Cooperación en ciencia y tecnología agrícola inyecta nuevo impulso al desarrollo chino-brasileño de semillas

Por Zhou Yongsui

La sede de la empresa china LongPing High-Tech en Cravinhos, en el interior del estado de Sao Paulo (sudeste), se ha convertido en uno de los puntos fuertes de la cooperación Brasil-China, sobre todo en la tecnología aplicada a la mejora de la agricultura, con la búsqueda de más eficiencia en las semillas para el suelo brasileño.

En medio de modernos parques sustentables, laboratorios avanzados e investigadores tenaces, en la sede de LongPing High-Tech se toman muestras de granos de semillas de cultivos, se les extrae el ADN y se cultivan con una técnica de adaptación al clima tropical y suelo nativo de Brasil, ayudando así a los agricultores locales a mejorar su eficiencia de siembra, rendimiento y calidad.

LongPing High-Tech llegó a Brasil en 2017 y está afiliada al chino Grupo CITIC.

"China es el mayor importador mundial de productos agrícolas, y tiene una fuerte capacidad de suministro de materiales de producción agrícola, mientras que Brasil es el mayor exportador mundial de productos agrícolas: los dos países tienen un gran potencial para la cooperación agrícola", dijo a Xinhua Wang Guoquan, subgerente general del Grupo CITIC y presidente de CITIC Agriculture.

Tras más de cinco años de desarrollo, las operaciones de la empresa china han crecido significativamente y también han creado un gran número de oportunidades de empleo local.

Según Wang, la empresa ha establecido en Brasil una plataforma para el intercambio y la cooperación en recursos de germoplasma y tecnología de reproducción, lo cual mejora el nivel de investigación y desarrollo científico y tecnológico, y la cuota de mercado de semillas de maíz de la compañía ahora se ubica entre las tres líderes de la industria.

"Esto la ha convertido en un modelo de cooperación agrícola entre China y Brasil", subrayó.

Para el vicepresidente de Investigación y Desarrollo de LongPing High-Tech, Edimilson Linares, que lleva 40 años dedicándose a la mejora genética del maíz, la inversión realizada por la empresa facilitará el desarrollo de la agricultura de Brasil, mayor economía latinoamericana.

Desde 2009, China es el principal socio comercial de Brasil y la agricultura es uno de los pilares del comercio bilateral.

Linares consideró que la cooperación entre Brasil y China "se ampliará en función de los progresos que obtenemos con el trabajo conjunto, en el intercambio de informaciones sobre las diversas culturas y diversos climas que existen tanto en Brasil como en China, países muy grandes con diferentes áreas agrícolas, altitudes y tecnología".

"Mi principal trabajo consiste en planificar, organizar y ejecutar un programa de mejora genética que nos permita obtener ganancias y mejorar nuevos híbridos de maíz, así como otros cultivos en los que estamos trabajando, como el sorgo y la soya, para atender al mercado brasileño y también a otros países que tienen un clima similar al de Brasil", explicó.

La empresa, en palabras de Aldenir Sgarbossa, presidente ejecutivo en Brasil de LongPing High-Tech, es un verdadero puente entre Brasil y China tanto en cooperación como transferencia de tecnología y oportunidades de intercambio de semillas para cada terreno de los dos países.

"Creo que en el futuro, el intercambio de tecnología agrícola entre China y Brasil puede aumentar la productividad de los cultivos en ambos países, y podemos utilizar la tecnología china aquí, y las semillas desarrolladas en Brasil se pueden exportar a China", dijo, y agregó que están dispuestos a servir como "puente" entre ambos países en el desarrollo de la industria de semillas.

En el laboratorio de biología molecular de la empresa ya se utiliza el sistema de genotipo de alto rendimiento desarrollado por China.

Además de las semillas, la empresa ha liderado la construcción del Parque Industrial de Ciencia y Tecnología Agrícola China-Brasil, a través del que invita a las empresas chinas de la cadena de la industria agrícola de alta calidad a expandir sus negocios en Brasil, proporcionando apoyo financiero, legal y de consultoría industrial, entre otros.

Esto reduce significativamente el umbral para que firmas chinas salgan al extranjero.

Según Sgarbossa, la empresa está enfocada en la investigación genética para un mejor rendimiento de las semillas en Brasil, pero la dinámica de la compañía va más allá del suelo y también se ha dedicado a la logística, considerada un desafío para el campo brasileño debido a que es precisa para poder extraer y distribuir su producción.

"Esta producción de semillas en el mercado brasileño supondrá una productividad mucho mayor para Brasil. Brasil es actualmente un gran exportador de semillas de maíz, principalmente a China, y creemos que con esta integración o proximidad entre Brasil y China tendremos muchas oportunidades entre los dos países", expresó.

"Y Longping High-Tech puede incluso ayudar a construir este puente", añadió.

La investigación para lograr mejores semillas y suelos puede ser una suerte de puente mediante la transferencia de tecnología.

"Creo que tendremos un intercambio usando en Brasil las tecnologías de China, así como la experiencia de Brasil en el agro dentro de China, mejorando la productividad en ambos países. Exportando nuestra semilla desarrollada en Brasil hacia China, por ejemplo", analizó Sgarbossa.