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China no está en zona de deflación
Vista nocturna del CBD de Beijing. [Foto: IC]
Por Dan Steinbock
A pesar de las narrativas pesimistas occidentales, es probable que en la segunda mitad del año la recuperación económica de China se fortalezca. Esto se debe al crecimiento del PIB del 5,5 por ciento durante la primera mitad del año.
Estados Unidos está al borde de una recesión económica, la eurozona ya está abordando la recesión y el crecimiento de Japón se mantiene en torno al 1 por ciento, pero China sigue creciendo, y cuatro veces más rápido que estas economías desarrolladas. Esta no es una mala actuación. En consecuencia, el Fondo Monetario Internacional proyecta que la participación de China en el PIB mundial seguirá aumentando este año al 18,4 por ciento.
¿Por qué una vez más los pronósticos internacionales salen mal? ¿La agitación global ha empujado a China a la recesión, como sugieren algunos titulares internacionales?
La respuesta a ambas preguntas es "no".
En marzo, el Informe de Trabajo del Gobierno de China estableció un objetivo de crecimiento del PIB de "alrededor del 5 por ciento" para 2023. La proyección estaba en el extremo inferior de las expectativas. Después de tres años de desaceleración económica inducida por la pandemia y media década de guerras comerciales y tecnológicas, se justificaba la cautela, especialmente porque los vientos internacionales en contra penalizaban el crecimiento en todo el mundo.
Según la Oficina Nacional de Estadísticas, la economía de China se expandió un 6,3 por ciento en el segundo trimestre en comparación con el mismo período del año pasado, impulsada por recuperaciones en las ventas minoristas y el sector de servicios, y en parte debido a un bajo efecto base.
El valor agregado total de las empresas industriales creció un 3,8 por ciento interanual en los primeros seis meses, lo que refleja la recuperación de la producción industrial y la mejora de las expectativas comerciales. Es importante destacar que las fuertes ganancias marcaron la producción avanzada relacionada con la energía verde, incluidos los vehículos eléctricos, las baterías solares y los generadores de energía.
Entonces, ¿está la economía china en la zona de deflación? La respuesta acertada es "no". En todo caso, lo que parece indicar es que algunos expertos internacionales deben de estar en la zona crepuscular.
En junio, el índice de precios al consumidor, un indicador principal de la inflación, se mantuvo estable sobre una base anual. Excluyendo los precios de los alimentos y la energía, los precios subyacentes al consumidor en realidad continuaron aumentando moderadamente. Además, es probable que la deflación de los precios del combustible, un factor clave detrás de la inflación general moderada, disminuya en los próximos meses.
De hecho, se espera que para fin de año el IPC repunte en agosto y se mantenga en torno al 1 por ciento. Después de tres años de restricciones debido a la pandemia de COVID-19, cabe pensar que muchos consumidores no se adhieran a los antiguos patrones de compra. Y aunque muchas personas ya no compran lo que quieren, siguen comprando lo que necesitan.
Las ventas minoristas de bienes de consumo en el segundo trimestre aumentaron un 8,2 por ciento interanual, es decir, 2,4 puntos porcentuales más que en el primer trimestre. Aunque los precios han demostrado una tendencia a la baja en los últimos meses, no puede describirse como deflación, aclaró este viernes Liu Guoqiang, vicegobernador del Banco Popular de China. La economía puede necesitar alrededor de un año para la normalización posterior a la pandemia.
Pero, ¿están las exportaciones de China al borde del declive? La respuesta otra vez es "no".
En los primeros seis meses de este año, el volumen de las importaciones y exportaciones de bienes de China aumentó a 2.8 billones de dólares, un aumento del 2,1 por ciento interanual. La Administración General de Aduanas de China indicó que las exportaciones aumentaron un 3,7 por ciento, mientras que las importaciones disminuyeron un 0,1 por ciento interanual.
El superávit de las exportaciones refleja la resistencia de la economía china a pesar de media década de guerras comerciales y tecnológicas equivocadas y las secuelas de la pandemia. En cuanto a la leve disminución de las importaciones, debe entenderse en el contexto de los esfuerzos de China por la autosuficiencia en sectores económicos estratégicos como respuesta a las políticas proteccionistas de Occidente.
Los datos comerciales muestran una creciente regionalización y comercio Sur-Sur. Mientras que la ASEAN fue el mayor socio comercial de China, con un aumento del 5,4 por ciento interanual en el comercio bilateral, el comercio de China con la Unión Europea aumentó un 1,9 por ciento interanual.
Más pertinentemente aún, el comercio de China con los países y regiones de la Franja y la Ruta creció un 9,8 por ciento interanual en el primer semestre. En contraste, el comercio de China con Estados Unidos se contrajo un 8,4 por ciento. Como informó la Reserva Federal de Dallas, en la medida en que el ascenso de México en las clasificaciones comerciales de Estados Unidos refleja la fricción entre Estados Unidos y China, el aumento en el comercio entre Estados Unidos y México "tiene un costo para las empresas y los consumidores estadounidenses debido a mayores precios de entrada y compra".
¿Está la economía de China al borde de la recesión? La clara respuesta es "no".
A pesar de que el potencial de producción económica de China se ha visto limitado por factores externos, la recuperación económica del país continúa en medio de vientos en contra.
Además, la inversión en activos fijos creció de manera constante, un 3,8 por ciento interanual. En particular, las inversiones estatales se dirigen cada vez más hacia la tecnología de fabricación avanzada, los semiconductores, los grandes centros de datos y los sectores ambientales.
Además, el sector inmobiliario también se está recuperando, aunque lentamente. En noviembre, las autoridades lanzaron un plan de 16 puntos para reactivar el sector mediante la introducción de algunas medidas especiales, algunas de las cuales probablemente continuarán hasta finales de 2024.
Con el primer ministro Li Qiang ha expresado recientemente, se proporciona oportunamente "apoyo político específico y coordinado" para la economía y el PBOC ha aliviado las tasas y desde junio ha asumido otra ronda de recortes.
Existe una amplia expectativa de una lista de medidas acomodaticias de la reunión de alto nivel del Partido Comunista de China, a finales de este mes. La reciente garantía del presidente Xi Jinping de que se harán mayores esfuerzos para elevar la apertura del país a un nuevo nivel podría ser un preludio de lo que vendrá.
Todo esto sugiere que, en un escenario benigno, el crecimiento del PIB de China en todo el año podría superar el 5,0 por ciento interanual.
El autor es el fundador de Difference Group y ha trabajado en el Instituto de India, China y América (EE.UU.), los Institutos de Estudios Internacionales de Shanghai (China) y el Centro de la UE (Singapur).