¿Cómo es posible que no aprecien la belleza de China?

Ilustración: Liu Xidan/GT

Por Ding Gang

Como muchos espectadores, comencé a planificar un viaje a Xinjiang después de ver la serie de televisión To the Wonder, que pone de relieve la vida nómada en Altay, en la región autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste de China. Esta historia fresca, auténtica y poética se siente más como un llamado a quienes han vivido en ciudades durante mucho tiempo: ¡vengan y vean lo hermoso que es Xinjiang!

Empecé a entender por qué esta miniserie de ocho episodios recibió críticas positivas en el reciente Festival de Cine de Cannes. La belleza retratada en la serie es cautivadora y real.

Al ver a la protagonista correr alegremente por la pradera llena de flores, su figura con el telón de fondo de imponentes montañas cubiertas de nieve evoca una impresionante sensación de libertad y grandeza. Es esta belleza genuina la que ha conmovido al público de todo el mundo.

Esta serie de televisión en prosa ejemplifica el poder trascendente de una excelente obra cinematográfica y literaria, capaz de traspasar fronteras étnicas, regionales y culturales.

Sin embargo, como si fueran daltónicos, algunos parecen percibir todos los hermosos colores que ofrece China como un solo matiz: el color político de la "China Roja".

Algunos medios de comunicación occidentales han calificado esta serie de televisión de "propaganda" o "política". Esto se debe a que esta belleza proviene de China, país que consideran una “amenaza”.

Algunos occidentales han estado acusando a China de estar "motivada políticamente" y ser "el país más político". Irónicamente, reaccionan con paranoia política ante la mera mención de China.

Lo que los chinos comunes y corrientes comen, compran, producen y venden en el mercado mundial se convierten en cuestiones políticas y en una supuesta evidencia del intento de China de difundir su política globalmente. Incluso una serie de televisión como To the Wonder los preocupa y los pone nerviosos.

Para ellos, nunca ha habido ni habrá una China llena de tanta verdad, bondad y belleza. El medio de comunicación estadounidense Wall Street Journal (WSJ) incluso tituló sarcásticamente: "Desde Xinjiang con amor: el programa de China intenta dar a la región una imagen más optimista".

¿Tiene una serie de televisión china que difamarse a sí misma para cumplir con el estándar del WSJ?

Estos medios de comunicación occidentales impulsados ​​políticamente siempre están tratando de hacer una declaración políticamente impulsada y difamar a China. En 2009, cuando ocurrieron graves crímenes violentos en Urumqi, Xinjiang, el WSJ aprovechó la oportunidad para emitir varios comentarios, utilizando términos como "disturbios".

Desde entonces, los gobiernos central y local de China han implementado medidas sólidas para lograr la estabilidad social y una paz duradera en Xinjiang. Sin embargo, quienes escribieron editoriales en aquel entonces siguen estancados en su rigidez política, incapaces de aceptar que China tenga historias tan hermosas.

Mientras aspiramos a crear poesía y llegar a destinos lejanos, ellos ven una inminente "amenaza china". ¿Estos políticos y medios de comunicación occidentales, que están tan centrados en Xinjiang, carecen de la capacidad humana común para apreciar la verdad, la bondad y la belleza, o están atrapados en su propio atolladero de prejuicios?

En 1931, Einstein escribió un artículo titulado "El mundo como yo lo veo". Escribió: "La emoción más fina de la que somos capaces es la emoción mística. Aquí reside el germen de todo arte y de toda ciencia verdadera. Cualquiera a quien este sentimiento le sea ajeno, que ya no sea capaz de asombrarse y viva en un estado de miedo es hombre muerto".

Si estos políticos y comentaristas occidentales no quieren o no pueden apreciar la verdad, la bondad y la belleza de Oriente, ¿cómo pueden entender la política de la civilización oriental? Sus evaluaciones de la estrategia de China estarán llenas de sesgos.

El autor es editor senior de Diario del Pueblo y actualmente miembro principal del Instituto Chongyang de Estudios Financieros de la Universidad Renmin de China.