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ENTREVISTA: Frente Amplio afronta elección más compleja desde que gobierna Uruguay

Por Gerardo Laborde

MONTEVIDEO, 13 sep (Xinhua) -- El Frente Amplio (FA) de Uruguay afronta la campaña electoral más compleja desde que llegó al gobierno en 2005, y se enfrenta a un bloque opositor que confía en derrotar a la izquierda en una segunda vuelta.

El politólogo e investigador del Instituto de Ciencia Política de la Universidad de la República (Udelar), Antonio Cardarello, dijo a Xinhua que el FA tiene una estructura partidaria que buscará reconquistar a sus "desencantados".

Si bien la intención de voto del oficialismo "creció en las últimas mediciones, está bastante por debajo de la que registraba hace cinco años", poco antes de resultar electo el hoy presidente Tabaré Vázquez, observó el investigador.

Esa caída responde a "la evaluación de la gestión del Gobierno, la percepción del desempeño de la economía y la preocupación por temas como el desempleo y la seguridad, que marcan carencias de la gestión".

Para el ministro de Economía y exvicepresidente, Danilo Astori, el descontento responde a un "desgaste" natural y al hecho de que "la mejora" de los indicadores sociales y económicos "que el FA construyó en estos 15 años alimenta ambiciones", según sus declaraciones al semanario local "Búsqueda".

DESENCANTADOS

La heterogénea coalición oficialista de socialistas, comunistas, exguerrilleros tupamaros y socialdemócratas se mantendría como primera fuerza política, aunque puede perder la mayoría parlamentaria e iría a un balotaje en el que la oposición votaría unida.

Con el FA en el gobierno, primero con Vázquez (2005-2010), luego con José Mujica (2010-2015) y ahora otra vez con Vázquez (2015-2020), se registró el mayor ciclo de crecimiento económico, de aumento del poder adquisitivo y de disminución de la pobreza.

Pero el desgaste del poder y un estancamiento de la economía que comenzó en 2015 llevó a que perdiera a casi un tercio de quienes lo votaron en las anteriores tres elecciones.

La esperanza de los frenteamplistas la encarna Daniel Martínez, de 62 años, ingeniero y exintendente de Montevideo que sobresale como la "renovación" ante los viejos liderazgos.

Los distintos sondeos le asignan a su candidatura presidencial, que promete dar un nuevo impulso a la era progresista, un mínimo de intención de voto de un 29 por ciento y un máximo de 39 por ciento.

Quienes quieren un cambio en Uruguay ven con optimismo la carrera de Luis Lacalle Pou, de 46 años, del Partido Nacional (PN), y quien desde el Senado ha cuestionado los resultados de la gestión oficial en cuanto a seguridad, educación y empleo.

Al PN los sondeos le otorgan un piso de 24 y un techo de 26, al histórico Partido Colorado (PC) del economista Ernesto Talvi entre 15 y 22, y a Cabildo Abierto (CA), del general Guido Manini Ríos, entre 8 y 12.

Sin embargo, ni el PN ni el PC pueden caer en triunfalismos.

"Marcan más o menos lo mismo" que en 2014, y solo podrían ganar con la ayuda de CA, que a pocos meses de su fundación logró una porción clave del electorado aglutinando a sectores conservadores bajo el mando del excomandante del Ejército Manini.

Para Cardarello, los electores que abandonaron al FA "todavía no manifiestan preferencia, la ocultan o se inclinan más por otros partidos o (el nuevo partido) Cabildo Abierto".

"Es probable que la maquinaria del FA recién esté empezando a moverse", indicó en entrevista con Xinhua.

La coalición fundada en 1971 tiene "una estructura formidable de gente y locales en todo el país" y "hay que ver si eso tiene el mismo impacto que en 2014 y logra convencer a esos electores desencantados".

¿MARTINEZ O LACALLE?

Las elecciones internas del 30 de junio confirmaron el liderazgo de Martínez y ratificaron el de Lacalle Pou.

Martínez encabeza un proceso de renovación de los viejos máximos dirigentes frenteamplistas: Vázquez (79), Mujica (84) y Astori (79).

"Los partidos cuando llegan a un proceso de renovación se enfrentan a un proceso de incertidumbre", opinó Cardarello.

Evaluó además que, si bien el exgobernante de la capital "es uno de los actores políticos que tiene mayor saldo de aprobación-desaprobación", todavía "no está al nivel (de los viejos líderes) en la captación de adhesión".

Su rival, Lacalle Pou, viene de una tradicional familia política y es hijo del expresidente Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995).

Lacalle Pou "muestra rasgos de maduración respecto a la anterior campaña", cuando sorprendió al ganar la elección interna posicionándose como un candidato novato (ni siquiera había alcanzado el Senado) con un discurso de propuesta y conciliador.

"Se está manejando mejor, con declaraciones más medidas", y "ya cuenta con cinco años de visualización como líder de oposición", sostuvo el investigador.

Todo hace pensar que está bastante más difícil para el FA mantener el gobierno", resumió Cardarello.

"Con los datos de las encuestas que tenemos hoy lo más probable es que haya una alternancia en el Gobierno. Y el favorito de la oposición, el que va recogiendo mayor adhesión, sigue siendo al día de hoy Lacalle Pou", expresó.