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Más seguro, más inteligente, más limpio: Despacho desde la moderna mina de carbón china a más de 400 metros bajo tierra

Por Xinhua | el 07 de agosto de 2024 | 09:55

Antes de descender más de 400 metros bajo tierra en esta mina de carbón en la provincia de Shanxi, en el norte de China, lo primero que noté fue el nuevo diseño de la vestimenta de trabajo.

Los uniformes están hechos 100 por ciento de algodón para evitar la electricidad estática y disponen de múltiples secciones reforzadas con materiales especiales que mejoran la resistencia al desgarro. Asimismo, se han agregado tiras reflectoras a la ropa para garantizar la visibilidad en condiciones de poca luz y se han incorporado refuerzos de acero en las botas con el fin de proteger contra el aplastamiento.

Previamente al ingreso a la mina Huayang número 2 en la ciudad de Yangquan, me puse el uniforme. Me dijeron que el diseño había sido adaptado en función de los comentarios y sugerencias de los empleados.

Después de una sesión informativa sobre seguridad, me uní a algunos mineros en un viaje de 20 minutos en autobús hasta un pozo vertical. Descendimos 415 metros hasta el fondo de la mina aproximadamente en un minuto, utilizando un ascensor con forma de jaula.

Mi primera impresión del lugar fue muy diferente de lo que había imaginado. En vez de ser oscura, sofocante y polvorienta, el ambiente era fresco y limpio, con una brisa fresca que soplaba continuamente. Unas luces brillantes iluminaban el callejón telúrico.

Zhang Xuefeng, subdirector de producción de la mina, me explicó que un sistema de tuberías de aire y líquido elimina el polvo mediante la pulverización y atomización del agua, mientras que tres juegos de motores eléctricos son usados para garantizar una iluminación suficiente.

Tras un recorrido subterráneo de 30 minutos, llegamos a las zonas de operación. En el túnel de la mina se realizan perforaciones para tuberías a intervalos aproximados de cada dos metros. Zhang precisó que este recurso se aplica para la extracción de gas.

"Necesitamos perforar agujeros de drenaje en las vetas de carbón. El gas se extrae a través de las estaciones terrestres de bombeo y luego se transporta a una planta de energía cercana para su uso", comentó.

En el pasado, los trabajadores corrían peligro al detectar ubicaciones gasíferas con instrumentos manuales. Ahora, se instalan sensores por todo el sitio, lo que mejora la seguridad y aumenta la precisión, tanto en la localización del gas como en la medición de su concentración, añade Zhang.

Al principio, me sentí bastante asustado, ya que en libros y películas había aprendido sobre los peligros de los derrumbes en esta clase de minas. Sin embargo, Zhang me tranquilizó al hablarme sobre las medidas de seguridad que se han implementado. Los dispositivos de comunicación están conectados al suelo, gruesos soportes hidráulicos sostienen el pozo de la mina y un techo con estructura de acero impide la posible caída de trozos de carbón.

Mientras exploraba el interior, me sorprendió la belleza del carbón negro, que brillaba con una luz resplandeciente. En la veta, vi una gran plataforma giratoria con numerosos "dientes de acero" en su circunferencia. Esta es la "cabeza" de una máquina minera de 15 metros de largo. Una vez extraído, el mineral se transporta a través de una cinta transportadora automática cercana.

"Cuando se emite una señal de mando desde el centro de despacho de producción en la superficie, la máquina comienza a funcionar", describe Han Hongwen, jefe del equipo de preparación para la minería de carbón. "Las máquinas reemplazan a los humanos en los entornos de trabajo más peligrosos, lo que disminuye la intensidad de la mano de obra y mejora la seguridad de los trabajadores".

Han es responsable de orientar a los operarios en lo relacionado con procedimientos de seguridad y, además, supervisa las operaciones inteligentes. Cada mes, pasa 16 días inspeccionando y monitoreando el equipo subterráneo, identificando y abordando rápidamente los peligros potenciales.

Zhang recuerda que, si bien antes se usaban cestas y mulas para transportar carbón, ahora se han introducido los sistemas inteligentes y la mecanización.

La producción anual actual de esta mina es de 8,1 millones de toneladas, empleadas en las industrias metalúrgica, energética, química y de materiales de construcción.

"A lo largo de los últimos 70 años y un poco más, la producción de carbón se ha incrementado, la automatización en su minería ha experimentado avances y los trabajadores han visto mayores ingresos", destaca Zhang y agrega que, si bien dicha minería aún requiere mano de obra humana, esta cuenta con conocimientos especializados para afrontar las complejas condiciones subterráneas y la desafiante transmisión de señales en algunas áreas.

A lo largo de la visita, prácticamente vi operaciones mineras seguras, inteligentes y limpias. Me sentí como si estuviera presenciando nuevas fuerzas productivas de calidad a más de 400 metros bajo tierra. Si bien es un sector tradicional, continúa evolucionando y presenta características de alta tecnología, alta eficiencia y alta calidad.

El carbón es un recurso no renovable y eventualmente se agotará. Por lo tanto, es esencial que las empresas de esta industria adopten métodos mineros científicos y fomenten la innovación.

En el marco del compromiso de China con el doble objetivo de carbono, consistente en alcanzar el pico de emisiones de carbono para 2030 y lograr su neutralidad para 2060, esta mina, propiedad de Huayang New Material Technology Group, está viviendo una transformación ecológica.

Conjuntamente con la producción de carbón, la compañía también se dedica a los sectores de los nuevos materiales y las nuevas energías, como las baterías de sodio, la energía fotovoltaica, la fibra de carbono y la biodegradación.

(Web editor: Rosa Liu, Zhao Jian)