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China consolida su liderazgo en la producción inteligente de alimentos
Por Yasef Calderón
Impulsada por la alta tecnología, la producción china de alimentos consolida su liderazgo y reafirma su compromiso con la sostenibilidad ambiental, la revitalización rural y los programas de cooperación internacional. Un grato ejemplo se verificó en la nueva edición de la Exposición Internacional de Ciencia y Tecnología Vegetal de China, celebrada en provincia de Shandong, donde se exhibieron más de dos mil variedades de verduras, 80 nuevos modelos de plantación y un centenar de nuevas tecnologías vinculadas a la producción agrícola.
El doctor cubano Yordan Martínez Aguilar, quien ha sido asesor de importantes empresas del sector productivo en más de diez países, en entrevista con el Diario del Pueblo digital destacó que “es innegable el aporte de China a la agricultura y a la seguridad alimentaria de su población, y mundial”.
El doctor cubano Yordan Martínez Aguilar, experto extranjero del proyecto chino que investiga nuevos alimentos sustitutos de los alimentos convencionales. (Foto: cortesía)
“China es el mayor productor agrícola del mundo por volumen y el mayor productor de trigo, arroz, maíz, mijo, cebada y semillas oleaginosas. Además, es el mayor productor de cerdos, gallinas ponedoras, peces, ovino y conejos”, precisa Martínez Aguilar.
Desde el 2012, China pone de relieve la producción inteligente de alimentos en programas y documentos sobre alimentación sostenible y desarrollo agro-rural. Hace más de una década, el doctor Martínez Aguilar mantiene estrechos vínculos con los eminentes científicos chinos Yin Yulong y Gang Liu, del Instituto de Agricultura Subtropical de la Academia de Ciencias de China, con sede en Changsha, Hunan. En el 2013, después de obtener una beca posdoctoral como joven científico, se inició como coordinador internacional dentro de un proyecto insignia de la Fundación Nacional de Ciencias Naturales de China.
“Ha sido un honor la relación académica y de amistad con investigadores y con el pueblo chino durante estos doce años”, afirma Martínez Aguilar, merecedor de más de 30 premios internacionales e investigador principal en 160 experimentos de alto impacto científico.
En su amplio recorrido, desde hace dos años se integró al panel de expertos extranjeros del proyecto chino que investiga nuevos alimentos sustitutos de los alimentos convencionales y los antibióticos promotores de crecimiento en la producción animal.
“Estos resultados solo pueden ser logrados con el apoyo del gobierno chino, que involucra a toda la población y que contribuye de forma continua la formación de profesionales de amplio perfil en el sector agrícola, como un sector priorizado para el país, además apuesta por financiar proyectos agrícolas aplicados que promueven tecnologías transformadoras, duraderas y que demuestran la sustentabilidad de la agricultura china del siglo XXI”, aseguró el reconocido científico y docente cubano al Diario del Pueblo digital.
“Muchos de estos resultados se han extrapolado mediante cursos, asesorías y proyectos en países en vías en desarrollo como una herramienta eficaz para sustentar la producción agrícola sostenible y paliar la hambruna”, agregó.
La FAO perfila que la superficie destinada a la agricultura corresponde con el 38 % de la superficie de tierra mundial. En torno a un tercio se utiliza como tierra de cultivo, mientras que los dos tercios restantes son praderas y pastizales para el pastoreo. En lo que respecta a las tierras de cultivo, alrededor de un 10% de su superficie está destinada a cultivos permanentes, tales como árboles frutales, y plantaciones de palmas aceiteras y de cacao.
Martínez Aguilar recuerda que “por muchos años la agricultura convencional sustentó las necesidades de las poblaciones. Sin embargo, debido al crecimiento demográfico y por las nuevas exigencias de los consumidores, el proceso se ha modernizado hacia la agricultura inteligente.”
Los expertos chinos han explicado que la agricultura nacional inteligente en la nueva era que vive la nación fundamenta un sistema de gestión agrícola destinado a optimizar los insumos para lograr los mayores beneficios económicos y ambientales, mediante tecnologías que incluyen la detección remota y la navegación por satélite. También el uso de drones para la fertilización y protección de los cultivos y los robots-labradores para la cosecha ayudan a aliviar las tareas a pie de surco, responden al envejecimiento poblacional y a la escasez de mano de obra, ahorran costos y gasto de recursos naturales, aumentan el ingresos de los agricultores y reducen pérdidas derivadas del impacto de los desastres naturales y los efectos del cambio climático.
“Indiscutiblemente, China es uno de los líderes mundiales en la agricultura inteligente porque tiene la experiencia de la agricultura clásica, instalaciones inteligentes, el arraigo cultural, profesionales de alto perfil y un grupo fuerte de institutos y universidades agrícolas”, sostiene Martínez Aguilar. Y enfatiza que “al ser China un líder mundial en la fabricación de paneles solares y de drones, así como de softwares propios, logra soluciones más expeditas a los problemas agrícolas, maximizando su producción agropecuaria.”
Uno de los productos emblemáticos en la colaboración internacional del gigante asiático en agricultura moderna ha sido el notable arroz híbrido chino. El padre de las primeras variedades, el científico Yuan Longping, recibió los más altos honores por lograr producir alimentos para más del 21% de la población del planeta en una tierra cultivable que no supera el 9% del total mundial. Para reforzar la seguridad alimentaria del planeta y aumentar los rendimientos de las cosechas, la colaboración internacional china ha transferido sus variedades de arroz híbrido, como la cepa Honglian, a países miembros de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, países en desarrollo y a sus vecinos del sudeste asiático.
“Dentro de la agricultura inteligente en China se destaca la producción de cereales (esencialmente el arroz) y la horticultura”, indica Martínez Aguilar. “Y en la producción animal, el cerdo sigue siendo el mayor interés, donde utiliza softwares inteligentes en todos los procesos productivos para minimizar los errores y brindar a la poblaciones alimentos de mayor calidad y acceso.”
Desde el 2021, la tasa de mecanización en China ha alcanzado más del 71 por ciento. Asimismo, con el apoyo de proyectos sobre organismos genéticamente modificados, el algodón resistente a los insectos producido en el país representa el 99 por ciento de la producción total de este producto. Además, China encabeza en número y área operativa de drones fitosanitarios, impulsando el desarrollo global de la protección vegetal a través de aplicadores aéreos y es una nación autosuficiente en el 70 por ciento de las principales variedades de ganado y aves de corral.
En 2022, la producción de cereales de China alcanzó un máximo histórico gracias, en parte, a los avances tecnológicos, y el sector agrícola contribuyó al 10,5 % del crecimiento del PIB. A la par, el ingreso disponible per cápita de los residentes rurales en China alcanzó los 20.133 yuanes (2.835,93 dólares), valor que representa alrededor de un 40 por ciento de los ingresos promedios de los hogares urbanos. Este resultado contribuye a cerrar la brecha entre las zonas urbanas y rurales y avanzar hacia la prosperidad compartida.
Recientemente, el China Daily destacó la historia de Shu Xingyu, un joven graduado en 2015 de la Universidad de Ciencia y Tecnología Electrónica de China que renunció a su trabajo y abrazó la tecnología agrícola inteligente en su pueblo natal. En la actualidad, la cooperativa agrícola especializada en la que Shu trabaja es responsable del funcionamiento mecanizado e inteligente de todo el proceso de cultivo y recolección de más de 2.667 hectáreas de tierras. A cientos de kilómetros de Shu, y como complemento dentro del reducido espacio de cultivo que se puede encontrar en el corazón de las urbes chinas, los jóvenes científicos van convirtiendo los espacios de cristal y asfalto en granjas inteligentes aplicando técnicas propias de agricultura vertical.
"China actualmente se encuentra en ascenso. Los mayores logros se reflejarán en los próximos 5 a 10 años. Además, estoy convencido de que en este proceso se podrá lograr nuevas especies vegetales y animales, mejor adaptadas a las condiciones de producción de China, lo que maximizará sus productos agrícolas y zootécnicos destinados a la alimentación humana y animal", aseveró Martínez Aguilar, doctor en ciencia animal.
Al referirse a la realidad de la producción inteligente de alimentos en Latinoamérica, Martínez Aguilar reconoce que aún falta mucho por hacer debido a la necesidad de adquirir experiencia, disponer de herramientas, tecnología y formar equipos multidisciplinarios.
"Con el apoyo de China, a través de las nuevas alianzas y nuevos proyectos, podremos durante todo el año incrementar la productividad en América Latina, minimizar los costos y las enfermedades del sector agrícola y predecir los posibles problemas de los procesos agrícolas. Pero sobre todo, reducir el costo de los insumos y de la materia prima".
Bajo el impulso chino en la producción inteligente de alimentos, Martínez Aguilar considera que "el mundo puede alcanzar mayores producciones agrícolas y de mejor calidad, disminuir la hambruna y la malnutrición que aún persiste en los países en vías de desarrollo y reducir las enfermedades de las plantas y animales" para sintonizar con el fin real de la agricultura inteligente “que es poder lograr una seguridad alimentaria acorde a lo que plantea la ONU (hambre cero) y garantizar durante todo el año una correcta nutrición para todos los seres humanos”.
''China ha apostado por la agricultura inteligente y es hoy uno de los líderes mundiales, y aunque tiene metas bastante ambiciosas y retos por delante, podrían llegar a ser cumplidas debido a la infraestructura, la alta tecnología y los profesionales de alto perfil que posee", concluyó el laureado especialista cubano.