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Presidente Xi y pequeños embajadores de la amistad entre Hungría y China

Por Xinhua | el 07 de mayo de 2024 | 19:11

Enclavada cerca del resplandeciente río Danubio en Budapest, capital de Hungría, una escuela bilingüe húngaro-china ha gozado de una popularidad creciente en los últimos años.

Decir "Nihao", hola en chino, es la primera lección para los estudiantes. Muchos de ellos pueden recitar con fluidez la versión china de los poemas del poeta húngaro Sandor Petofi. Los maestros también dan conferencias sobre Lu Xun, uno de los más grandes escritores modernos de China del siglo XX.

Fundada en 2004, la escuela ha desempeñado un papel único en la promoción de los intercambios culturales entre China y Hungría durante las últimas dos décadas. Y, en 2009, su vínculo con el país asiático se fortaleció tras la visita de un invitado especial.

"HOLA, TÍO XI"

Para Zsuzsanna Erdelyi, directora de la escuela, muchos conmovedores momentos de la visita de Xi Jinping, entonces vicepresidente chino, permanecen frescos en su memoria.

Durante el recorrido por la escuela, mantuvo una sonrisa en su rostro y charló con los niños sobre poemas y canciones infantiles, recordó Erdelyi.

Para saludar a Xi, los estudiantes escribieron en caracteres chinos en una pizarra "Hola, tío Xi". También cantaron canciones en mandarín, bailaron ballet y realizaron espectáculos de artes marciales.

Xi quedó particularmente impresionado cuando dos estudiantes recitaron "Pensamientos en una noche tranquila" y "Un solo corazón", dos poemas clásicos de la dinastía Tang de China, escritos hace más de 1.000 años.

Aplaudiendo la actuación de los niños, Xi compartió con ellos su gusto por la cultura húngara y los intercambios culturales bilaterales de larga data. Se puso como ejemplo a sí mismo, diciendo que muchos chinos de su edad veían "Ludas Matyi", una película húngara de 1950 basada en un poema del mismo nombre.

Al señalar que algunos clásicos de la literatura china como "Sueño en el pabellón rojo" fueron traducidos al húngaro hace mucho tiempo, Xi reveló que a muchos chinos también les gustan las Rapsodas Húngaras, una colección de 19 piezas para piano del compositor húngaro Franz Liszt, considerado el más virtuoso pianista de su tiempo.

Xi entregó libros de texto y equipo didáctico como obsequio a la escuela. Los estudiantes también le devolvieron un regalo: el dibujo de un pequeño corazón rojo con algunos cálidos deseos escritos a mano.

A lo largo de los años, el líder chino ha seguido el desarrollo de la escuela, afirmó Erdelyi. "Dio muchos consejos valiosos para la escuela, incluido el famoso proverbio chino: 'Se necesitan 10 años para cultivar árboles, pero 100 años para cultivar personas'".

"Enseñar a los niños es un proceso similar (...) Solamente cuando se convierten en adultos, después de muchos años de escolarización, realmente apreciamos el impacto de la educación escolar en sus vidas", afirmó.

SALUDOS DE AÑO NUEVO

Para conmemorar la visita de Xi hace 15 años, una foto grupal del ahora presidente chino y los estudiantes cuelga todavía de la pared del pasillo de la escuela. Ese viaje marcó el inicio de un vínculo especial entre el presidente chino y los estudiantes y profesores de la escuela que se extiende con los años.

Antes del Festival de Primavera de 2023, Bonita Varga y Tamara Imre, dos estudiantes húngaras cuyos nombres chinos son Hu Lingyue y Song Zhixiao, recibieron becas de China por segunda vez. Entonces decidieron escribir una carta a Xi y su esposa, la profesora Peng Liyuan, en nombre de todos los estudiantes de la escuela para expresar su gratitud y transmitirles sus felicitaciones de Año Nuevo Chino.

Intentaron escribir en diferentes tipos de papel para asegurarse de que su carta tuviera una apariencia bonita. En su mensaje, escribieron sobre su experiencia de estudiar chino en la escuela durante 12 años y expresaron su voluntad de estudiar en universidades chinas y contribuir a la amistad entre Budapest y Beijing.

Poco después de enviar la carta, Xi respondió. El presidente chino comentó que todavía recordaba haber conversado con maestros y estudiantes de la escuela en 2009. Además, animó a los jóvenes húngaros a aprender más sobre China y convertirse en emisarios de la amistad entre los dos países.

Xi alentó a los alumnos a estudiar en universidades chinas después de graduarse en la escuela secundaria y expresó su esperanza en que más y más jóvenes húngaros amen y estudien el idioma chino.

Erdelyi señaló que la respuesta de Xi "fue una gran sorpresa para nosotros". Con su apoyo, muchos estudiantes de la escuela aspiran a "desempeñar un papel importante en la construcción de los lazos bilaterales", resaltó.

Ahora, a más de 7.000 kilómetros de Budapest, Varga e Imre han hecho realidad su sueño de estudiar en China. El pasado otoño, las dos jóvenes húngaras comenzaron sus estudios universitarios en la Universidad Normal Capital de Beijing.

Su vida en Beijing ha sido bastante interesante y también desafiante. Ellas encuentran "experiencias interculturales" casi a diario. Toman como ejemplo la comida: los chinos comen mucho arroz, mientras que los húngaros prefieren las patatas y el pan. Pero también descubrieron que a ambos pueblos les encanta un plato casero: "estofado de ternera con patatas".

"Estoy dispuesta a ser una enviada afectuosa de la amistad China-Hungría", dijo Varga, cuyo deseo es ser maestra del idioma chino, o traductora, después de graduarse.

LAZOS CULTURALES MÁS FUERTES

Wang Yue, subdirector y maestro chino de la escuela, reconoció que la respuesta de Xi inspiró enormemente a los alumnos. Muchos de ellos ahora tienen un mayor entusiasmo por aprender el idioma chino y estudiar en el país asiático.

Erneszt Sandor Durand, estudiante de 12º grado de la escuela, ha visitado muchas ciudades chinas como Guangzhou, Shenzhen y Beijing. A medida que aumenta la importancia de China en la economía mundial, también aumenta la necesidad de aprender chino, argumentó, añadiendo que en el futuro planea continuar sus estudios en universidades de Beijing.

Dorina Inges, alumna también de la escuela, aseguró estar bastante fascinada con la cultura china. Sabe tocar el "guzheng", un instrumento musical tradicional chino, y bailar danzas folclóricas tradicionales chinas.

La creciente popularidad de la lengua y la cultura chinas entre los húngaros también contribuye al continuo desarrollo de la escuela durante las últimas dos décadas. Inicialmente, la mayoría de los alumnos provenían de familias chinas que vivían y trabajaban en Hungría. Actualmente, la escuela tiene 12 grados y 20 clases con más de 530 estudiantes, la mayoría de los cuales son nativos húngaros.

"La escuela bilingüe supera con creces las tradicionales relaciones económicas, de cooperación y de otro tipo", trasladó a Xinhua el ex primer ministro húngaro Peter Medgyessy. "En realidad, abarca la oportunidad de establecer conexiones interpersonales, la posibilidad de que las personas se conozcan entre sí, aprendan y reconozcan la cultura y la civilización de cada uno, y las adopten, animando a las personas a ser abiertas, curiosas y objetivas en tales asuntos".

Guo Jiaming, ex subdirector de la escuela, indicó a Xinhua que el desarrollo del colegio refleja el buen impulso del fortalecimiento de las relaciones China-Hungría y los crecientes intercambios entre ambos pueblos.

Actualmente, hay cinco Institutos Confucio en Hungría y 12 universidades en China ofrecen oportunidades para aprender el idioma húngaro.

El idioma chino ha sido incorporado al sistema educativo nacional de Hungría para convertirse en una de las materias del examen de acceso a la universidad. Los centros culturales creados por ambas partes son también una importante plataforma para los intercambios culturales.

"Es importante para los lazos de los dos países tener personas que hablen bien ambos idiomas", afirmó Erdelyi, expresando su esperanza de ver más intercambios interculturales para promover el entendimiento y la amistad entre los dos pueblos.

(Web editor: 吴思萱, 张悦)