- Más
El Sol alcanza su máxima actividad en 21 años y aumenta el riesgo de tormentas geomagnéticas
Este pasado domingo, 2 de Julio, el satélite de observación solar de la NASA SDO captaba una gran llamarada, lanzada al espacio por nuestra estrella y en dirección hacia nuestro planeta. El fenómeno había sido generado por una enorme mancha solar, de tamaño equivalente a 7 tierras y denominada AR3354, según La Vanguardia.
A los 8 minutos, la radiación emitida por la llamarada, y principalmente compuesta por rayos X y luz ultravioleta, llegaba a la Tierra y perturbaba la ionosfera, una zona de nuestra atmósfera que es esencial para la propagación de las ondas de radio. Las afectaciones se notaron especialmente en el oeste de los Estados Unidos y en algunas zonas del Pacífico y duraron una media hora.
La llamarada fue clasificada con la categoría X.1. La letra X se reserva para las más potentes, y la cifra indica el nivel de afectación que pueden provocar estos acontecimientos (las de nivel 1 generan fuertes perturbaciones en las señales de radio, mientras que las de grado 10 se consideran extremas).
Desde hace siglos, se sabe que nuestra estrella pasa por mínimos y máximos de actividad en ciclos de unos 11 años. Esta actividad se mide tradicionalmente por el número de manchas visibles en el disco solar.