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Éxito en taquilla de "Operation Red Sea" refleja triunfo en misión de rescate en Yemen

Actualizado a las 14/03/2018 - 09:16
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BEIJING, 13 mar (Xinhua) -- La película de acción china "Operation Red Sea", centrada en una misión antiterrorista, ha recaudado más de 3.360 millones de yuanes (531 millones de dólares), convirtiéndose en el tercer filme más exitoso en materia de audiencia en toda la historia cinematográfica del país, según Maoyan, una reputada base de datos y plataforma para la compra de boletos del país asiático.

En Douban, la principal plataforma de calificación de películas, la cinta cuenta con un puntaje de 8,5 sobre 10, con base en las evaluaciones aportadas por más de 318.000 cinéfilos.

Muchos de los comentarios en Douban destacan la tensa trama de la película, realizada a un costo de 500 millones de yuanes, así como el realismo de las escenas de combates armados. Muchos de quienes la vieron confesaron que luego se volcaron a Internet en busca de referencias sobre la evacuación de cientos de ciudadanos chinos y de otros países de Yemen a finales de marzo de 2015, sobre la cual se basa el guión.

A pesar de que ya han pasado tres años, la operación esta viva en la memoria de los chinos. Y justamente el lunes, el Diario del Ejército Popular de Liberación (EPL) reveló algunos de sus detalles.

De acuerdo con el rotativo, cuando estalló la guerra en el país árabe en 2015, la cifra de víctimas civiles empezó a aumentar rápidamente, en tanto que los contactos con el resto del mundo se fueron extinguiendo y la situación de los extranjeros radicados allí se agravaba al minuto.

El 27 de marzo, la Flota 19, que estaba patrullando el Golfo de Adén y las aguas alrededor de Somalia, pasó de situación de escolta a situación de preparación para el combate. La Armada del EPL le ordenó prepararse para rescatar a los compatriotas.

Esa fue la primera ocasión en que China utilizó barcos de guerra para evacuar a sus ciudadanos de un país en guerra, y también la primera vez que evacuó extranjeros empleados por empresas chinas desde 1949, año en que fue fundada la República Popular China.

El 29 de marzo, aviones de guerra de Arabia Saudita cruzaban los cielos yemeníes, militantes en lanchas rápidas pasaban cerca de la flota disparando, y a lo lejos, en las montañas, se alcanzaban a escuchar explosiones.

La fragata Linyi se internó en aguas territoriales de Yemen con sus ametralladoras montadas y sus francotiradores listos para entrar en acción. En solo 39 minutos, 124 ciudadanos chinos y extranjeros estaban a salvo abordo del navío.

Las operaciones que siguieron no estuvieron exentas de desafíos. La fragata Weifang normalmente movilizaba poco más de 200 tripulantes, pero de repente debió abrir espacio para más de 700 personas.

La tripulación cedió sus camarotes a los evacuados, quienes fueron distribuidos en diferentes áreas separadas con base en su género, lugar de trabajo y nacionalidad, entre otros factores.

Desde el capitán hasta los marineros rasos, todo el personal de la fragata tomaba sus turnos de descanso en los corredores o en las áreas comunes, lo que conmovió hasta el llanto a quienes habían sido rescatados.

"Cuando se trata de ayuda humanitaria, China siempre tiende su mano a todos los países", asegura el artículo del periódico.

El aeropuerto de Saná, la capital yemení, estaba destruido, por lo que los vuelos desde las islas de Socotra fueron suspendidos. Sin embargo, era necesario llegar allí, debido a que siete médicos y dos turistas chinos habían quedado varados. Además, China recibió una petición del gobierno japonés para evacuar a uno de sus ciudadanos, que también estaba atrapado en las islas.

Tras coordinar entre todas las partes concernidas, y recibir la aprobación del gobierno local de Socotra, una embarcación de la guardia costera china evacuó a los nueve chinos, y también al ciudadano japonés.

En un lapso de 12 días, la Armada china ayudó a evacuar a más de 620 de sus nacionales y más de 270 personas de otros 15 países.

Los evacuados, sin importar su nacionalidad, color de piel o etnia, fueron recibidos con hospitalidad y tratados con la mayor consideración, destaca el diario.

"Cuando vi el barco acercándose al puerto sentí ganas de llorar. Nunca me hubiera imaginado que un buque de guerra llegaría a rescatarnos. Parecía una película", dijo al periódico Deng Lingling, una de las ciudadanas chinas rescatadas.

Un usuario de Douban que firma con el nombre de Taoliyaodeshu, escribió: "El subtítulo de la película es perfecto; 'Los intrépidos no le temen a nada, los fuertes son invencibles'. Saludo a la Armada china y a nuestra patria. Dondequiera que estén, la patria siempre estará con ustedes".  

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