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COMENTARIO: Provocación de Filipinas socava estabilidad regional

Por Xinhua | el 08 de abril de 2024 | 15:20

En los últimos meses, Filipinas, apoyada por algunas fuerzas externas, ha avivado las tensiones en el Mar Meridional de China, a pesar de que China tiene una soberanía indiscutible sobre las Nanhai Zhudao (Islas del Mar Meridional de China) y sus aguas adyacentes.

Es imperativo reconocer que cualquier actividad que perturbe la situación en el Mar Meridional de China y provoque oleaje socavará la paz y la estabilidad regionales.

Al invitar continuamente a fuerzas externas al asunto, Filipinas no solo socava los mecanismos establecidos para la resolución de conflictos, sino que sabotea activamente los esfuerzos de China y de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) por mantener la paz y la estabilidad en la región.

China y los países de la ASEAN se han comprometido desde hace tiempo a gestionar y resolver adecuadamente los conflictos mediante el diálogo y las consultas entre los Estados directamente implicados. Han trabajado juntos para mantener conjuntamente la paz y la estabilidad en el Mar Meridional de China, lo que ha mantenido la situación en estas aguas generalmente estable.

Las disputas marítimas entre China y Filipinas se han recrudecido porque Filipinas, respaldada por actores externos, ha dado marcha atrás en sus palabras y ha provocado a China.

La participación de actores externos en sus maniobras navales conjuntas y la próxima cumbre trilateral entre Filipinas, Estados Unidos y Japón revelan una cruda realidad: Filipinas está explotando imprudentemente estas plataformas para solicitar apoyo externo a sus acciones provocadoras.

Estas fuerzas externas, movidas por sus propias agendas estratégicas, explotan fácilmente las maniobras de Filipinas para interferir en los asuntos regionales y contener a China.

Como señala Anna Malindog-Uy, vicepresidenta del grupo de expertos Asian Century Philippines Strategic Studies Institute, con sede en Manila, Filipinas está siendo utilizada "como peón y proxy".

"La cuestión marítima es entre Filipinas y China, y Estados Unidos no es parte en la disputa y, por tanto, debería abstenerse de intervenir o inmiscuirse en este asunto", afirmó la experta, advirtiendo de que la intromisión de Estados Unidos en la cuestión del Mar Meridional de China es "similar a echar leña al fuego, complicando aún más la ya de por sí compleja situación".

Independientemente de los intentos de Filipinas por desprestigiar a China, esto no puede alterar la realidad indiscutible de que la soberanía, los derechos y los intereses de China en el Mar Meridional de China se establecieron a lo largo de la historia y están sólidamente fundamentados en la historia y el derecho.

China siempre se ha comprometido a resolver la cuestión del Mar Meridional de China mediante el diálogo y la negociación.

En 2002, China y los países de la ASEAN firmaron la Declaración sobre la Conducta de las Partes en el Mar Meridional de China, comprometiéndose conjuntamente a resolver "las disputas territoriales y jurisdiccionales por medios pacíficos, mediante consultas y negociaciones amistosas por parte de los Estados soberanos directamente concernientes".

En los últimos años, China y los países de la ASEAN han promovido activamente las negociaciones sobre el Código de Conducta para el Mar Meridional de China. Las tensiones aumentaron solo después de que Filipinas diera marcha atrás en sus compromisos de la declaración y en una serie de acuerdos bilaterales con China.

La región Asia-Pacífico es la más dinámica de la economía mundial, y su estabilidad y prosperidad radican en el hecho de que corresponde a los pueblos de Asia resolver los problemas de Asia y mantener la seguridad de Asia.

Mantener la calma y la estabilidad en la región sirve a los intereses de los países de la región y contribuye al crecimiento de la economía mundial. La consecución de estos objetivos requiere el esfuerzo constructivo de todas las partes implicadas.

(Web editor: Zhao Jian, 周雨)