Mantener un peso constante a lo largo de nuestra vida puede reportarnos un beneficio inesperado a medida que envejecemos. De acuerdo con un estudio publicado en «Alzheimer's & Dementia» los distintos patrones de cambio del índice de nada corporal (IMC) a lo largo de la vida pueden ser un indicador del riesgo de demencia, según ABC.
La demencia es un problema creciente de salud pública mundial que afecta actualmente a 50 millones de personas y se espera que aumente drásticamente a más de 150 millones de casos en todo el mundo en 2050.
La obesidad, medida habitualmente por el índice de masa corporal (IMC), sigue siendo una epidemia mundial, y estudios anteriores sugerían que la obesidad en la mediana edad podría aumentar el riesgo de demencia. Pero la relación entre el IMC y el riesgo de demencia sigue sin estar clara.
Los investigadores de la Universidad de Boston (EE.UU.) y de la Academia China de Ciencias Médicas & Facultad de Medicina de la Unión de Pekín, han descubierto que los distintos patrones de cambio del IMC a lo largo de la vida pueden ser un indicador del riesgo de demencia de una persona.
«Estos hallazgos son importantes porque los estudios anteriores que analizaban las trayectorias de peso no tenían en cuenta cómo los patrones de aumento/estabilidad/pérdida de peso podrían ayudar a señalar que la demencia es potencialmente inminente», explica la autora Rhoda Au.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)