Trabajadores autónomos en Argentina buscan mantener ingresos durante cuarentena por COVID-19

Xinhua  2020:04:05.10:04

BUENOS AIRES, 4 abr (Xinhua) -- Trabajadores autónomos e informales de Argentina, que constituyen más del 45 por ciento de la fuerza laboral del país, han recurrido a la imaginación para tratar de subsistir durante la cuarentena obligatoria para evitar la propagación del nuevo coronavirus.

Con una tasa de desempleo del 8,9 por ciento, según el dato oficial más reciente, el aislamiento social preventivo y obligatorio que rige en Argentina por la COVID-19 hasta el 12 de abril próximo generó incertidumbre en aquellos que dependen de recorrer las vías públicas, de visitar domicilios para hacer reparaciones o de quienes deben organizar reuniones para vender distintos productos.

Sergio Amado, un taxista de la ciudad de Morón, al oeste del Gran Buenos Aires, contó a Xinhua que, pese a que tiene permiso oficial para circular, "la cantidad de viajes bajó mucho".

"Antes tenía pedidos de viajes a toda hora, jubilados de día, oficinistas de tarde y jóvenes que iban a bailar durante la noche. Ahora mi labor se limita a llevar jubilados al banco", señaló.

Según un informe reciente del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) sobre la base de datos del estatal Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) "el 22 por ciento de los hogares tiene como jefe a un asalariado no registrado y el 23 por ciento de los hogares tiene como jefe a un cuentapropista".

En esa línea, el titular del IDESA, Jorge Colina, dijo en el informe que "en países desarrollados, un confinamiento acotado en tiempo y espacio es posible porque tienen espacio fiscal para subsidiar a las empresas y las familias viven del ingreso formal. Pero en Argentina, con un sector público quebrado y la mayoría de las familias viviendo de la informalidad, el remedio será peor que la enfermedad".

"Es recomendable agudizar la creatividad para adoptar medidas preventivas alternativas que produzcan menos daño social", propuso.

El economista y periodista Ismael Bermúdez dijo por su parte que "la cuarentena no es igual para un asalariado en blanco que para el que trabaja en la informalidad o 'en negro'. Hay una diferencia fundamental, los asalariados formales tienen garantizados sus ingresos, según una resolución del Ministerio de Trabajo".

Por su parte, Carolina Novas, dueña del local Hindi Pastelería, en el barrio Villa del Parque, contó a Xinhua que "durante la cuarentena cambiamos el enfoque, que estos días es fidelizar a los clientes y que otros nos conozcan en nuestro perfil de Instagram".

"No realizamos envíos estos días para no exponer a ningún empleado de servicios de mensajería porque entendemos que los nuestros no son productos de primera necesidad. Entonces, la propuesta es ofrecer recetas e ideas de comidas en línea para divertirnos entre todos en esta cuarentena", dijo.

En tanto, Diego de Virgilio, quien trabaja como armador de muebles para una carpintería, dijo a Xinhua que no cuenta con permiso de circulación porque esa actividad no fue considerada "esencial".

"Me tuve que adaptar e improvisar un poco. Ahora no puedo casa por casa armando muebles, por lo que sumé otra actividad, vendo cacerolas de diseño por Internet, y un servicio de envíos en línea las traslada en motocicleta", expresó.

Para auxiliar a los sectores de la población que carecen de empleo registrado, el gobierno anunció un Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), de 10 mil pesos (unos 155 dólares), que comenzó a pagar el viernes 3 de abril.

Argentina ha confirmado hasta el momento un total de 1.353 casos confirmados de la COVID-19, de los cuales 266 se recuperaron y 42 fallecieron.