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ESPECIAL: La música alumbra las coincidencias culturales entre China y España en los años 70

Actualizado a las 17/09/2018 - 07:30
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MADRID, 16 sep (Xinhua) -- La exposición "El Futuro ya está aquí: frenesí musical de Madrid a Pekín" alumbra a través de un recorrido musical las coincidencias culturales que se vivieron en España y China entre los años 70 y los 90, una época especialmente intensa debido a los cambios que experimentaron ambos países.

"Las coincidencias entre los dos países residen en que ambos tuvieron una transformación cultural que impactó en los artistas. Ellos han sido los pioneros en trasladar este cambio al resto de la población, iban por delante de todo", explicó el artista videógrafo Wen Pulin en entrevista exclusiva con Xinhua.

Wen, que vivió con su cámara esa época de florecimiento cultural en China, comparte espacio con decenas de pósters, fotografías, vídeos, documentales y otro tipo de testigos materiales de cómo cambió el país durante esas épocas, un proceso que también vivió España.

"Para mí lo más importante es que se vea la convivencia en la misma época de dos movimientos, tanto en España como en mi país. Es una época apasionante", incidió.

Porque esa explosión china tuvo su réplica en la llamada "Movida madrileña", un movimiento contracultural surgido durante los primeros años de la transición hacia la democracia en España que surgió después de la muerte de Francisco Franco, quien gobernó España durante los años 1939-1975.

Pocas personas conocen esa época mejor que Jesús Ordovás, un locutor musical que a través de la música que pinchaba en las ondas, ayudó a transmitir a los jóvenes la energía de aquella revolución estética.

Ordovás presentó el simposio que dio inicio a la inauguración y subrayó la importancia de la cultura a la hora de generar una identidad cultural.

Uno de esos jóvenes a los que marcó la propuesta cultural y musical que encabezaba Ordovás fue el periodista Rafael Cañas, que eligió las obras españolas que se equiparan a las chinas y que vivió muchos años en Beijing.

"Elegir obras españolas para el público chino ha sido muy gratificante, porque ha sido muy bonito bucear en mis recuerdos de adolescentes y recordar cómo veía a los músicos y artistas españoles", comentó.

En ese tiempo, incidió Cañas, hubo en España un grupo social que dio un paso adelante después de varios años de cierta marginalidad.

"Empezaba a haber una clara visibilidad femenina en posiciones protagonistas, de mujeres fuertes que no solo cantaban, sino que tocaban guitarras, aporreaban la batería y tenían un protagonismo musical en España", resaltó.

Hasta el 13 de octubre, el Instituto Confucio de Madrid reivindica, durante un mes, con una compuestísima exposición, proyecciones y charlas, que las revoluciones juveniles culturales de España y China tuvieron un camino común pese a los miles de kilómetros que las separaban.  

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