español>>Opinión

ENFOQUE: Desenmascarando las mentiras occidentales sobre la "trampa de la deuda" de China

Por Xinhua | el 08 de julio de 2023 | 16:21

Los medios occidentales pintan una imagen sombría de los países más pobres del mundo que caen en una "trampa de la deuda" y muestran que esas naciones están en mora, la inflación se dispara, las personas pierden sus trabajos y sus familias se enfrentan al hambre.

China, nuevamente, se convirtió en un blanco fácil de culpar. Un reportaje reciente de la agencia de noticias Associated Press (AP), titulada "Los préstamos de China empujan a los países más pobres del mundo al borde del colapso", acusó a China de establecer la llamada "trampa de la deuda" y etiquetó al país asiático como "el prestamista gubernamental más grande e implacable del mundo".

Pero, ¿esta acusación tiene validez?

Las investigaciones realizadas por Xinhua en varios países, incluidos Pakistán, Kenia, Zambia y Sri Lanka, presentan una perspectiva que contrasta con el informe de AP, arrojando nueva luz sobre el estancamiento de su deuda.

EL PRESTAMISTA MÁS GRANDE NO ES CHINA

Según el Tesoro Nacional de Kenia, el saldo de la deuda externa del país africano era de 36.660 millones de dólares a fines de marzo de 2023. La deuda se debe a prestamistas multilaterales (46,3 por ciento) y fuentes bilaterales (24,7 por ciento), entre otros.

Hasta marzo de 2023, Kenia debía a entidades chinas, incluidos bancos y empresas, un total de 6.310 millones de dólares, pero la mayor parte de la deuda de Kenia, 17.000 millones de dólares, es con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

Citando datos de las Estadísticas de la Deuda Internacional del Banco Mundial, un documento informativo sobre los progresos y los problemas en la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) del Grupo de los Veinte (G20), publicado por la Universidad Johns Hopkins en abril, mostró que "China (entidades chinas) solo posee el 21 por ciento de la deuda externa pública de Kenia, con acreedores privados con otro 24 por ciento y las instituciones multilaterales con un 45 por ciento".

Datos entregados en exclusiva a Xinhua por la División de Asuntos Económicos de Pakistán mostraron que a abril de 2023, la deuda externa total de Pakistán era de 125.702 millones de dólares, mientras que el préstamo de entidades chinas era de 20.375 millones de dólares, y unos 4.000 millones de dólares más del lado chino como depósitos de seguridad, lo que hace que la deuda de las entidades chinas en Pakistán sea solo el 16,2 por ciento del total (sin agregar los depósitos de seguridad).

El reportaje de AP "no es el primero de su tipo. Hace parte de una serie de historias (para difamar a China)", dijo a Xinhua el director ejecutivo del Instituto Asiático de Investigación y Desarrollo de la Ecocivilización en Pakistán, Shakeel Ahmad Ramay.

Mientras tanto, en Sri Lanka, los datos publicados por el Banco Central y el Ministerio de Finanzas, Estabilización Económica y Política Nacional mostraron que hasta marzo de 2023, la deuda pública externa del país era de 27.600 millones de dólares, de los cuales los acreedores privados se llevaban la parte del león en 14.800 millones de dólares (53,6 por ciento), los acreedores multilaterales 5.700 millones de dólares (20,6 por ciento), y la participación de las entidades chinas era de 3.000 millones de dólares (10,8 por ciento).

En el caso de Zambia, la deuda de las entidades chinas "es solo un tercio de lo que Zambia debe al exterior. Entonces, si tuviéramos que preocuparnos como país, debemos preocuparnos por los dos tercios (...) con donantes occidentales, instituciones multilaterales y bilaterales", dijo Chibeza Mfuni, subsecretario general de la Asociación de Amistad Zambia-China.

"¿Cuánta deuda externa tiene Zambia? Es un exceso de 18.600 millones de dólares para fines de 2022, y ¿cuánto de esos 18.600 millones de dólares se debe a entidades chinas? Son alrededor de 6.000 millones de dólares", añadió.

Según las estadísticas del BM, casi las tres cuartas partes de la deuda externa total de África están en manos de instituciones financieras multilaterales y acreedores comerciales, lo que los convierte en los mayores acreedores de África, dijo Wang Zhan, miembro del Estudio de Expertos en Investigación Económica y Financiera Internacional del Ministerio de Finanzas de China.

En pocas palabras, los principales acreedores de África son de Occidente, no de China.

CHINA CUMPLE SU PAPEL BASTANTEMENTE BIEN EN ALIVIO DE DEUDA

El artículo de AP afirma que "detrás de escena está la renuencia de China a perdonar la deuda", retratando al país como un prestamista implacable.

En respuesta, Song Wei, profesora de la Escuela de Relaciones Internacionales y Diplomacia de la Universidad de Estudios Extranjeros de Beijing, aseveró que la contribución de China al alivio de la deuda ejemplifica las obligaciones internacionales que se esperan de un gran país responsable.

Ante las crecientes preocupaciones sobre un incumplimiento de la deuda, China siempre se ha adherido al principio de igualdad en las relaciones bilaterales y participa de manera proactiva en negociaciones justas y equitativas con diferentes naciones, abundó Song, y recordó que, cuando el G20 anunció la iniciativa DSSI por la pandemia de COVID-19, "China expresó rápidamente su apoyo".

En el mencionado documento informativo, la directora de la Iniciativa de Investigación África-China en la Escuela de Estudios Internacionales Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, Deborah Brautigam, afirmó que "China cumplió bastante bien su papel como actor responsable del G20, al implementar la DSSI en las circunstancias desafiantes de la pandemia".

"En los 46 países que participaron en la DSSI, los acreedores chinos representaron el 30 por ciento de todas las reclamaciones y contribuyeron con el 63 por ciento de las suspensiones del servicio de la deuda", agregó.

En este sentido, Song dijo estar convencida de que China es un socio genuino para los países en desarrollo que necesitan capital para apoyar proyectos de construcción nacional.

"Además, la suspensión y el alivio de la deuda deben ser un esfuerzo colectivo: multilateral, bilateral, comercial. La propuesta de responsabilidad compartida en el alivio de la deuda, presentada por China, es justa y razonable, ya que todas las partes involucradas son acreedoras. Es injusto que solo una parte lleve la carga de la reducción de la deuda, mientras que otras están exentas de sus responsabilidades", subrayó la profesora.

Refiriéndose a datos del BM, el decano de la Facultad de Economía de la Universidad de Jilin, Ding Yibing, destacó que desde 2016, China, como acreedor bilateral, ha sido responsable de aproximadamente el 16 por ciento del alivio de la deuda mundial, superando a Estados Unidos y al Banco Mundial.

La reducción de la deuda de China ya ha duplicado la escala de reducción promedio de los países del G7, y "entre los miembros del G20, China ha brindado el mayor alivio de la deuda en general", resaltó Ding.

A su parecer, "la proporción de deuda de China con África en su conjunto no es alta. Las instituciones financieras multilaterales y los acreedores comerciales tienen la mayor parte de la deuda. Incluso sin la deuda de China, los países africanos todavía enfrentan una alta presión de deuda".

¿DE QUIÉN ES LA CULPA?

En los últimos años, varios factores, como las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, un ciclo prolongado de aumento de los precios de las materias primas en el mercado internacional, las estructuras económicas de ciertos países en desarrollo, la pandemia de COVID-19 y la crisis de Ucrania, han llevado a una escasez de liquidez.

Esto ha limitado gravemente la capacidad de pago de algunos países en desarrollo y, consiguientemente, ha provocado crisis de la deuda soberana.

Por lo tanto, culpar a China de la crisis de la deuda es injusto y engañoso. Un estudio de caso detallado de Pakistán puede proporcionar una comprensión más clara de la situación.

Según el reportaje de AP, una decena de países "endeudados con China", incluido Pakistán, "encontraron que pagar esa deuda está consumiendo una cantidad cada vez mayor de los ingresos fiscales necesarios para mantener abiertas las escuelas, proporcionar electricidad y pagar alimentos y combustible".

Pero para Ramay, "que Pakistán esté bajo el peso de la deuda china no es una declaración verdadera".

Teniendo en cuenta todos los fondos que China ha proporcionado a Pakistán, incluidos los depósitos de seguridad, estos ascienden a aproximadamente el 20 por ciento. "Y como mencioné, la mayor parte del dinero llegó como un canje. Son reservas en bancos paquistaníes para evitar el incumplimiento. El resto son préstamos en condiciones favorables que intentan ayudarnos a crear oportunidades económicas para obtener más recursos financieros e ingresos, lo que ayudará a evitar nuestra crisis de deuda", comentó Ramay.

"Nuestro verdadero problema es la deuda externa con las instituciones financieras occidentales. Pakistán no puede pagarla porque son préstamos con tipos de interés altos. Algunos de ellos, como la deuda privada, son incluso más elevados", señaló.

Ahondó en que "Pakistán también vendió bonos en el mercado occidental a una tasa más alta. Todo eso está causando verdaderos problemas al país".

La industria textil es un ejemplo. En su reportaje, AP dijo: "En Pakistán, millones de trabajadores textiles han sido despedidos porque el país tiene demasiada deuda externa y no puede permitirse mantener la electricidad y las máquinas funcionando".

A ojos del secretario general de la Asociación de Fábricas Textiles de Todo Pakistán, Shahid Sattar, el sector fue golpeado por una "tormenta perfecta" de escasez de liquidez causada por el cambio significativo en la paridad rupia-dólar, retrasos en los reembolsos de impuestos sobre las ventas y la mala cosecha de algodón en Pakistán.

"Pero culpar a China es completamente absurdo. China ha estado trabajando con Pakistán para resolver nuestros problemas económicos de manera sostenible", expuso Shahid.

Para Mfuni, también exsubjefe de la misión diplomática de Zambia en China, la deuda china tiene las tasas de interés más bajas, más bajas que la deuda occidental y multilateral, el FMI, el BM y especialmente los prestamistas privados.

"Nuestro mayor problema no es la deuda china sino los fondos buitre. No están interesados en la condonación de la deuda", pero esperan que China lo esté, dijo.

Y agregó que "las tasas de interés de los prestamistas occidentales son más altas (...) Los países se han quedado atascados pagando el interés y el capital permanece impago durante mucho tiempo. ¿Qué representa eso? Representa la tasa de explotación".

Según Lewis Ndichu, investigador del Instituto de Política de África en Nairobi, los desafíos de la deuda de Kenia no deben atribuirse a China, sino a los efectos secundarios de la crisis de Ucrania y las incertidumbres económicas mundiales.

"El dilema de la deuda de Kenia no es un problema proveniente de China", acotó.

También refutó la afirmación de AP diciendo que "en Kenia, las últimas millas clave de un ferrocarril nunca se construyeron debido a una mala planificación y falta de fondos". A su parecer, la financiación no es el problema.

"China pensó que era importante darles a los países africanos tiempo para estabilizarse porque comenzamos a pagar la deuda del ferrocarril de vía estándar (SGR, sigla en inglés) en 2020. El Gobierno ahora puede cosechar los impactos del SGR y poco a poco está en el camino correcto con respecto a su sostenibilidad de la deuda para el SGR. Cuando llegue el momento, especialmente ahora que tenemos el nuevo Gobierno, podemos comenzar con la segunda etapa del SGR", expuso Ndichu.

Las naciones económicamente vulnerables a menudo son víctimas de las crisis de deuda, debido a las recesiones financieras transmitidas por Occidente. A partir de 2022, la política monetaria de EE. UU. pasó de una relajación extrema a un rápido aumento de las tasas de interés, lo que catalizó el estallido de problemas de deuda en algunos países pobres.

Con el dominio del dólar, Washington implementó varias rondas de flexibilización cuantitativa y redujo las tasas de interés a casi cero, lo que provocó una entrada significativa de dólares de bajo interés en África y los mercados emergentes.

Sin embargo, luego EE. UU. aumentó agresivamente las tasas de interés, lo que llevó a un dólar más fuerte y salidas de capital y, en consecuencia, resultó en una escasez de liquidez, cadenas de financiamiento interrumpidas, depreciación de la moneda y un aumento en la deuda soberana, dijo Ye Jianru, profesor asociado de la Universidad de Estudios Extranjeros de Guangdong.

Para Ye, también investigador del Instituto de Estudios Africanos de esa misma universidad, un sistema financiero global injusto liderado por EE. UU. es la raíz del problema de la deuda de África.

Durante su gira africana en enero, el ministro de Relaciones Exteriores chino, Qin Gang, señaló que el problema de la deuda de África es esencialmente una cuestión de desarrollo y que la cooperación financiera de China con el continente se concentra principalmente en áreas como la construcción de infraestructura y la capacidad de producción, con miras a mejorar la capacidad de África para el desarrollo independiente y sostenible.

La llamada "trampa de la deuda" es una trampa narrativa impuesta a China y África. Solo el pueblo africano está en la mejor posición para decir si los proyectos de cooperación bilateral contribuyen al desarrollo del continente y al mejoramiento de los medios de vida de las personas, agregó.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)