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La Felicidad del Pueblo: el Criterio Más Importante
para Evaluar la Situación de los Derechos Humanos
Por Yi Fan
Este año coincide con el 75º aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 30º aniversario de la Declaración y Programa de Acción de Viena. En la actualidad, los países están en debates acalorados sobre la causa internacional de los derechos humanos durante el 52º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU. Mientras que algunos países son incapaces de resolver sus propios graves problemas de derechos humanos y se aprovechan de su voz para desviar la atención a sus problemas internos hacia el exterior, China ha hecho oír su voz objetiva y racional, y obtenido logros destacados en materia de derechos humanos. De hecho, el criterio más importante para evaluar la situación de los derechos humanos de un país es si se han salvaguardado los intereses de su pueblo y si su pueblo se ha sentido más beneficiado, feliz y seguro.
Los derechos humanos se basan en la vida feliz. Hoy día en China, la “erradicación de la pobreza” ya ha dejado de ser un tema habitual de charla, porque el término ha sido sustituido por la “vigorización de las zonas rurales”. Esto se debe a que tras incesantes esfuerzos, la población rural que vivía bajo el umbral de la pobreza según los actuales estándares nacionales ha salido en su conjunto de esta situación, y el pueblo chino se ha embarcado en una nueva expedición en busca de una vida mejor. En los diez años transcurridos desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), un total de 100 millones de personas han salido de la pobreza. Sí, 100 millones de personas, es decir, un tercio de la población de EE.UU. o la mitad de la de Brasil, han salido de la pobreza. Al mismo tiempo, China también ha resuelto definitivamente la pobreza regional general. Todas las regiones avanzan a la par y se desarrollan juntas. Tomemos como ejemplo la aldea de Daoxiang, del condado Hotan, que está al sur de Xinjiang. Con el fuerte apoyo de las políticas, esta localidad no sólo ha creado un paisaje único de arrozales desérticos, sino que también ha hecho esfuerzos por proteger su propio folclore y crear proyectos originales de turismo rural, permitiendo experiencias tanto paisajísticas como culturales. Así lo cuenta Abdulmiliq Sadir, un nativo de 65 años: “Vivo una vida de calidad, con buenas condiciones económicas. Toda la familia llevamos una vida feliz, estable y de calidad”.
Vista aérea del 12 de junio de 2022 del Parque Forestal Nacional de Mordaga, en Hulun Buir, región autónoma de Mongolia Interior, en el norte de China. (Xinhua/Li Zhipeng)
Los derechos humanos se basan en el buen medioambiente. Los problemas medioambientales son los más directos y acuciantes que la gente siente y exige solucionar. ¿Acaso los que tuvieran que respirar aire tóxico o beber agua no potable pensarían que sus derechos humanos estuvieran protegidos? “Proteger la naturaleza y el entorno ecológico como si fueran nuestros propios ojos”. Ésta es la filosofía con la que China responde activamente a la creciente necesidad del pueblo por un entorno ecológico sano y bueno. En los últimos años, las diversas zonas de China han sido testigo de un cielo más azul, montañas más verdes y aguas más cristalinas, y por consiguiente, la presencia de animales silvestres antes raramente vistos. El delfín del Río Yangtsé, que ha ganado el gran cariño de la gente por su cara sonriente, es conocido como el “panda gigante acuático” por su población reducida. En los últimos años, sin embargo, se han vuelto a avistar grupos de este animal a lo largo del río Yangtsé. Este animal carnívoro de uno a dos metros de largo y entre unos 100 y 250 kilos de peso está en la cima de la cadena alimentaria y su presencia en grupos es una muestra elocuente de la mejora del medioambiente local.
Una abuela y su nieto juegan en un parque de Beijing, mayo del 2021. [Foto: Kevin Frayer/ China Daily]
Los derechos humanos se basan en la buena gobernanza. Como dijo Mencio, un antiguo sabio chino: “Es mejor ser feliz todos que ser feliz uno solo”. China no sólo cumple con seriedad con sus obligaciones en materia de los derechos humanos, sino que también contribuye activamente a la gobernanza global en la materia. En las sesiones del Consejo de Derechos Humanos, mientras ciertos países subrayaron los llamados “derechos políticos”, numerosos países en desarrollo se centraron más en temas como la migración, la seguridad alimentaria, la lucha contra el terrorismo y la cooperación internacional para el desarrollo. Esos mismos países en desarrollo adoptaron enfoques bien variados en sus respectivas intervenciones. Todo esto es fiel reflejo de las diferentes realidades nacionales de los países. En este sentido, para impulsar la causa internacional de los derechos humanos, es imperativo fomentar y proteger los derechos humanos en todos los aspectos, respetar el camino de desarrollo de los derechos humanos elegido por cada país de acuerdo con sus propias condiciones nacionales, y prestar atención a los reclamos de los países en desarrollo en esta materia. Por lo tanto, hemos de seguir reforzando la reforma y la construcción del sistema de gobernanza global de los derechos humanos, objetivo por el que China lleva mucho tiempo trabajando con empeño. En ámbitos como los derechos humanos, China viene realzando activamente los valores comunes de la humanidad de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad, practicando el verdadero multilateralismo y ayudando durante largo tiempo a los demás países en desarrollo a lograr el desarrollo económico y mejorar el bienestar de la población. La cooperación internacional que ha desplegado China en estos ámbitos ha rendido notorios resultados reconocidos por todos.
China está impulsando la causa de los derechos humanos en el curso de la modernización china. Los demás países en desarrollo, por su parte, también se están esforzando por materializar el desarrollo nacional y la felicidad del pueblo. Debemos aprender y apoyarnos mutuamente, y trabajer junto con el resto de la comunidad internacional, adoptándonos a la tendencia de los tiempos y respondiendo a las necesidades del pueblo, con vistas a hacer mayores contribuciones al desarrollo de la causa internacional de los derechos humanos y la felicidad de todos los pueblos.