Guerra comercial con China es "negativa para EE. UU.", dice académico de Yale

Imagen del 4 de agosto de 2022 de la Casa Blanca en Washington D.C., Estados Unidos. (Xinhua/Liu Jie)

La guerra comercial con China "ha sido negativa para EE. UU.", dado que al ser una política perturbadora y con motivaciones políticas, nunca logra el objetivo de Washington de eliminar el déficit comercial, dijo un académico de la Universidad de Yale.

"He criticado durante mucho tiempo la creencia de que EE. UU. o cualquier nación puede resolver los desequilibrios comerciales bilaterales (mediante una guerra comercial) en un mundo multilateral", declaró Stephen Roach, académico sénior del Centro Paul Tsai China, de la Facultad de Derecho de Yale, en una entrevista reciente con Xinhua.

Roach señaló que la insuficiencia persistente de ahorros domésticos, más que la praxis de los socios comerciales estadounidenses, es la raíz de los déficits comerciales que tiene Washington no solo con China, sino con otros muchos países alrededor del mundo.

La falta de ahorros domésticos "sigue siendo bastante pronunciada" hasta el punto de que "nuestra tasa neta de ahorros domésticos fue ligeramente negativa el pasado año" tras ajustar la depreciación, según recordó Roach quien, antes de unirse a Yale durante la década de 2010, fue presidente de Morgan Stanley Asia.

"Carecer de ahorros domésticos y pretender invertir y crecer hace que importemos exceso de ahorro del exterior. Y mantenemos estos déficits masivos comerciales multilaterales para atraer el capital", indicó el economista.

"¿Hemos logrado lo que estábamos esperando hacer, esto es, una reducción de nuestro amplio déficit comercial? Absolutamente, no", comentó en referencia a la imposición de aranceles sobre los bienes chinos, que fue iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump en 2018 y heredada en gran medida por su sucesor, Joe Biden.

Lanzar una guerra comercial con China, argumentó el inversor reconvertido en académico, "es un reflejo de la desafortunada dimensión política de nuestra estrategia bipartidista anti-China, que Washington ha abrazado completamente. Pero no ha logrado los amplios objetivos económicos que nuestros políticos prometieron al público estadounidense que tendrían".

A pesar de los aranceles, China se mantiene como "una fuente principal de suministro extranjero a EE. UU." así como "un importante destino para el crecimiento de las exportaciones estadounidenses", anotó Roach.

"Imponiendo aranceles y otro tipo de sanciones sobre nuestra principal fuente de productos importados es el equivalente práctico de ataques sobre empresas estadounidenses y consumidores estadounidenses", afirmó, añadiendo que desde una "perspectiva básica y simple, la guerra comercial ha sido negativa para EE. UU.".