Los probadores de sandía siguen teniendo una gran demanda en China

Un niño pequeño abraza una sandía gigante Jingxin No. 8, que pesa 73 kilogramos, en una exposición en el distrito Daxing de Beijing, el 24 de junio del 2023. La ciudad de Panggezhuang en Daxing es una base de producción en expansión para sandías chinas. (Foto: Zhao Jun/ Servicios de Noticias de China)

Por Li Lei

Una vez fue el fruto de elección en las casas reales, pero hoy las sandías pueden encontrarse incluso en los hogares más humildes de China.

La popularidad de la fruta se ha disparado a lo largo de los años. La tienda en línea de comestibles Meituan informó que las ventas de sandías en la plataforma se habían multiplicado seis veces del 2020 al 2022, ola que provocó una demanda cada vez mayor de probadores de calidad como el caso del malasio Lee Jun Kang.

Lee, de 32 años, en los meses de verano está extremadamente ocupado. Con solo sostener la fruta cerca de su oreja y golpear la corteza con los nudillos, sabe si la fruta está lista para consumir.

Lee, que trabaja para una cooperativa rural creada por un grupo de agricultores de sandía en las afueras de Beijing, somete diariamente a miles de sandías a la "prueba del golpe", antes de que las frutas se envíen a almacenes en el centro de Beijing desde donde Meituan obtiene sus suministros.

"Agosto es una temporada de calor para las ventas de sandía, y reviso más de 10,000 frutas cada día", afirmó. "Cuando mis nudillos se adormecen, simplemente cambio para la otra mano".

Los datos de Meituan mostraron que las ventas de sandía alcanzan su punto máximo en los meses más calurosos de julio y agosto, cuando se entregan más de 100,000 sandías diarias a través de la plataforma. Las variedades miniatura de la fruta representaron el 38,4 por ciento de las ventas totales de Meituan durante el año pasado, aproximadamente un 10 por ciento más que en 2020.

Hábito entrañable

La práctica de golpear sandías para determinar su madurez se puede encontrar en todas las culturas. En China, se considera un hábito nacional entrañable. Los compradores inteligentes tocan la fruta antes de comprar, para asegurarse de que su dinero estará bien gastado. La fruta perfecta no debe estar ni verde ni demasiado madura. Algunos compradores golpean la fruta a pesar de no saber lo que significa el sonido hueco, solo para negociar un mejor trato del vendedor.

Como las ventas de frutas se han trasladado a las plataformas en línea a lo grande, aquellos que se ganan la vida comprobando la calidad de las frutas con los nudillos tienen mucha demanda.

Lee es uno de un creciente grupo de golpeadores de sandía que trabajan con agricultores en Panggezhuang, una base de producción en expansión en el distrito Daxing, en el sur de Beijing. Su tarea es realizar pruebas de detonación en nombre de los compradores electrónicos y garantizar que las frutas seleccionadas para venderse en línea sean uniformes en tamaño y calidad.

Lee, que una vez fue un galardonado piloto de autos, ahora se describe a sí mismo como un "portero de sandías".

Dejó las carreras de autos hace unos cuatro años debido a las interrupciones causadas por la pandemia de COVID-19. Aprendió sobre el golpe de melón como una profesión emergente a través de un amigo y decidió convertirse en aprendiz en Panggezhuang, donde fue instruido por un granjero experimentado.

Después de un año de ensayo y error, Lee trabajó de forma independiente como verificador de calidad. "Es una tarea altamente empírica. Durante el aprendizaje, a menudo abría melones para confirmar mi juicio. Simplemente no hay atajos", asegura.

El fruto del pueblo

Liu Wanlin, una jubilada de Xining, provincia de Qinghai, describe la sandía como el "fruto del pueblo".

"No es como las frutas tropicales estilo mango o durian, que son caras", recalca.

Liu creció en una zona rural de la árida meseta Qinghai-Tíbet, que no produce sandías en una escala significativa. Ella recordó que la "libertad de los melones", una frase que significa tener tantas sandías como uno desee sin preocuparse por el costo, es solo una realidad reciente en su provincia, donde la fruta se envía principalmente desde las provincias de Gansu y Shaanxi, así como desde la Región Autónoma Uygur de Xinjiang.

"Nunca probé sandías cuando era niña. Ahora la fruta es el regalo más común entre las familias rurales de Qinghai", precisa.

Song Shaozhe, trabajador de una cadena de olla mongola en Wuhan, provincia de Hubei, explicó que la sandía helada es la mejor opción para muchos restaurantes como la fruta que se ofrece después de las comidas, debido en parte a su costo relativamente bajo.

"Los melones son súper dulces y el plato está caliente. Son una combinación perfecta", señala.

Las técnicas agrícolas, como los invernaderos y las nuevas variedades resistentes al frío, han hecho posible que el pueblo chino saboree las sandías durante todo el año.

El crecimiento masivo y el consumo de sandías en China se remontan a la dinastía Song del Sur (1127-1279). Antes de esa fecha, la fruta era consumida principalmente por las familias reales como un regalo exótico.

A medida que la fruta se abrió paso en la dieta de la gente de a pie, las sandías se convirtieron en un tema constante en los antiguos poemas chinos, desde los poetas de la dinastía Song del Sur, Fan Chengda y Wen Tianxiang, hasta Ji Xiaolan, de la dinastía Qing (1644-1911).

Después de la fundación de la República Popular China en 1949, varias generaciones se han dedicado al cultivo de sandías, produciendo nuevas variedades que han permitido la siembra a gran escala, mejorando el precio y el sabor.

Entre 2016 y 2020 se han verificado más de 50 nuevas variedades. En este sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ha definido que China es el mayor productor y consumidor mundial de sandías. El consumo per cápita de la fruta en el gigante asiático es de unos 50 kilogramos anuales.