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Ciudad patrimonial cubana se abre al turismo chino

Por Xinhua | el 03 de agosto de 2024 | 10:01

Imagen del 24 de julio de 2024 de personas caminando por una plaza, en la ciudad de Trinidad, en la provincia Sancti Spíritus, Cuba. La centenaria ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba, busca hoy en día convertirse en un destino de obligada visita para los turistas chinos que lleguen a la isla caribeña. (Xinhua/Joaquín Hernández)

Por Lisandra Cots

La centenaria ciudad de Trinidad, en el centro sur de Cuba, busca hoy en día convertirse en un destino de obligada visita para los turistas chinos que lleguen a la isla caribeña.

Fundada en diciembre de 1514 por el español Diego Velázquez, la localidad cubana ubicada a unos 370 kilómetros al sureste de La Habana, es la tercera de las siete primeras villas establecidas en la isla por los colonizadores hispanos y desde 1988 es Patrimonio Mundial por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

"Trinidad es una ciudad muy especial", compartió con Xinhua el museólogo e historiador de la urbe, Víctor Echenagusía.

El museólogo detalló que muchos elementos de la cultura, la arquitectura, la historia y los paisajes convierten a Trinidad en un "referente de obligada participación" del turismo, en especial para los viajeros chinos.

"Es un sitio de obligada visita. Esta ciudad conjuga lo real y maravilloso", dijo el también jefe del Departamento de Investigaciones y Desarrollo de la Oficina del Conservador de Trinidad y el Valle de los Ingenios.

Un ambiente colonial se respira en la zona más antigua de la ciudad, marcada por viejas y empedradas calles, edificios de notable influencia neoclásica y barroca, y leyendas transmitidas por la tradición oral desde tiempos inmemoriales.

Curiosos, los turistas aparecen en cada esquina, en especial en la zona de la Plaza Mayor, en el mismo centro de la urbe, donde se pueden ver numerosas y bien conservadas obras de arquitectura, tanto domésticas como públicas y religiosas, así como las balaustradas de madera, además de los enrejados y las decoraciones hechos a mano.

A decir de Echenagusía, la conjunción de historia, tradiciones, culturas populares, música y baile, convierten a Trinidad en un destino de "altísimo" valor.

"Hace que el turista, el asiático en particular, tenga una variedad tal de ofertas y posibilidades que no tienen otras ciudades históricas de Cuba", destacó el entrevistado.

Otro de los valores de la urbe, según comentó el historiador a Xinhua, es el gran desarrollo de la artesanía y los textiles.

"Trinidad es patrimonio en ese sentido y ostenta la categoría de Ciudad Artesanal del Mundo y Ciudad Creativa", explicó.

Junto con esos atractivos, el territorio tiene una hermosa playa, una veintena de áreas de buceo, zonas para hacer turismo de naturaleza y una infraestructura hotelera renovada, repartida entre hoteles estatales y alojamientos privados.

"Entre todas estas cosas, el recurso turístico más valioso que tenemos en Trinidad, igual que en Cuba, es nuestra gente", dijo el historiador.

En casi cualquier rincón de la ciudad, los visitantes pueden encontrar a artesanos locales que elaboran y venden sus productos a los visitantes, quienes aprecian de manera especial los elaborados tejidos, típicos de esta zona del país.

Una de las tejedoras que cada día monta su puesto en las inmediaciones de la Plaza Mayor es Teresa González, una trinitaria de 53 años, quien continuó la tradición familiar de dominar el arte del hilo y las agujas.

"Crecí viendo a mi abuela y a mi madre tejer", dijo González, al agregar "hoy yo sigo con la tradición familiar".

Sostuvo que estos tejidos y el punto que hace "son típicos de este lugar", pues "no se ven en otras ciudades", en referencia a la modalidad conocida como randa, mediante la cual elabora mantelería, centros de mesas y piezas para la cama, además de blusas, vestidos, camisas y guayaberas.

El arte de tejer es sustento económico para muchas familias de Trinidad, pero el tejido en la villa es mucho más que una forma de ganar dinero, pues los locales lo consideran "una satisfacción espiritual" que les permite reencontrarse con sus raíces "una y otra vez en cada puntada".

"Cada turista que llega a Trinidad se asombra al ver nuestros tejidos y muchos se los llevan como recuerdo o regalo para amigos", comentó la artesana.

Cuba, país que necesita diversificar sus mercados turísticos, apuesta por atraer a la isla a un mayor número de vacacionistas chinos a partir de una voluntad gubernamental que tiene expresión en casi todo el territorio cubano.

El turismo chino entra en ese sentido en los planes de la isla que este año se propone recibir a 3,5 millones de vacacionistas.

Para garantizar el aumento de este mercado emisor, el Gobierno de Cuba anunció en mayo pasado la exención de visado a los viajeros chinos y seleccionó a la nación asiática como el país invitado de honor a su Feria Internacional de Turismo en 2025.

Las autoridades cubanas han expresado que el turismo cultural e histórico tiene gran fuerza en la isla caribeña por "la variedad y la perfecta conservación de sus urbes patrimoniales", de ahí que trabajan para recuperar la industria del ocio en el país a través de la promoción de sus atractivos históricos y tradicionales.

(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)