Provocaciones de "independencia de Taiwan" exigen castigo rápido y firme

El Ejército Popular de Liberación comenzó hoy jueves dos días de ejercicios alrededor de la isla de Taiwan.

Esto ocurre pocos días después de que Lai Ching-te, el nuevo líder de Taiwan, pronunciara su primer discurso lleno de hostilidad y provocaciones de buscar la "independencia de Taiwan", adoptando un enfoque aún más arriesgado y radical que sus predecesores.

Su desacertado discurso constituyó una grave provocación contra el principio de una sola China e inevitablemente provocó contramedidas firmes.

Los ejercicios son legítimos, oportunos y totalmente necesarios, ya que no se pueden tolerar actos de ninguna forma proclives a la "independencia de Taiwan".

Las personas de ambos lados del estrecho de Taiwan han estado anhelando el desarrollo pacífico de las relaciones entre ambos lados del estrecho, que han seguido deteriorándose en los últimos ocho años. También anhelan el retorno de los intercambios amistosos y de la cooperación.

Al ignorar estas expectativas, Lai ha incitado deliberadamente el odio hacia la parte continental de China e intensificado la confrontación y la hostilidad entre ambos lados del estrecho.

Se trata de un intento de atar a las personas inocentes de Taiwan al carro de la "independencia de Taiwan", lo que sólo empujará a Taiwan aún más al borde de la guerra.

En su discurso, Lai no ocultó su afán de vender Taiwan a fuerzas externas. Éste fue su intento de buscar apoyo externo a su maniobra de "independencia de Taiwan". Son indispensables medidas disuasorias contundentes para trazar la línea roja.

Si se consiente que los conspiradores proclives a la "independencia de Taiwan" se confabulen con fuerzas externas para crear caos, esto representará el cambio más peligroso del status quo entre ambos lados del estrecho y el daño más severo para las perspectivas de reunificación pacífica.

La cuestión de Taiwan está en lo más profundo de los intereses fundamentales de China. Salvaguardar decididamente la soberanía nacional y la integridad territorial es la voluntad común de 1.400 millones de chinos.

Cabe señalar que las contramedidas están dirigidas a un número muy reducido de secesionistas proclives a la "independencia de Taiwan" y a sus actividades secesionistas, y no contra los compatriotas de Taiwan.

La reunificación es la tendencia de la historia y el camino correcto. La "independencia de Taiwan" es una contracorriente efímera y no llevará a ninguna parte.

Entre más severas sean las provocaciones, más fuertes serán las contramedidas.

Cualquier intento de dividir el territorio chino enfrentará la decidida oposición de todos los chinos, e inevitablemente será aplastado por el avance de las ruedas de la historia.