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ENTREVISTA: Cárcel en Guantánamo es la más flagrante violación de derechos humanos cometida por EE. UU., dice exembajador cubano en Washington
Por Raúl Menchaca
LA HABANA, 29 jun (Xinhua) -- La cárcel de la Base Naval de Guantánamo es la violación más flagrante de los derechos humanos cometida por Estados Unidos, consideró hoy el académico y exembajador cubano ante Estados Unidos José Ramón Cabañas.
"Es un tema que tiene una nueva exposición ante la comunidad internacional, pero es una de las violaciones de los derechos humanos más flagrantes y sostenidas en el tiempo que ha hecho Estados Unidos en su historia", subrayó Cabañas, quien es doctor en ciencias políticas.
El actual director del Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) de La Habana, comentó el reciente informe sobre el tema presentado por la investigadora independiente de Naciones Unidas, Fionnuala Ní Aoláin, quien visitó la cárcel donde permanecen detenidas 30 personas.
"El informe ofrece una visión relativamente objetiva, parcial, de un hecho muy antiguo que tuvo una magnitud mucho mayor y que pone sobre el tapete de nuevo este tema", dijo quien fuera Jefe de la Sección de Intereses de Cuba en Washington (2012-2015).
Cabañas, que representó a su país en Washington entre 2015 y 2020, recordó que tras el fin de la Guerra del Golfo en la cárcel de Guantánamo estuvieron confinadas personas que nunca fueron llevadas a juicio, "lo que viola el sacrosanto derecho estadounidense", e incluso que no tuvieron ninguna relación con los hechos que las autoridades estadounidenses les acreditaron.
El también profesor del Instituto Superior de Relaciones Internacionales señaló que durante años esas personas sufrieron prácticas inhumanas e ilegales de todo tipo, que incluyeron diversas torturas.
El analista estimó que la cárcel iraquí de Abu Ghraib, con aquellas fotos de prácticas inhumanas y sádicas contra prisioneros, tuvieron quizás una mayor exposición pública, pero ese centro de detención no fue único.
"En territorio de importantes aliados de Washington, cuyos Gobiernos se presentan como paladines de los derechos humanos y de las libertades individuales, tuvieron durante años cárceles secretas con la anuencia de las autoridades de esos países y donde se aplicaron prácticas extremas de interrogatorio, con torturas", rememoró.
Afirmó que aquella fue una práctica generalizada como parte de la supuesta Guerra de Estados Unidos contra el terrorismo que se prolongó durante muchos años con un costo enorme para la economía estadounidense.
Sin embargo, dijo, no tuvo ningún impacto directo contra las prácticas terroristas, sino que al final tuvo como resultado el surgimiento de nuevos grupos y nuevos líderes en el mundo entero.
Cabañas se refirió a la histérica cacería de brujas contra personas, como el australiano Julian Assange y el estadounidense Edward Snowden, quienes de una u otra forma expusieron los crímenes contra los derechos humanos cometidos por Estados Unidos.
En otro orden de ideas, reiteró el permanente reclamo de Cuba para lograr la devolución del territorio ocupado por la Base Naval de Guantánamo, un enclave del oriente de la isla que Washington mantiene en contra de la voluntad de los cubanos.
"Seguimos reclamando para recuperar la soberanía sobre ese territorio, ocupado en virtud de la Enmienda Platt, un apéndice impuesto por el congreso estadounidense a la Constitución cubana de 1901", explicó el académico.
Apuntó que tras el triunfo de la Revolución Cubana, en 1959, esa base se trató de utilizar como un tema de fricción bilateral, ante lo que las autoridades cubanas han hecho todo lo posible, durante muchos años, para evitar que escale el conflicto y llegue a otra situación en el plano bilateral.
El diplomático afirmó que uno de los territorios que más sufre la existencia de esa base es el poblado de Caimanera, que al estar muy próximo al enclave militar no puede vivir una vida normal y tiene que hacerlo bajo condiciones de seguridad, lo que tiene un impacto también sobre la provincia de Guantánamo, en el extremo este de la isla.
Añadió que ese es un foco de tensión innecesario que Estados Unidos sabe hace muchos años que no tiene ningún valor militar, pero que lo mantiene solo como un tema irritante en el ambiente bilateral.
"Es un tema sobre el cual no hay nada que negociar. Lo único que acepta Cuba es la devolución de un territorio que ha sido ilegalmente ocupado", aseveró Cabañas.