De erizos de mar a vehículos de nueva energía: China y Chile profundizan su cooperación económica

El primer lote de erizos de mar chilenos refrigerados llega a Shenzhen, provincia meridional china de Guangdong, el 31 de marzo de 2024. (Xinhua)

Un total de 20 paquetes con 115 kilogramos de erizos de mar chilenos refrigerados llegó el 8 de abril por vía aérea desde Santiago de Chile hasta la urbe meridional china de Shenzhen.

Se trata de la segunda vez que este manjar proveniente del país sudamericano entra en el mercado chino por la aduana de Shenzhen, pocos días después de la llegada del primer lote.

"El 31 de marzo, importamos por primera vez 48 kilogramos de erizos chilenos. Las ventas en el mercado fueron muy buenas, por lo que ahora estamos realizando entregas de carne de erizo de mar fresca dos veces por semana o más, con un alcance de suministro que cubre todo el mercado nacional", afirmó Zhang Lei, gerente general de la compañía Shenzhen Lift Import and Export.

Como uno de los principales puertos de entrada de los productos chilenos a China, Shenzhen es un lugar ideal para tomar el pulso de la cooperación económica y comercial sino-chilena.

De hecho, un tercio de las cerezas chilenas exportadas a China desembarcan en el puerto de Shenzhen para ser enviadas al interior del país por ferrocarril. Al mismo tiempo, una considerable cantidad de teléfonos móviles, ordenadores y automóviles fabricados en la megaciudad china tienen Chile como destino.

La exitosa importación de erizos de mar chilenos refrigerados constituye una muestra más del constante estrechamiento y expansión de los intercambios entre China y Chile en materia económica y comercial.

Por su delicioso sabor y su alto valor nutritivo, los erizos han sido apreciados por consumidores de todo el mundo. Sin embargo, debido a las condiciones relativamente exigentes para su conservación y transporte, su exportación a largas distancias se ha enfrentado durante mucho tiempo a múltiples retos.

Con el fin de mejorar la eficiencia de su movilización al tiempo que se garantiza la calidad, la aduana de Shenzhen trabajó activamente con empresas y otras partes relacionadas para formular un plan que permitiera acelerar todo el proceso, desde la descarga, el almacenamiento y la manipulación hasta la inspección y la emisión de certificados.

"Desde el aterrizaje del vuelo hasta el despacho aduanero, tomó apenas cuatro horas", de acuerdo con Zhang.

Como el primer país sudamericano en establecer relaciones diplomáticas con China, Chile es una de las naciones de la región que más intercambios económicos y comerciales mantiene con el país asiático, salvando la distancia geográfica.

China ha sido el mayor socio comercial y el principal destino de exportación para Chile durante muchos años consecutivos, mientras que Chile es el tercer socio comercial de China en Latinoamérica. Entre los productos chilenos que más se exportan a China destacan los minerales de cobre y litio y sus derivados, cerezas, carne de cerdo y vino.

En 2005, Chile firmó un acuerdo de libre comercio con China y, en 2017, el tratado fue actualizado. La nueva versión entró en vigor el 1 de marzo de 2019 y elevó la cobertura de arancel cero a un 98 por ciento de los productos.

Hasta el 1 de marzo del año en curso, la aduana de Shenzhen había emitido 50.300 certificados de origen, que permitieron a las empresas locales acceder a las reducciones arancelarias de Chile por valor de 912 millones de yuanes.

Las cerezas son uno de los productos más representativos en el comercio bilateral entre China y Chile. Según la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, la nación sudamericana exportó 376.000 toneladas de cerezas a China durante la temporada 2023-2024, siendo enero de 2024 el pico de la temporada, cuando el 93 por ciento de las cerezas exportadas desde Chile se enviaron a China. Dichas operaciones generaron 1.447 millones de dólares en ingresos para el país sudamericano.

La superficie plantada de cerezas en Chile aumentó de 3.241 hectáreas en el año 2000 a unas 62.000 hectáreas en 2022, creando alrededor de 200.000 empleos directos a nivel nacional.

Por un lado, el enorme mercado de China crea oportunidades para la cadena de la industria frutícola chilena; por otro, los productos agrícolas de alta calidad de Chile enriquecen las opciones de los consumidores chinos, afirmó Iván Marambio, presidente de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile, en una reciente entrevista exclusiva con Xinhua en Santiago de Chile.

Funcionarios de la aduana de Shenzhen inspeccionan las cerezas importadas de Chile, el 5 de febrero de 2024. (Xinhua)

China es un mercado único. La forma en que los consumidores interactúan y acceden a los productos difiere mucho de otros países, lo que nos impulsa a mejorar constantemente y satisfacer las demandas de los consumidores chinos con los productos de la más alta calidad, añadió Marambio.

El sector automovilístico es otra área clave de la cooperación económica y comercial entre China y Chile. Las estadísticas de la Asociación Nacional Automotriz de Chile muestran que, en los últimos años, la cuota de mercado de los automóviles fabricados por China en Chile ha crecido año tras año, alcanzando el 38,5 por ciento a finales de 2021 y el 39,73 por ciento en 2022.

Como país con la mayor reserva de litio del mundo, la extracción del mineral en Chile también ha apoyado fuertemente el acelerado desarrollo de la industria automovilística de nuevas energías de China.

En 2017, los autobuses eléctricos de la empresa china BYD, con sede en Shenzhen, entraron en Santiago de Chile; el 6 de octubre de 2023, BYD lanzó su deportivo eléctrico de la serie Seal en el mercado chileno, el sexto modelo de la empresa que ha ingresado en la nación sudamericana.

BYD también se ha asegurado un precio favorable en Chile en lo referente a la cuota de carbonato de litio para baterías y está invirtiendo en una planta de baterías en ese país.

Un autobús de nueva energía de la marca china BYD circula por el centro urbano de Santiago de Chile, capital del país sudamericano, el 31 de octubre de 2023. (Xinhua/Xin Yuewei)

Del 14 al 20 de octubre se celebró la octava edición de Chile Week (Semana de Chile) en las ciudades de Shenzhen, Chengdu, Beijing y Shanghai. El presidente de Chile, Gabriel Boric, de visita en China, asistió a la ceremonia de inauguración del evento y la reunión anual del Consejo Empresarial China-Chile.

Boric enfatizó su disposición a profundizar la relación económica y comercial entre China y Chile y expresó su interés por ampliar el conocimiento y aprendizaje mutuo entre ambas naciones en áreas como la reducción de la pobreza, el desarrollo sostenible y las energías renovables. El mandatario también dio gran importancia a las iniciativas chinas de inversión en sectores estratégicos como la industria del litio, la electromovilidad y las telecomunicaciones.

Por su parte, el embajador de China en Chile, Niu Qingbao, dijo recientemente en una entrevista que, gracias a la transformación y modernización industrial de China, se mantendrá una demanda estable y a largo plazo de cobre, litio y otros recursos de Chile. Al mismo tiempo, el grupo de ingresos medios en expansión de China proporcionará un mercado más amplio para los productos agrícolas por excelencia de Chile.

Existe un gran nivel de coincidencia y sintonía entre el compromiso de China con la innovación, la manufactura avanzada y el desarrollo ecológico y el esfuerzo que hace Chile por impulsar el desarrollo de las industrias emergentes como la economía digital y la inteligencia artificial, lo que permite impulsar conjuntamente la modernización de ambos países.