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"¿Más exportaciones = exceso de capacidad?", es una falacia
Vista parcial de la línea de ensamblaje de GAC Aion, una subsidiaria de vehículos de nueva energía de Guangzhou Automobile Group Co., Ltd. (GAC Group), en Guangzhou, capital de la provincia meridional china de Guangdong, el 24 de febrero de 2023. (Xinhua/Deng Hua) |
El año pasado, las exportaciones chinas de los llamados "tres nuevos tipos de productos" para exportación (vehículos eléctricos, baterías de litio y dispositivos fotovoltaicos) superaron por primera vez el billón de yuanes, un aumento de casi el 30 por ciento interanual.
Muchos miembros de la comunidad empresarial internacional han elogiado a China por su firme promoción de la transformación verde. Sin embargo, algunos en Estados Unidos acusan a la nueva industria china de sufrir un "exceso de capacidad", argumentando que "el exceso de bienes exportados significa exceso de capacidad".
Tal argumento es falaz.
Nicholas Lardy, investigador principal del Instituto Peterson de Economía Internacional, afirmó sin rodeos que "esta opinión parece indicar que ningún país debería producir más allá de su capacidad de ventas internas".
De acuerdo con la lógica de algunos en Estados Unidos y en países occidentales, si la capacidad de producción de una nación excede su demanda interna, significa que hay un "exceso de capacidad". Entonces, dado que Estados Unidos exporta diariamente grandes cantidades de chips, aviones, soja y otros bienes, ¿se puede deducir que también sufren de "exceso de capacidad"?
¿Realmente China exporta demasiados productos energéticos nuevos?
En términos de tasa de crecimiento, en los últimos dos años los "tres nuevos tipos de productos" de China se han vuelto populares en todo el mundo, logrando un rápido crecimiento de las ventas. Sin embargo, en términos proporcionales, las exportaciones chinas de vehículos de nueva energía representan algo mucho menor en comparación con la producción de países como Alemania, Japón y Corea del Sur.
Por ejemplo, Alemania produjo el año pasado 4,1 millones de automóviles, de los cuales 3,1 millones se exportaron al extranjero, lo que representa casi el 80% del total. El año pasado, China produjo 9,587 millones de vehículos de nueva energía y exportó 1,203 millones, lo que representa solo una octava parte del total.
¿Es realmente "excesiva" la capacidad de producción verde de China?
En el marco de una economía de mercado, el equilibrio entre la oferta y la demanda es relativo y el desequilibrio es un fenómeno común. Una oferta moderadamente superior a la demanda conduce a la promoción de la competencia en el mercado, la supervivencia del más capaz, la innovación tecnológica y la reducción de costes. Todo esto contribuye a que los consumidores de varios países obtengan mejores productos y servicios a menores costos.
El precio es una "veleta" importante para juzgar la relación entre la oferta y la demanda. Si hay un "exceso de capacidad", el precio de los nuevos productos energéticos chinos en el mercado internacional debería seguir siendo bajo. A medida que aumentan las exportaciones de vehículos eléctricos chinos, también suben sus precios. El costo medio de venta de los principales vehículos eléctricos chinos en Europa es aproximadamente el doble de lo que se abona en China. El aumento de la cantidad y el precio significa que la oferta obviamente supera a la demanda. Sin embargo, ¿podemos hablar de "exceso de capacidad"?
Al analizar los problemas de capacidad de producción, también debemos mantener una perspectiva global.
En la actualidad, en las ciudades de tercer y cuarto nivel de China y en los mercados rurales, todavía hay un gran espacio para el crecimiento en el sector de vehículos de nueva energía. Algunos analistas predicen que la tasa de penetración de los vehículos de nueva energía en China aumentará del 35,2% en 2023 al 60% en 2033. En otras palabras, satisfacer las crecientes necesidades de más de 1.400 millones de personas que aspiran a una vida mejor es inseparable del desarrollo de la nueva industria energética, la mejora de la capacidad de producción y los niveles tecnológicos. Nadie está calificado para criticar esta realidad objetiva.
De acuerdo a estimaciones de la Agencia Internacional de la Energía, la demanda mundial de vehículos de nueva energía alcanzará los 45 millones de unidades en 2030, más de cuatro veces el índice del 2022. La demanda mundial de nueva capacidad fotovoltaica instalada alcanzará los 820 gigavatios, aproximadamente cuatro veces más que en 2022. Lejos de haber un "excedente" de nuevos productos energéticos en el mercado mundial, de hecho, ¡hay escasez! Como uno de los principales fabricantes de productos ecológicamente sostenibles, China no tiene ninguna razón para no unirse y participar activamente de esta transición.
En el campo de las nuevas energías, las empresas chinas siguen contribuyendo al resto del mundo: en Hungría, BYD está construyendo gradualmente una base de producción de vehículos de nueva energía, que se espera que cree miles de puestos de trabajo locales. En Tailandia, Changan, SAIC, BYD y otras empresas están construyendo activamente fábricas, cuya inversión total prevista supera los 10.000 millones de yuanes. Ya sea exportando productos para satisfacer las necesidades del mercado global, construyendo fábricas en el extranjero para estimular la inversión, creando empleos y expandiendo su actividad, las empresas chinas en el sector de la nueva energía siempre han buscado garantizar el beneficio mutuo y el desarrollo común.
Esta postura también ha recibido elogios de muchas personalidades internacionales. La revista estadounidense "Diplomat" señaló que los países del sudeste asiático se esfuerzan activamente por celebrar acuerdos de cooperación con las empresas chinas de vehículos eléctricos, "no solo fortaleciendo la inevitable transformación de los vehículos de combustibles fósiles en vehículos eléctricos, sino también a través del intercambio de tecnología, que es un promotor del crecimiento económico".
Acusar a China de “exceso de capacidad” esconde las malas intenciones del proteccionismo comercial. El punto de vista del empresario francés Bertrand va directo al grano: "El problema se reduce a la competitividad, no a la capacidad de producción. A algunos países occidentales les preocupa que China se esté desarrollando demasiado rápido y que las empresas chinas se estén volviendo cada vez más competitivas, lo que se traducirá en amenazas al statu quo hasta ahora en sectores relacionados".
Vincular el desarrollo de nuevas industrias energéticas a nivel mundial, con un proteccionismo comercial miope, sin duda debilitará la capacidad de los países para hacer frente al cambio climático y promover el desarrollo verde. Con el tiempo, esto será como “pegarse un tiro en el pie".
El comercio internacional no es un "juego de suma cero". Ninguna contracorriente puede detener la marea de una globalización económica inclusiva y beneficiosa. Sobre la base de la cooperación y el beneficio mutuo, el mercado mundial de productos sostenibles crecerá cada vez más, y la sociedad global del futuro se beneficiará de él.