KAHRAMANMARAS, Turquía, 8 feb (Xinhua) -- Los rescatistas corren contra el tiempo y el frío para encontrar sobrevivientes en Kahramanmaras, el epicentro de dos enormes y mortales terremotos que sacudieron Turquía y Siria el lunes.
"Hemos encontrado sobrevivientes aquí, pero también cadáveres. No podemos abandonar la búsqueda, las próximas horas serán cruciales para encontrar personas que sigan con vida", dijo el martes a Xinhua Mehmet, un rescatista turco.
Su equipo estaba buscando residentes atrapados bajo un montículo de escombros que solía ser el complejo de apartamentos Ebrar, arrasado por dos fuertes temblores.
De vez en cuando piden a las personas angustiadas que se acercan a los escombros en busca de familiares o voluntarios permanecer en completo silencio mientras tratan de escuchar a alguien que pide ayuda.
Los residentes dormían cuando un sismo de magnitud 7,7 sacudió Kahramanmaras y varias otras provincias vecinas antes del amanecer.
Un segundo terremoto de 7,6 ocurrió varias horas después, lo que complicó los esfuerzos de rescate.
"El problema aquí es que si hay otros sobrevivientes, tuvieron que soportar el frío que puede causar hipotermia, y sus posibilidades de supervivencia son escasas", señaló Mehmet.
El rescatista explicó que el complejo que se derrumbó como un castillo de naipes albergaba a unos 120 residentes, la mayoría de los cuales se cree que todavía están bajo una masa de metal y concreto.
A lo largo del lunes decenas de grandes réplicas sacudieron la región.
El miércoles temprano fue revelado el último número oficial de muertos por los potentes terremotos en Turquía, que fue de 5.894, además de 34.810 heridos. Se han derrumbado más de 6.000 edificios, pero las autoridades creen que la cifra real es mucho mayor.
Miles de trabajadores de rescate se dispersaron por la vasta zona afectada por los movimientos telúricos, que cubre diez provincias de Turquía, y es hogar de alrededor de 13,5 millones de personas.
Los sismos también han afectado gravemente la infraestructura de la zona, haciendo que las carreteras y los caminos sean inaccesibles, algunas ciudades quedaron prácticamente desatendidas, según atestiguaron los corresponsales de Xinhua.
Los rescatistas trabajaron durante la fría noche de invierno con la esperanza de poder encontrar más sobrevivientes, pero a medida que pasa el tiempo, la posibilidad de encontrar personas con vida disminuye.
Los usuarios turcos de las redes sociales también usan Twitter para transmitir a las autoridades y equipos de rescate las ubicaciones exactas de muchas personas que usaron sus teléfonos celulares para ubicar dónde estaban atrapadas bajo los escombros.
Los sobrevivientes del mayor desastre del que ha sido testigo Turquía durante casi un siglo intentan usar sus autos como vivienda, ya que no hay electricidad y no quedan otros edificios en Kahramanmaras para acomodarlos.
Sin embargo, la gasolina escasea y la calefacción sigue siendo un problema grave, al igual que el agua potable.
En Gaziantep, Adiyaman y Malatya, tres provincias afectadas también por los sismos, los sobrevivientes se refugiaron en centros comunitarios donde les entregaron mantas y alimentos, informaron canales de televisión. También se abrieron mezquitas en la región para proporcionar refugio.
"Debido a que los esfuerzos de remoción de escombros en muchos edificios en la zona damnificada continúan, no sabemos cuánto aumentará el número de muertos y heridos", dijo el lunes el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en un discurso televisado desde la capital, Ankara.
La Organización Mundial de la Salud advirtió que el número de muertos en los dos países podría terminar superando los 20.000.
La región afectada por los terremotos en Turquía también alberga a cientos de miles de refugiados sirios que han huido de la guerra civil que se libra en su tierra natal.
(Web editor: 吴思萱, 周雨)
