Descubren el secreto de las bacterias para resucitar

Hace más de 150 años, los biólogos describieron por primera vez las esporas bacterianas (bacterias latentes e inertes encerradas en una cápsula protectora) y desde entonces se han preguntado cómo logran, incluso después de varias décadas en ese estado, volver a la vida. Y ahora, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard ha descubierto un‘sensor celular’que permite a las bacterias detectar la presencia de nutrientes en su entorno y, con sustento garantizado, devolverlos rápidamente a la vida. El trabajo se publica esta semana en‘Science’, según la web eseuro.com

Como se explica en el artículo, estos sensores funcionan como ‘canales’ a través de la membrana celular y permanecen cerrados durante el período de inactividad de la bacteria, pero se abren inmediatamente cuando se detecta un posible alimento. Una vez abiertos, los canales permiten que los iones cargados eléctricamente fluyan a través de la membrana,  provocando el desprendimiento de las capas protectoras de esporas y“restableciendo”los procesos metabólicos de la bacteria después de años, o incluso siglos, de latencia.

El hallazgo podría ayudar a desarrollar estrategias para evitar que las bacterias más peligrosas, que causan una gran cantidad de enfermedades, vuelvan a la vida después de estar inactivas durante largos períodos de tiempo, evitando así nuevos brotes e incluso pandemias.

“Este descubrimiento -dice David Rudner, autor principal del estudio- resuelve un enigma que tiene más de un siglo. ¿Cómo detectan las bacterias los cambios en su entorno y toman medidas para salir de la inactividad cuando sus sistemas están casi completamente apagados dentro de una cápsula protectora?

Para sobrevivir en condiciones ambientales adversas, muchas bacterias adoptan una estrategia elaborada: entran en un estado latente, ponen todos sus procesos biológicos en “pausa” y se rodean de una sólida armadura protectora, una espora. Estas mini-fortalezas biológicamente inertes permiten que las bacterias sobrevivan períodos de hambruna y se protejan de los estragos del calor extremo, los períodos secos, la radiación ultravioleta, los productos químicos agresivos e incluso los tratamientos con antibióticos.