La residencia para enfermos de Alzheimer Glen Oaks, en Urbandale, Iowa, ha sido condenada a pagar una multa de 10.000 dólares a los familiares de una mujer de 66 años que fue dada por muerta por error, según ABC.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de enero cuando una enfermera del centro residencial declaró el fallecimiento de la mujer, enferma de demencia. Sin embargo, cuando en la funeraria se dispusieron a preparar el cuerpo, abrieron la bolsa del cadáver para descubrir que estaba viva y que luchaba por respirar dentro de la tela, cerrada con cremallera.
Fue entonces trasladada de urgencia al hospital aunque había sufrido graves consecuencias por la pérdida de aire, lo que redujo aún más su ya de por sí delicada salud. La mujer tenía una orden de no resucitar por lo que pese a las complicaciones fue enviada de vuelta a la residencia, donde falleció dos días después.
Ahora, el centro, propiedad de una macroempresa de Dallas con instalaciones por todo el país, tiene un mes para decidir si accede a pagar la multa o se enfrenta a un juicio para defender su actuación en los hechos.
(Web editor: 周雨, Zhao Jian)
