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Tribunal de Beijing dictamina primer caso de infracción de una imagen de IA generativa
(Foto: VCG)
El Tribunal de Internet de Beijing dictaminó recientemente la disputa por infracción de derechos de autor sobre una imagen creada con software de inteligencia artificial (IA) generativa. Este es el primer caso de su tipo que se resuelve en China.
Los expertos legales comentaron que la sentencia del tribunal enfatizaba la participación del demandante y las elecciones estéticas en el proceso de creación, lo que reflejaba la originalidad del creador. Aunque resaltó que es importante no inculcar el punto de vista de que las obras de arte de inteligencia artificial generativa gozan de derechos de autor. Y señalaron que este caso no deben usarse como referencia en la sentencia para todos los casos relacionados con la inteligencia artificial generativa, ya que difiere de los casos en los que las obras de arte son generadas completa y directamente por herramientas de inteligencia artificial.
De acuerdo al juicio, la demandante de apellido Li aprovechó el software de inteligencia artificial de texto a imagen Stable Diffusion para crear la imagen de una mujer introduciendo una serie de palabras descriptivas, y luego publicó la imagen en una plataforma en línea. Luego, la acusada de apellido Liu, utilizó la imagen como ilustración para su poema en su cuenta personal. Li presentó una demanda contra Liu en el Tribunal de Internet de Beijing por el cargo de infracción de derechos de autor y violación del derecho de transmisión en la red de información.
Las dos partes llevaron a cabo un acalorado debate sobre la imagen en términos de una serie de nuevos problemas que surgen en el campo de la tecnología de IA de texto a imagen, incluido si la imagen generada a través del generador de imágenes de IA de texto a imagen es una obra de arte, si las palabras o descripciones puestas en la herramienta de IA tienen originalidad, si el creador de la imagen tiene derechos de autor sobre la imagen o si el uso de la imagen por parte de Liu infringe los derechos de Li y qué responsabilidades debe asumir Liu por las infracciones.
La audiencia judicial del caso fue transmitida por la Televisión Central de China y se transmitió en vivo en múltiples plataformas, lo que atrajo a un total de más de 170.000 espectadores y provocó acaloradas discusiones sobre la relación entre el contenido generado por IA y los derechos de autor.
De acuerdo al tribunal, lo esencial en la oportunidad de las personas utilicen modelos de IA para generar imágenes es poner la herramienta en función de la creación. Bajo la Ley de Derecho de Autor, el creador mantiene los derechos de las imágenes generadas.
Sin embargo, el tribunal también enfatizó que, de acuerdo con el principio de buena fe y la necesidad de proteger el derecho del público al acceso a la información, el usuario debe enfatizar de manera legible que la imagen creada ha tenido la asistencia de tecnología o modelos de inteligencia artificial.
Al final, el tribunal determinó que el demandado violó el derecho de autoría y transmisión de la red de información del demandante. Por tanto, debe emitir una disculpa en las plataformas de redes sociales y compensar al demandante con 500 yuanes (70,16 dólares) en un plazo de siete días, a partir de la fecha de entrada en vigor de la sentencia.
Durante el juicio, Li argumentó que el uso de herramientas de IA para crear imágenes es algo similar al uso de cámaras tradicionales para tomar fotos. En los viejos tiempos, cuando las tecnologías fotográficas no eran tan avanzadas como hoy, los fotógrafos tenían que ajustar manualmente varios parámetros y eso ya constituía una creación sujeta a derechos de autor. Hoy en día, a pesar de que las cámaras se han vuelto tan inteligentes que los fotógrafos no necesitan ajustarlas manualmente, aún disfrutan de los derechos de autor sobre las fotos que tomen.
Li argumentó que en el proceso de hacer realidad su idea, en lugar de simplemente pedirle al generador de IA que dibujara una imagen de una mujer hermosa, tuvo que realizar descripciones detalladas y decidir subjetivamente varios parámetros para conseguir que la IA lograra la imagen que ella quería.
Li también esgrimió que Liu no obtuvo su autorización para usar la imagen y, además, eliminó la marca de agua que ella había puesto en la imagen, engañando a los espectadores para que pensaran que Liu era la creadora, trasgresión que violó los derechos de autor. Li exigió a Liu que le compensara con 5.000 yuanes y que se disculpara por su comportamiento.
Liu argumentó que encontró la imagen buscando en Internet y la usó como ilustración para sus poemas. La fuente específica de la imagen ya no está disponible. Además, no proporcionó información sobre la marca de agua que había en la imagen. Tampoco estaba segura si el demandante tenía los derechos de imagen.
Además, el contenido principal de su publicación era su poema, en lugar de la imagen en cuestión. Dado que no había ningún propósito comercial para la publicación, no tenía ninguna intención de infringir los derechos de Li.
Liu también había declarado que si el tribunal la declaraba infractora, estaría dispuesta a disculparse con la demandante. Sin embargo, consideró que el monto de la compensación económica reclamada por la demandante era demasiado alto.
Al final del juicio, Li manifestó que el claro veredicto precisa estándares de identificación para los problemas de derechos de autor relacionados con las obras de arte generadas por IA.
Desde que apareció la IA generativa, la cuestión de la titularidad de los derechos de autor ha sido objeto de acalorados debates. Mientras que algunos internautas persisten en la idea de que las obras de arte generadas por herramientas de IA no pueden gozar de la protección de los derechos de autor, otros piensan que las herramientas de IA generativa son similares a los programas de edición de imágenes como Photoshop, que son sólo herramientas utilizadas y controladas por seres humanos que disfrutan de los derechos de autor del resultado final.
El tribunal consideró que, en la etapa actual, los modelos de IA generativa no poseen libre albedrío y que tampoco son entidades legales. Cuando las personas utilizan modelos de IA para generar imágenes, siguen siendo seres humanos que utilizan una herramienta para la creación. En otras palabras, la aportación intelectual a lo largo de todo el proceso creativo proviene de los humanos y no de los modelos de IA.
Para Li Zhenwu, abogado con sede en Shanghai, el tribunal realizó un gran esfuerzo para explicar la participación del demandante en la creación de la imagen, reflejando que sus palabras descriptivas representaban su originalidad, gusto y elección estética singular. El letrado también considera que este caso no debería usarse como referencia para la sentencia de todos los casos relacionados con la IA generativa, ya que difiere el grado de participación del ser humano en la creación asistida por IA.
En este sentido, los expertos legales han señalado que esa regla judicial también puede entenderse como que la imagen goza de derechos de autor debido a su originalidad, y no por el hecho de que haya sido generada por una herramienta de IA. Y advirtieron que si las obras generadas por IA no gozan de un derecho de autor bien determinado y entran en el dominio público, el uso traerá un sinfín de problemas.