Comienza el trabajo en la base fotovoltaica más grande del mundo en Shanxi, un paso hacia los objetivos energéticos nacionales

Los paneles fotovoltaicos (PV) están instalados en una base de tecnología fotovoltaica en una montaña árida en el condado Ruicheng, provincia de Shanxi, en el norte de China. Ruicheng ha intensificado los esfuerzos para desarrollar la generación de energía fotovoltaica en los últimos años, entregando energía verde a los hogares. Foto: IC

La construcción de una instalación fotovoltaica (FV) que fabricará obleas de silicio monocristalino con una producción anual de 100 gigavatios (GW) y células monocristalinas con una producción anual de 50 GW comenzó el jueves en la provincia de Shaanxi, noroeste de China, un paso más para lograr el objetivo nacional de “doble carbono” y perseguir el desarrollo verde.

La inversión total se proyecta en unos 45.200 millones de yuanes (6.320 millones de dólares) y la instalación cubrirá 205,4 hectáreas. Será la base de fabricación fotovoltaica más grande del mundo con la mayor capacidad de producción y la tecnología más avanzada.

La capacidad de producción anual de 50 GW podrá generar una generación de energía anual de aproximadamente 133.000 millones de kilovatios hora, lo que podrá eliminar el uso de 48 millones de toneladas de carbón estándar y 103 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo que equivale a un aumento de 281.333 hectáreas de forestación.

La instalación empleará a 15.000 personas.

La base contribuirá al logro acelerado de los objetivos de “doble carbono” de China, dijeron los expertos.

China ha estado intensificando el trabajo en energía renovable este año. La empresa co-desarrolladora del proyecto Chengdu Engineering Co de PowerChina anunció en mayo que la región autónoma de Tíbet en el suroeste de China comenzó la construcción de una estación de energía fotovoltaica con una capacidad diseñada de alrededor de 1.800 megavatios.

La generación de energía anual del proyecto alcanzará unos 5.400 millones de kilovatios-hora, lo que podrá ahorrar alrededor de 1,67 millones de toneladas de carbón estándar y reducir las emisiones de dióxido de carbono en 3,74 millones de toneladas.

Los datos de la Administración Nacional de Energía mostraron que la capacidad total de energía eólica y fotovoltaica de China alcanzó los 820 millones de kilovatios a finales de abril, lo que representó el 30,9% de la capacidad nacional de generación de energía.

Las cifras muestran que el país avanza en la optimización de su estructura energética para alcanzar las metas de reducción de emisiones de carbono.

China generó 482.800 millones de kilovatios-hora de energía eólica y fotovoltaica entre enero y abril, un 26,8 % más que el año anterior, y esto representó el 17,2 % del consumo social de electricidad, tres puntos porcentuales más que el año anterior.