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La vigilancia en el metro de Beijing protege a las mujeres de los acosadores

Pueblo en Línea  2018:08:06.14:40

Coche exclusivo para mujeres en el metro de Shenzhen, provincia de Guangdong. [Foto: XINHUA]

Por Zhang Yi

Beijing, 06/08/2018 (Pueblo en Línea) – Liu Dapeng ha pasado este verano de la misma manera que pasó el último: a la caza de pervertidos que acosan a las mujeres dentro de los abarrotados coches del metro.

Él forma parte de una decena de policías vestidos de civil que patrullan diariamente la vasta red de trenes de Beijing para prevenir delitos en el metro como el acoso o la agresión sexual a mujeres, cuya incidencia alcanza su pico más alto durante el verano.

Esta campaña fue implementada en junio del año pasado en Beijing por la Comisaría de Policía de Sihui del distrito de Chaoyang. Luego, en los dos meses siguientes se extendió por toda la ciudad. Actualmente hay 20 estaciones que asignan recursos al patrullaje secreto dentro del metro urbano de la capital china.

Hasta el momento, 155 hombres han sido multados o detenidos entre cinco y quince días por haber sido capturados acosando a las mujeres en el metro. Este es un castigo extrajudicial que se utiliza principalmente para delitos menores.

Liu, quien fue el primero en sugerir que se intensificaran las patrullas durante el verano, forma parte de un equipo que cubre nueve estaciones del extenso metro de Beijing. Las estaciones a su cuidado tienen un flujo diario promedio de 2,1 millones de pasajeros.

Liu confiesa que se ha especializado en detectar a un posible acosador que busca pasar inadvertido entre la multitud.

"Actúan de manera extraña", explica. “En comparación con la mayoría de los viajeros que les interesa entrar o salir del tren lo más rápido posible, vagan por las plataformas en busca de sus objetivos."

Liu afirma que han encontrado sospechosos exhibiéndose, tomando fotos de las faldas e incluso haciendo deliberado contacto físico con sus víctimas.

Mientras que la detección de los delincuentes potenciales se ha convertido en algo sencillo, probarlo no es fácil.

La grabación en vídeo es la prueba más potente y directa. Liu reveló que los oficiales encubiertos operan en tríos y filman a los sospechosos desde múltiples ángulo. Si hay evidencia física, como fluidos corporales, detienen de inmediato al sospechoso.

El 29 de junio a las 8:45 de la mañana, Liu identificó a un hombre que se apretaba entre dos mujeres que vestían faldas mientras abordaban un tren lleno de gente en la estación de la Universidad de Comunicación de China. Una vez situado dentro del coche, el sospechoso puso una mano entre las caderas de las mujeres, fingiendo que la pose era accidental, y después colocó la otra mano en su entrepierna.

Liu y sus colegas filmaron el hecho. Cuando el tren llegó a la estación Sihui -unos 15 minutos más tarde- el hombre fue detenido y las mujeres accedieron a declarar en su contra. Por esta razón, el hombre estuvo detenido.

"Ser capaz de detener a un depravado en sólo 15 minutos no es la norma. Casi siempre hace falta mucho tiempo, energía y el trabajo de varios oficiales para lograr tener pruebas irrefutables”, indica Liu.

En una encuesta en línea realizada el año pasado por el Diario de la Juventud de China, de 2.023 personas -55 por ciento de los cuales eran mujeres- el 53 por ciento afirmó que ellas o sus amigas habían experimentado acoso sexual en el metro.

Huang Qiongyu asegura que un hombre había filmado en secreto un video de ella en un metro de Beijing en mayo, pero ella no se había dado cuenta. Un pasajero cercano le advirtió sobre ese hombre cuando salió del metro.

"Me sentí irritada y sin palabras", confiesa. "La gente que estaba a mi alrededor permanecieron ajenas al asunto. Consideraban que no tenían la culpa ni era asunto suyo."

Xu Weina, otra pasajera del metro de Beijing, recuerda que un hombre la tocó varias veces en el metro, fingiendo que no era intencional. "Todo el mundo a mi alrededor estaban metido en sus teléfonos, así que nadie se dio cuenta. Me sentí asustada e indefensa. Aparte de bajarme en la siguiente parada, no tenía ni idea de qué otra cosa hacer."

La encuesta también detectó que las primeras cosas que las personas dijeron que harían frente a tales cosas son pedir ayuda al personal de seguridad (63 por ciento), gritar para llamar la atención (59 por ciento), y tomar evidencia fotográfica e informar a la policía (54 por ciento). El seis por ciento dijo que permanecería en silencio.

Sin embargo, Liu dijo que en realidad muchas víctimas femeninas permanecen en silencio o no están disponiendo de cooperar con los investigadores, haciendo que la investigación sea más difícil.

"Algunos se sienten avergonzados o deshonrados al hablar de ello, y algunos tienen prisa por ponerse a trabajar. Tenemos que hacer mucho para persuadirlos. Es frustrante liberar a los sospechosos por falta de pruebas ", dijo.

En junio del año pasado, Chu Yan, una agente de policía del equipo de Liu, sospechó que una mujer estaba siendo acosada por un pasajero en el metro. Para evitar avergonzarla, ella tecleó en su teléfono "Soy policía. ¿Estás siendo molestada?”, y se lo mostró a la mujer que asintió con la cabeza y mecanografió su número en el teléfono de Chu.

Chu detuvo al sospechoso, pero cuando llamó varias veces a la agredida para obtener una declaración, la víctima se negó e incluso advirtió que si Chu la seguía llamando, ella presentaría una queja. El sospechoso fue liberado en 24 horas debido a falta de pruebas.

Un mes más tarde, el mismo hombre fue detenido de nuevo y la nueva víctima declaró en su contra. Después de eso, Chu informó a la primera víctima del resultado. Ella le respondió que lo sentía y expresó su gratitud.

Chu, quien supervisa interrogatorios sospechosos y entrevistas de víctimas para el Escuadrón Sihui, indicó que las mujeres tienden a mostrar menos preocupación y hablar más directamente con ella que con sus colegas varones.

"Cuando los sospechosos no admiten lo que han hecho, les pido que piensen acerca de qué pasaría si eso le ocurriera a su esposa o parientes. Por lo general, se muestran emocionales", agregó. "Usualmente ese paso provoca una confesión."

Liu precisó que la campaña, que se intensifica siempre durante el verano y también se intensificó el año pasado en los meses de invierno, ha tenido buenos resultados y ha contribuído a reducir las incidencias de acoso sexual en el metro de la capital. La mayoría de los sospechosos que son castigados, toman consciencia de sus problemas después de la reeducación. Y hay pocos reincidentes.

Sin embargo, a medida que la red de subterráneos de Beijing continúa expandiéndose, para mantener la guardia en alto, la policía ha diseñado un mecanismo cooperativo con custodios en plataformas y coches dentro del metro que puedan denunciar actividades sospechosas, incluyendo el acoso sexual.

En junio del año pasado, Beijing desplegó un programa piloto que incluyó 1.100 custodios en dos líneas del metro. Ellos tienen un permiso emitido por las oficinas de seguridad pública.

Cada custodio vigila dos vagones y su misión es enfrentar comportamientos incivilizados como las peleas, discusiones y ayudar en situaciones de emergencia que requieren evacuación.

En junio, Beijing desplegó otros 2.000 efectivos, aunque todavía no se ha cubierto toda la red del vasto metro capitalino.

Mu Haitao, jefe adjunto de seguridad del metro que opera las líneas 4, 14 y 16, así como la línea Daxing, indicó que los custodios no son oficiales de la policía y no tienen el poder de aplicar la ley, aunque sí de apoyar cuando sea necesario.

"Si los pasajeros callan lo que pasa, los custodios no podrán notar esos casos en los coches llenos de gente. Si piden ayuda, los custodios auxiliarán para detener al sospechoso e informar a la policía para que lo arresten de manera oportuna”, indicó.

Liu aconsejó que en las horas punta, las mujeres deben tratar de aglomerarse cerca de otras mujeres, evitando rodearse de hombres. Y si son acosadas o abusadas, primer deben tratar de protegerse. Si no están seguras acerca de la conducta inapropiada del sospechoso, lo mejor es demostrarles enfado y luego alejarse. Los pervertidos suelen ser tímidos.

“Las mujeres deben evitar entrar en serios conflictos con los sospechosos de acoso y pedirle ayuda a otros pasajeros o a los custodios del metro”, indicó Liu. 

(Web editor: Rosa Liu, Rocío Huang)

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