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El entrañable “Sanmao” recorre América Latina por primera vez
Sanmao, un clásico del cómic chino, acaba de publicarse por primera vez en español gracias a la editorial colombiana Piedra Tijera Papel.
Por Yasef Calderón
En 1935, apareció en China un muchacho apodado “Sanmao” por tener apenas “tres mechones de pelo” en su cabeza calva. Al igual que muchos niños de aquella época, Sanmao era huérfano y desandaba Shanghai para ganarse la vida. Lo mismo vendía periódicos que lustraba zapatos o intentaba llamar la atención con el kung fu. A pesar de que en sus aventuras ilustradas la mayoría de las personas lo trataban con distancia y frialdad, su descalza alegría y su ética de la sobrevivencia se adueñaron del corazón de millones de lectores de varias generaciones.
Casi noventa años después de sus primeras andanzas por el gigante asiático, por primera vez el pequeño Sanmao comienza a recorrer América Latina, en idioma español y de la mano del sinólogo, profesor y artista colombiano Luis Cantillo.
“Yo aprendí hablar chino gracias a Sanmao”, confiesa Cantillo al Diario del Pueblo digital. “Las aventuras de este personaje ingenioso y de buen corazón, me animaron a querer estudiar con ahínco. Al tiempo que seguía los ires y venires de Sanmao, aprendía del pasado de China y apreciaba cuanto ha cambiado la sociedad”.
Sanmao, que significa en chino "tres mechones", fue creado por el maestro Zhang Leping, uno de los grandes artistas chinos del cómic o manhua. La serie “Crónicas de Sanmao” o “El invierno de Sanmao” (como se tradujo al inglés), fue creada entre 1947 y 1949. Sus ediciones lograron vender 10 millones de copias, y está incluida entre los 100 libros de lectura obligatoria del Ministerio de Educación de China.
El maestro Zhang Leping en su mesa de trabajo dibujando a Sanmao hacia 1948. (Foto: cortesía de la familia Zhang)
“Cuando apreciamos las historietas de Sanmao, nos damos cuenta de que Zhang Leping es un artista muy completo. Para comenzar, es un excelente dibujante, no solo tiene un dominio de la figura humana deslumbrante sino además un ojo crítico para retratar la esencia de las personas. Además, tiene un sentido arquitectónico afinado, una sensibilidad para retratar la moda, la idiosincrasia de las personas y para rematar, tiene un humor sutil”, indica Cantillo.
Tras graduarse de la Academia China de Arte de Hangzhou, en el verano de 2016, Luis Cantillo conoce a Zhang Weijun, hijo menor del maestro Zhang Leping. De ese encuentro surge el deseo de llevar a Sanmao al mundo hispano, y en particular, poder editar la serie titulada“Crónicas de Sanmao”.
“No imaginaba que iba ser tan difícil. El mundo del cómic es un nicho, y encontrar una editorial que se entusiasme toma tiempo”, asevera Cantillo. “Las historietas al tener poco diálogo, dan la impresión de ser fáciles de traducir. Sin embargo, “Crónicas de Sanmao” es una serie cargada de detalles, y es allí donde uno como traductor debe guiar a los lectores para que puedan comprender mejor la historia y su contexto”.
Zhang Weijun y Luis Cantillo, en la Casa Museo de Zhang Leping en Shanghai, junio del 2016.
Cuando Zhang Leping creó el primer libro, las viñetas representaban a un niño que vivía en una típica casa de Shanghai, durante la época de la Guerra de Resistencia contra la Agresión Japonesa (1931-45). Ya en 1947, el periódico Da Gong Bao de Shanghai publicó " Crónicas de Sanmao", compuesta por seis viñetas que evidencian la tristeza de Sanmao por su condición de huérfano. Después, dentro de la República Popular China (1949), se abre el horizonte y Sanmao puede asistir a la escuela y estudiar ciencias.
“Los cómics o manhua en China, tienen una larga tradición que poco se conoce en Latinoamérica. Sanmao es un personaje que se ganó el corazón de los chinos y ha acompañado a varias generaciones, por eso es un clásico”, afirma Cantillo. “Las historietas de Sanmao se han convertido en animaciones, series de televisión y, desde muy temprano, fue adaptada al cine. De hecho, la primera película que se estrenó tras la fundación de la nueva China fue una adaptación de Crónicas de Sanmao, con el joven actor Wang Longji en diciembre de 1949”.
Sanmao, un clásico del cómic chino, acaba de publicarse por primera vez en español gracias a la editorial colombiana Piedra Tijera Papel.
El libro Crónicas de Sanmao ha sido publicado por la editorial colombiana Piedra Tijera Papel, y se distribuye por La Diligencia Libros.
Para este empeño editorial pionero, Cantillo contó con los especialistas chinos Wei Shan, Hui Ganyuan y Zhang Weijun, que esclarecieron sus dudas sobre la sociedad de aquella época y algunas expresiones en chino que resultaban desafiantes para el castellano. La escritora Paola Caballero Daza le acompañó en la búsqueda del tono en español que debía tener Sanmao. El concepto visual y diseño ha sido el resultado de la conjunción de Juan Pablo Fajardo y Laura Pérez, quienes crearon una propuesta que adiciona un tinte azul a las viñetas originales, aportando dinamismo y profundidad.
Desde China, siempre mantuvo la solidaridad y la confianza de la familia de Zhang Leping.
“Después de ocho años, finalmente logramos publicarlo. No es por nada, pero el resultado es un libro de colección”, esplende Cantillo.
Gracias a esta primera edición en español de las “Crónicas de Sanmao”, poco a poco el público latinoamericano se ha ido dejando conquistar por el entrañable personaje chino. A pesar de la lejanía histórica y cultural, Cantillo considera que “las Crónicas de Sanmao son universales y conmueven a cualquier persona de cualquier cultura”.
“Además, en países como Colombia desafortunadamente seguimos viendo niños en las calles con el mismo destino de Sanmao. Ojalá la realidad fuera distinta, Sanmao es una invitación a ser valientes, a pensar en los demás e imaginar un mundo mejor”, fustiga Cantillo.
Hace apenas dos semanas se realizó el lanzamiento del libro en la Feria del Libro de Bogotá. Junto a Luis Cantillo y Juan Pablo Fajardo, participó Daniel Jiménez, cofundador del Festival Entreviñetas, una de las plataformas más grandes dedicada al cómic en América Latina. Asimismo, esta semana en el periódico El Tiempo, el diario de mayor circulación en Colombia, la artista e historietista Powerpaola le dedicó su cómic dominical a Sanmao, una página completa y a todo color.
Cantillo, doctor por la Academia China de Arte de Hangzhou, considera que“en la cultura china, el cómic y la ilustración están muy cerca de la principal tradición pictórica”.
“Por ejemplo, si recordamos la obra “Vistas de Xiaoxiang”, del pintor Dong Yuan (932-962), podemos apreciar un grupo de pescadores en su faena en medio de un paisaje entre ríos y montañas. La obra es muy cinematográfica y contemplativa, podría parecer una pintura y un cómic al mismo tiempo”, resalta.
“Sin duda, el género manhua seguirá prosperando dentro de China y entre más se haga conocer fuera, más personas lo podrán disfrutar”, agrega.
Como un detalle diamantino, en esta primera edición en español de “Crónicas de Sanmao” gana relieve la expresión china “zhizu”, que significa “contentarse con lo que se tiene”, representada con una araña sobre un pie, y homónima pronunciación.
“Por eso en el lomo del libro pusimos una araña que está bajando hacía el pie de Sanmao. Aunque el pobre de Sanmao carece de todo, es un personaje que valora lo que tiene, y además es generoso y persistente”, subraya Cantillo.
Lanzamiento de Sanmao en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2024. De izquierda a derecha Luis Cantillo, Daniel Jiménez y Juan Pablo Fajardo. (Foto: Manuela Jaramillo)
Aunque su camino profesional siempre ha estado muy relacionado con el arte asiático, Cantillo compartió con el Diario del Pueblo digital que nunca estuvo entre sus planes convertirse en el destacado sinólogo que es hoy.
“El primer colombiano que conocí que hablaba chino fue Sergio Cabrera, el actual embajador de Colombia en China. Me parecía un prodigio escucharlo hablar y su descripción de la escritura”, recuerda.
“Tiempo después, luego de vivir diez años en China, y de alguna manera formar parte de esta familia de sinólogos colombianos, lo que uno quisiera es que más personas se interesen y profundicen el camino construido. Y de esta manera aportar a un mejor entendimiento e intercambio cultural entre ambos países”, asegura Cantillo, incansable promotor del diálogo cultural entre América Latina y China.