a buscar a las graderías y lo atacó a trompadas.

"El contexto del fútbol es muy desfavorable. Por eso prefiero alejarme para estar más tranquilo. Es necesario replantearse cosas", explicó ahora el ex DT de Quilmes, Estudiantes y Defensa y Justicia

Para reforzar su idea, amplió: "Considero que el ambiente del fútbol está contaminado. Los proyectos son palabras que se utilizan y que no son reales. Se vive por los resultados".

"Tenía pactada una reunión con la Universidad Católica para ver si podía asumir el cargo. Pero mi hija más chica pidió que no me vaya y desestimé la reunión. Puedo vivir más tranquilo haciendo otra cosa que no sea dirigir", dijo.

Como futbolista, Vivas pasó por Quilmes (1990-1994) y por los dos clubes más populares de la Argentina: Boca Juniors (1994-1997) y River Plate (2003).

También se desempeñó en Lugano de Suiza (1997-1998), Arsenal de Inglaterra (1998-1999), Celta de Vigo, España (2000), Arsenal (2000-2001) e Inter de Milán, Italia (2001-2002).

Finalmente, terminó su carrera en el conjunto donde se inició: Quilmes (2004-2005).

En el seleccionado argentino jugó 39 partidos entre 1998 y 2003, con un gol, y fue titular en cuatro de los cinco encuentros que disputó la albiceleste en Francia 1998, donde quedó eliminada por Holanda en cuartos de final.

Siempre fue un jugador discutido por la afición, pero lo que nunca se puso en duda fue su garra, que quedó en evidencia en una acción ante el estelar Rivaldo, la estrella brasileña, en 2001, en Buenos Aires.

Luego de que el astro pusiera la pierna fuerte, el argentino amagó con golpearlo y lo insultó, con su rostro transformado, al estilo Nelson Vivas, ese mismo estilo con el que decidió alejarse del fútbol. Al menos por ahora.