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Si mantiene su hegemonía, no habrá fin para el desvergonzado espionaje de Estados Unidos
(Ilustración: Liu Rui/GT)
Al igual que un pulpo codicioso y malvado, a través de escuchas la inteligencia de Estados Unidos ha extendido durante mucho tiempo sus tentáculos a las Naciones Unidas (ONU).
El frenesí de espionaje de Washington no tiene límites.
La ONU ha expresado su preocupación a Estados Unidos por los informes que aseguran que Washington espió al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y a otros altos funcionarios de la ONU, precisó este martes el portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, según informes de prensa.
"Hemos dejado claro que tales acciones son inconsistentes con las obligaciones de Estados Unidos enumeradas en la Carta de la ONU y la Convención sobre los Privilegios e Inmunidades de la ONU", recordó Dujarric.
La BBC informó la semana pasada que Washington había estado monitoreando de cerca a Guterres, y algunos documentos clasificados filtrados incluso contienen conversaciones privadas del jefe de la ONU con su adjunta Amina Mohammed. Dujarric respondió el 13 de abril que Guterres "no estaba sorprendido" por haber sido espiado.
CNN afirmó este martes que la ONU emite una "rara reprimenda" a Estados Unidos por los documentos filtrados. Tal "rareza", junto con la resignación implícita en la actitud del Secretario General de la ONU, demuestra una realidad horrible: el espionaje de Washington se ha vuelto tan común que los funcionarios de la ONU básicamente no pueden hacer nada al respecto, particularmente en medio de la superioridad de Washington en tecnología de la información (TI) y el vandalismo constante que genera su psicología hegemónica.
Lo que definitivamente no es raro son los informes y documentos que revelan la vigilancia de los Estados Unidos en la ONU. The Guardian señaló en un artículo de 2010 que los diplomáticos estadounidenses recibieron instrucciones de espiar a los líderes de la ONU, incluido el entonces secretario general Ban Ki-moon y los representantes de los otros cuatro miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU. Según algunos documentos clasificados filtrados en 2013, la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos había estado escuchando videoconferencias de diplomáticos de la ONU.
Funcionarios de la ONU han condenado algunos de estos incidentes actos, pero es evidente que Washington no tiene intención de detener su espionaje. El observador militar chino Wang Qiang dijo al Global Times que, en comparación con los países soberanos, las organizaciones internacionales como la ONU no tienen soberanía en absoluto, lo que coloca a la ONU en una posición incómoda contra la vigilancia estadounidense. En este caso, de poco sirve que la organización presente quejas.
A lo largo de los años, Washington ha aumentado sus escuchas a otros por las llamadas preocupaciones por su propia seguridad nacional. A sus ojos, el espionaje puede llevarse a cabo independientemente del objeto y la intención, siempre y cuando sea en interés del ejército estadounidense y la comunidad de inteligencia.
Las agencias de inteligencia estadounidenses se han convertido desde hace mucho tiempo en un cáncer para la comunidad internacional. Por un lado, sirven a la hegemonía estadounidense mediante el uso de la inteligencia para tomar medidas enérgicas contra los llamados adversarios y enemigos. Además, utilizan la información adquirida para chantajear políticamente a otros países. Actúan como una mafia sin límites éticos.
Wang dijo que mientras un país busque una seguridad común, integral, cooperativa y sostenible, no hay necesidad de espiar a otros. Solo alguien tan despreciable como Estados Unidos se involucrará en formas depredadoras para obtener inteligencia.
Actualmente, es técnicamente difícil evitar que Estados Unidos escuche a escondidas. Sin duda, Washington todavía domina el sector mundial de TI: el marco principal del sistema de información global y muchos de los productos de TI más populares son de los Estados Unidos. Además, Estados Unidos ha estado apuntando a servicios y productos proporcionados por compañías de otros países, incluido el gigante tecnológico chino Huawei, e instando a los aliados a reemplazarlos con opciones "más seguras" que, de hecho, están estrechamente vinculadas a él. A medida que los países de todo el mundo han adoptado ampliamente la tecnología estadounidense, ¿cómo pueden escapar del destino de ser monitoreados por Washington?
Song Zhongping, experto militar chino y comentarista de televisión, considera que un primer paso importante para las personas que desean deshacerse de las escuchas de Estados Unidoses elegir equipos y dispositivos que no se basen en su tecnología central
Al mismo tiempo, señaló que la comunidad internacional no debería permitir que el imperio de vigilancia de Estados Unidos quede sin control. En cambio, tiene que levantar una voz unificada para resistir tal comportamiento hegemónico de Washington.
"Si los países se comportan de manera indiferente hacia el espionaje de Estados Unidos, como hacen algunos, inevitablemente se convertirán en peones y cómplices de ese país ", fustigó Song.
Sin embargo, la raíz de este problema radica en la hegemonía estadounidense. Y la única vez que estaremos libres de la vigilancia estadounidense es cuando el sistema hegemónico del país se derrumbe por completo. Para Washington, que está tan acostumbrado a actuar como un hegemón desvergonzado, cambiar su mentalidad y comportamiento es casi imposible. Si queremos maniatar al pulpo espía que es Washington, se necesitan más acciones para aplastar su hegemonía.
Fuente: Global Times