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Cubanos convierten desechos plásticos en ecomadera para sustituir importaciones

Por Xinhua | el 11 de septiembre de 2023 | 14:07

La Cooperativa No Agropecuaria (CNA) "Atres", radicada en la occidental provincia cubana de Matanzas, a unos 100 kilómetros de La Habana, constituye hoy una importante fuente de sustitución de importaciones para el país al convertir desechos plásticos en ecomadera.

Fundada en 2014 por varios artesanos, sus creadores decidieron en el 2018 comenzar a experimentar con polímeros de plástico reciclado para crear un sustituto de la madera en Cuba, donde los mercados de este material están muy limitados.

"Encontramos en el reciclaje una alternativa ante la falta de las materias primas principales con las que trabajábamos", confesó a Xinhua Jorge Antonio Soto, vicepresidente de la CNA integrada por 82 trabajadores.

En el mundo, la ecomadera o madera plástica, obtenida a partir del reciclaje, es frecuente, pero en Cuba, "Atres" es pionera en la producción de este material, que surge de la fusión de varios plásticos, provenientes de desechos postindustriales y postconsumo.

Con él fabrican una gran variedad de productos: sillas, cestos, mesas de picnic, tumbonas, pérgolas, cercas, portones, estructuras de fachadas, escaleras, plataformas y pasarelas de acceso a playas, con una durabilidad de 50 años que ha sido certificada por laboratorios cubanos.

Soto, de 37 años e ingeniero informático de profesión, dijo a Xinhua que desde que comenzaron esta labor han logrado reciclar más de 900 toneladas de plástico, y solamente en su primer año de producción de ecomadera ahorraron al país unos 300.000 dólares en importaciones.

"Desde el 2018 hasta la fecha se han reciclado aproximadamente 968 toneladas de plástico, de ellas, aproximadamente 25 toneladas se extrajeron de las zonas de desembocaduras de ríos y playas", explicó.

Matanzas, donde radica "Atres", es una ciudad costera y con múltiples ríos, de ahí que habitualmente los miembros de la cooperativa realicen limpieza de playas, desembocaduras y vertederos junto a organizaciones de la sociedad civil para recolectar desechos plásticos.

El resto del material que necesitan para sus producciones lo obtienen mediante un contrato con la Empresa de Recuperación de Materias Primas.

"Se calcula que en Cuba se generan más de 40.000 toneladas de desechos de plástico y solamente se recicla el 10 por ciento de ellos, buscamos crear concienciar en la población y en otros actores económicos", explicó Soto.

El taller de producción de la ecomadera fue instalado en los almacenes de una fábrica estatal, muy cerca de la bahía matancera, y a golpe de innovación e inventiva convirtieron la antigua maquinaria de la industria en equipos para procesar el plástico.

Anselmo Jorrín, de 67 años y jefe de producción de la empresa, comentó a Xinhua que una vez que el plástico llega al taller se clasifica, se tritura y se hace una mezcla para tratar de obtener las propiedades físico-mecánicas que necesitan en el producto final.

"Fabricamos una cinta para tejer muebles, pero nuestro producto líder es la ecomadera, me enorgullece ver cómo una materia que estaba en proceso de deterioro, agrediendo el medioambiente, se convierte en algo útil", aseguró Jorrín.

El también ingeniero electromecánico comentó que muchos de los hoteles que se han convertido en clientes de "Atres", principalmente los de Varadero, el balneario más popular de la isla caribeña, importaban madera para hacer las pasarelas de acceso a las playas, y "cada cinco o seis años tenían que cambiarlas", pero "ahora las están sustituyendo por otras fabricadas con ecomadera".

"Para un país como Cuba, no creo que el reciclaje sea una alternativa, sino una necesidad", apuntó.

Según explicó el vicepresidente de la cooperativa, entre sus principales clientes se encuentran ministerios como los de Salud Pública y Turismo, Gobiernos locales, como el de La Habana, y hoy tienen obras ejecutadas en varias provincias del país.

"Desde el punto de vista del impacto ambiental, el plástico tiene la posibilidad de usarse infinidad de veces, de no reciclarlo se acumularía y su tiempo de degradación puede sobrepasar los 500 años, por tanto, se hace insostenible producir sin reciclar; de ahí la importancia de la economía circular", señaló Soto.

Actualmente, tiene capacidad para procesar unas 300 toneladas de plástico al año, pero la meta de "Atres" en el mediano plazo es lograr 1.000 toneladas anuales e insertarse en el mercado internacional con sus producciones.

"Queremos incrementar nuestra gama de productos y estamos montando nuevas líneas de producción, mejorando la tecnología, porque también pretendemos posicionarnos en el mercado internacional", afirmó.

(Web editor: 周雨, Zhao Jian)