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“La cooperación entre científicos de todo el mundo es necesaria para encontrar respuestas”, asegura Wang Yanyi, directora del Instituto de Virología de Wuhan

Pueblo en Línea  2020:05:25.16:19

Foto: captura de pantalla del video de CGTN.

Wuhan, 25/05/2020 (El Pueblo en Línea) - Desde que el nuevo coronavirus comenzó a expandirse por el mundo, el Instituto de Virología de Wuhan ha estado en el ojo de la tormenta. Este virus, de etiología desconocida, ha infectado hasta ahora más de cinco millones de personas en todo el mundo y provocado 338.000 fallecidos. Azotando a la humanidad con la enfermedad COVID-19, el nuevo coronavirus ha forzado a que los países tengan que asumir largas cuarentenas, ha paralizado las economías, ralentizado la vida y creado una gran incertidumbre.

Desde que se notificaron en diciembre pasado los primeros casos, los científicos han corrido contra reloj para encontrar los orígenes del virus y desarrollar una vacuna. Mientras tanto, el reparto de culpas no cesa con teorías de la conspiración que rumoran que el virus se "escapó" desde el Instituto de Virología de Wuhan y que China "oculta" información crucial. Todo esto, a pesar de las repetidas afirmaciones de los científicos que afirman que el virus tiene un origen natural.

Wang Yanyi, inmunóloga y directora del Instituto de Virología de Wuhan, recientemente dialogó con CGTN sobre estos rumores, expresó su punto de vista sobre el brote y destacó los progresos en la cooperación con sus homólogos internacionales.

Sobre la posibilidad de que el nuevo coronavirus se haya escapado del Instituto de Virología de Wuhan, Wang afirmó que esa hipótesis “es pura fabricación” y se pregunta “¿Cómo pudo haberse filtrado de nuestro laboratorio si nunca lo tuvimos?”

“Nuestro instituto recibió por primera vez la muestra clínica de la neumonía desconocida el 30 de diciembre del año pasado. Después de comprobar el patógeno dentro de la muestra, encontramos que contenía un nuevo coronavirus, que ahora se llama SARS-CoV-2”, explica Wang a CGTN. “No teníamos ningún conocimiento antes de eso, ni habíamos encontrado, investigado o mantenido el virus. De hecho, como todos los demás, ni siquiera sabíamos que el virus existía.

Al precisar la referencia publicada en abril del 2018 donde la revista Nature menciona un nuevo coronavirus originado en un murciélago vinculado al laboratorio de Wuhan, Wang destaca que muchos coronavirus se denominan "nuevo" al ser descubiertos como el MERS (el síndrome respiratorio de Oriente Medio) y el SARS-CoV-2.

“Todos ellos se llamaban nuevos coronavirus cuando fueron descubiertos por primera vez, lo que puede causar confusión. En realidad, el virus mencionado en el artículo de 2018 (revista Nature) no fue el SARS-CoV-2. El virus del artículo es el que causa principalmente diarrea y muerte entre los cerdos. Más tarde fue llamado SADS. La secuencia del genoma de SADS es sólo un 50 por ciento similar a la del SARS-CoV-2. Hay una gran diferencia”, subrayó Wang.

Durante la entrevista, CGTN recordó que el Instituto de Virología de Wuhan publicó en febrero otro artículo en la Revista Nature donde afirma que encontró otro nuevo coronavirus procedente de los murciélagos. ¿Podría ser la fuente de la pandemia COVID-19?

Wang recordó que el coronavirus de murciélagos que tiene una similitud genómica del 96,2 por ciento con el SARS-CoV-2 se llama RaTG-13. Y aunque desde la perspectiva de muchos no profesionales, la tasa de similitud del 96,2 por ciento podría inferir que es un número muy alto, el coronavirus es uno de los virus del ARN que tienen los genomas más grandes.

“El SARS-CoV-2 por ejemplo. Todo su genoma contiene unas 30.000 bases. La diferencia de un porcentaje de 3,8 significa la diferencia de más de 1.100 posiciones de nucleótidos. En el mundo natural, se necesita un largo período de tiempo para que un virus evolucione y mute de forma natural para convertirse en SARS-CoV-2”, asegura la directora del Instituto de Virología de Wuhan.

Edward Holmes, estudioso de la evolución de los virus, calcula que el RaTG-13 tardaría unos 50 años en evolucionar naturalmente hacia el SARS-CoV-2.

“La diferencia de más de 1.100 posiciones es enorme. Y deben coincidir respectivamente con las posiciones de nucleótidos correspondientes en el genoma del SARS-CoV-2, lo que significa que requiere más de 1.100 mutaciones en estas posiciones exactas para convertirse en SARS-CoV-2. Por lo tanto, la probabilidad es muy baja”, sentenció Wang.

Wang también aclaró que aunque el Instituto de Virología de Wuhan reportó la similitud genómica del RaTG-13 con respecto al SARS-CoV-2, cuando estaban secuenciando los genes de esta muestra de virus de murciélago para obtener la secuencia del genoma del RaTG-13, no se aisló ni se obtuvo el virus vivo de RaTG-13.

“Uno de los equipos (del Instituto de Virología de Wuhan) dirigidos por el profesor Shi Zhengli comenzó en el 2004 a estudiar coronavirus de murciélagos, pero su investigación se ha centrado en el rastreo de fuentes del SRAS”, indicó Wang.

“Sabemos que todo el genoma del SARS-CoV-2 es sólo un 80 por ciento similar al del virus del SRAS. Es una diferencia obvia. Así que, en la investigación anterior del profesor Shi, el equipo no prestó atención a estos virus que son menos similares al virus del SRAS. Esta es la razón por la que no trataron de aislar y obtener RaTG-13, ya que su genoma es sólo más del 79 por ciento similar al del virus del SRAS. Después de muchos años de investigación, la profesora Shi y su equipo han aislado y obtenido algunos coronavirus de los murciélagos. Ahora tenemos tres cepas de virus vivos. Uno de ellos tiene la mayor similitud, 96 por ciento con el virus del SRAS. Pero su mayor similitud con el SARS-CoV-2 sólo alcanza el 79,8 por ciento”.

En diálogo con CGTN, la directora del Instituto Wuhan de Virología reconoció que desde el brote del SRAS se han dedicado al estudio de los coronavirus y han hecho un gran esfuerzo en el rastreo de los virus. ¿Y en cuanto al SARS-CoV-2 qué piensa la doctora Wang Yanyi?

“El consenso actual de la comunidad académica internacional es que el virus se originó a partir de animales salvajes. Pero todavía no sabemos claramente qué tipo de virus que todas las diferentes especies silvestres llevan por todo el mundo y dónde son los virus que son muy similares al SARS-CoV-2. Esta es la razón por la que la cooperación entre científicos de todo el mundo es necesaria para encontrar las respuestas. Por lo tanto, en última instancia la cuestión del seguimiento del origen es una cuestión de ciencia y que requiere que los científicos emitan conclusiones basados en datos y hechos científicos”, concluyó Wang. 

(Web editor: 吴思萱, 赵健)

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