Se mantienen las alertas ante persistente ola de calor en varias regiones chinas

Una persistente ola de calor sigue abrasando numerosos lugares de China, rompiendo récords de temperatura y dejando a millones de personas bajo alertas.

El intenso calor, que comenzó el 8 de junio, ha puesto desde el pasado fin de semana a la provincia septentrional de Hebei bajo las primeras alertas naranja y roja de este año.

El observatorio meteorológico provincial mantuvo la alerta roja por altas temperaturas a las 11:00 horas del miércoles, tras indicar que las temperaturas más altas en Baoding, Langfang y algunas zonas del sur podrían subir a 43 grados centígrados en la tarde de ese día.

Yu Changwen, subdirector del centro climático de Hebei, señaló que el pronóstico del tiempo muestra que la temperatura media en la mayor parte de la provincia durante este verano es aproximadamente un grado centígrado más alta de lo habitual, y se esperan varias rondas de olas calóricas entre junio y mediados de julio.

Según el departamento meteorológico de Hebei, es probable que el número de áreas que sufren de altas temperaturas en esta parte del país aumente con creciente intensidad en los próximos días. Aunque se espera una disminución del calor el viernes y el sábado, la temperatura máxima seguirá rondando los 35 grados centígrados.

En la vecina provincia de Henan, la alerta naranja se elevó a roja, el nivel más alto del sistema chino de alerta de tres niveles para altas temperaturas, a las 08:00 horas del miércoles.

El observatorio meteorológico provincial de Henan advirtió sobre una temperatura máxima diurna superior a los 40 grados centígrados en varias zonas, y por razones de salud, recomendó suspender los trabajos al aire libre y evitar las actividades prolongadas en el exterior.

El calor permanente también ha puesto a Shandong, en el este del país, bajo alerta de sequía.

De acuerdo con el centro hidrológico provincial, la precipitación media en Shandong a principios de junio fue de solo 1,3 milímetros. Desde comienzos de este año, la precipitación promedio en la provincia es de 98,8 milímetros, un 27 por ciento menos de lo habitual.