Reducción de desigualdades en el mundo es un esfuerzo global, afirma Brasil en G20

Reducir las desigualdades globales entre ricos y pobres es "un esfuerzo conjunto y no será a corto plazo", afirmó hoy martes el canciller de Brasil, Mauro Vieira, tras una de las sesiones en Río de Janeiro de la Reunión Ministerial de Desarrollo del Grupo de los 20 (G20, conformado por las 19 mayores economías del mundo, además de la Unión Europea y la Unión Africana).

Vieira instó a los países a unirse en la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza, iniciativa que será lanzada oficialmente mañana miércoles con la presencia del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y que debe ser uno de los principales legados de la presidencia brasileña en el G20, que terminará en noviembre.

"La creación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza es un proyecto ambicioso que representa el compromiso de Brasil con el objetivo de erradicar el hambre y la pobreza de una vez por todas", afirmó Vieira.

El ministro brasileño de Relaciones Exteriores explicó que la alianza funcionará como una plataforma para conectar a los países que se comprometan a implementar políticas públicas de protección social a nivel nacional, y a los socios dispuestos a ofrecer conocimientos técnicos especializados y/o apoyo financiero para avanzar en estos esfuerzos.

Vieira también hizo hincapié en las desigualdades globales, al citar datos de la Oxfam (una confederación de 19 organizaciones) que muestran que el 1 por ciento más rico del mundo se ha llevado casi dos tercios de toda la riqueza generada desde 2020.

Preguntado por la adhesión de los países a la propuesta de gravar a los superricos, una medida que pretende mitigar esta desigualdad, el canciller dijo que varios representantes de países se mostraron a favor. "Creo que es cuestión de seguir hablando y avanzar en este tema", indicó.

De acuerdo con el economista francés Gabriel Zucman, uno de los autores de la iniciativa, gravar a los superricos sólo afectaría a 3.000 individuos en todo el planeta, de los cuales unos 100 se encuentran en América Latina.

En cambio, se tendría el potencial de recaudar unos 250.000 millones de dólares al año, agregó.

Tras las reuniones de los grupos de trabajo, el G20 empieza a entrar en la fase de las reuniones ministeriales.

Este año, después de dos años y medio, los ministros volvieron a publicar declaraciones conjuntas, algo que Vieira celebró.

"Es una victoria para la diplomacia brasileña y para la presidencia brasileña del G20, que demuestra la importancia de una política exterior equilibrada y con credibilidad entre sus pares", subrayó.